Renunció en pleno el Gobierno de Líbano a seis días de la gran explosión en Beirut
CRISIS. Encabezados por el primer ministro Hasan Diab, todos los ministros que habían asumido a fines de 2019 presentaron su dimisión. El presidente Michel Aoun pidió que sigan en funciones hasta formar un nuevo Ejecutivo.
Seis días después de la explosión en el puerto de Beirut que acabó con la vida de al menos 165 personas, el frágil Gobierno del Líbano cayó en medio de protestas violentas que se repiten en las calles y que exigen la dimisión de todos los dirigentes del país.
En una jornada en la que tres ministros -los de Justicia, Finanzas y Juventud- habían adelantado el destino de todos los miembros del gabinete al presentar su renuncia, el primer ministro libanés, Hasan Diab, anunció lo que ya todo el mundo esperaba
"Damos un paso atrás para estar con la gente, para combatir con ella por el cambio. Por eso, anuncio hoy la renuncia de este Gobierno", dijo Diab en un mensaje a la nación en el que habló de la lucha contra los corruptos y la necesidad de tener un Ejecutivo de salvación nacional.
El anuncio llegó en medio de protestas, detenciones y choques entre la policía y los manifestantes por tercer día consecutivo en los alrededores del Parlamento y la Plaza de los Mártires, el núcleo de la "revolución" que comenzó el pasado 17 de octubre, que se llenó una vez más de gases lacrimógenos y fuegos artificiales.
El gobierno de Diab fue formado después de que su predecesor, Saad Hariri, renunciara en octubre en respuesta a las manifestaciones. Pasaron meses de disputas entre las facciones de liderazgo antes de que escogieran a Diab.
Su gobierno, que recibió apoyo de grupo armado Hezbollah y sus aliados y era considerado unilateral, estuvo condenado desde el inicio, cuando recibió la tarea de cumplir demandas para reformas compuestas por todas las facciones que los reformistas quieren expulsar.
Acusan corrupción
En un discurso lleno de alusiones al sistema corrupto y los que se aprovechan de ello -una mención habitual que nunca va acompañada ni de nombres ni de acusaciones concretas- Diab aseguró que el problema es más grande que el propio Estado.
"Los mecanismos de corrupción son más grandes que el Estado" en el Líbano, afirmó Diab, cuyo gabinete fue formado en diciembre de 2019, en respuesta a la ola de protestas que estalló en el país el 17 de octubre en contra del sistema sectario, un régimen nacido de la guerra civil que acabó en 1990 y que ha llevado al país al borde del precipicio.
"Algunos no han leído bien la revolución de los libaneses del 17, era contra ellos, pero no lo entendieron", agregó siempre sin dar nombres.
Responsabilizó de la catástrofe de Beirut a la "clase política" que "lucha con todos los medios sucios" y subrayó que su Gobierno tecnócrata hizo "todo lo que pudo por salvar el país", pero hay una "gran barrera" frente al cambio.
"Deberían sentir vergüenza de sí mismos porque su corrupción dura siete años", recalcó el premier.
Presidente pide tiempo
Tras anunciar su decisión, Diab se reunió con el mandatario del país, Michel Aoun, en el palacio presidencial, para informarle oficialmente de la decisión.
Aoun aceptó la renuncia del Gobierno, pero le pidió que siga en funciones hasta la formación de un nuevo Ejecutivo.
"El presidente Aoun dio las gracias a Diab y a los ministros y les pidió que siguieran desempeñando sus funciones hasta que se forma un nuevo Gobierno", indicó la Presidencia libanesa en Twitter.
"Espero que el periodo provisional no sea largo porque el país no puede soportarlo. Esperemos que un nuevo gobierno se forme rápidamente", dijo el ministro de Obras Públicas Michel Najjar.