Estuvieron contagiados, se recuperaron y hoy trabajan contra la pandemia
PANDEMIA. 452 funcionarios de salud han contraído el virus durante esta emergencia sanitaria, sin embargo, la vocación de servicio es algo que no se transa a la hora de retomar sus labores.
Marisol Fuentes (43) es enfermera de urgencias del Hospital Regional de Antofagasta. Esta profesional tiene muy claro que su trabajo implica muchos riesgos, ya que todos los que llegan al recinto asistencial son "un potencial covid positivo".
El día 13 de julio Marisol presentó el primer indicio de que algo no andaba bien. Cuenta que de un día para otro perdió el olfato, síntoma probable de que se había contagiado con el virus y que más tarde terminaría confirmado tras realizarse el examen.
La enfermera relata que al enterarse que era positiva las primeras sensaciones que la embargaron fueron de tristeza y miedo por el riesgo al que expuso a su familia de un posible contagio.
"Me dio pena porque me había cuidado tanto. No infringí ninguna de las medidas e igual así me contagié. También sentí miedo por mis hijas porque las puse en riesgo por mi trabajo", enfatizó.
Tras cumplir con el periodo de cuarentena y recuperarse de la enfermedad, Marisol se reincorporó a su trabajo aunque con la duda y una preocupación mayor: contagiarse nuevamente.
"El volver al mismo lugar lo hice con un poco de temor. Pero uno escoge estar ahí. Yo soy enfermera por vocación y uno sabe que está la posibilidad latente de contagio. Por lo mismo, trato de tomarlo con la mejor actitud posible y poniendo todo el esfuerzo para no volverme a contagiar", puntualiza la profesional.
Marisol agrega que para ella lo más complejo de esta pandemia no solo ha sido estar expuesta al virus, sino el hecho de haberse visto obligada a distanciarse de su familia.
"Estos meses han sido bastante tristes y agotadores porque uno se tiene que alejar de las personas que quiere. Uno sabe que es una persona que posiblemente puede estar contagiada. Yo no veo a mis papás desde que esto comenzó. Y mis hijas están viviendo con el papá. En ese sentido ha sido un proceso muy solitario", declaró.
Vocación de servicio
Sthepanie Lemus (34) también es enfermera en la unidad de urgencia del Hospital Regional y el día 2 de julio fue diagnosticada con el virus. Su cuarentena la hizo en una residencia sanitaria donde permaneció 22 días internada luego que le detectarán una neumonía por covid.
48 horas después de recibir el alta médica esta enfermera que lleva ocho años ejerciendo la profesión, ya había vuelto a sus labores en el principal recinto asistencial de la región.
"Desde el día uno que partió esto era un riesgo potencial contagiarse, y no solo para mí, sino que también para mi familia. El miedo siempre está porque trabajo con pacientes sospechosos o que son covid", comentó Lemus.
Pese a ello, y ante el riesgo de volver enfermarse con el virus, esta profesional asegura que su vocación es lo que la impulsa a seguir ayudando a los pacientes que se encuentran recuperándose. "Me gusta mi trabajo. Pienso que el sentido de vocación por lo que hago va mucho más allá de cualquier temor que uno pueda tener. Esto igual me sirvió para vivir desde el otro lado la enfermedad. Pasé de ser funcionaria a una paciente covid que se sintió también vulnerable en el contexto de la enfermedad", apuntó la especialista.
Al igual que su colega de profesión, las aprensiones de Sthepanie han estado dirigidas a su entorno familiar y la idea que uno de ellos se fea afectado por el virus.
"Contraer la enfermedad y llevarla a mi casa es un miedo que siempre está. Por más que mi familia tome todas las medidas y yo también, mi trabajo sigue siendo un riesgo permanente para ellos. Cada vez que llegó del turno tomo todos los resguardos con la ropa y el distanciamiento para evitar que alguien de mi familia se contagie. Esto también implica un gran estrés para mí y para ellos", sentenció la enfermera.
Impacto en funcionarios
Esta semana Carlos Ahumada, técnico en enfermería del Hospital Carlos Cisternas de Calama, se convirtió en el primer trabajador de la salud fallecido por Covid-19 en la Región de Antofagasta. El trabajador de 47 años y padre de seis hijos murió luego de cerca de dos meses de lucha contra la enfermedad.
Durante la emergencia en la región han resultado contagiados 419 funcionarios de la red asistencial. La mayoría ya han vuelto a sus labores. A ellos se suman otros 43 funcionarios que actualmente tienen diagnóstico positivo de Covid-19 y se encuentran en cuarentena. La mayor cantidad de afectados correspondieron al Hospital Regional (180) y el Hospital de Calama (161).
Para Rodrigo Sánchez, subdirector de gestión de las personas del Servicio de Salud, la tarea prioritaria ha estado en el cuidado y protección del personal clínico.
"Como Servicio hemos estado muy preocupados de nuestros funcionarios, sabemos que a diario trabajamos directamente con el virus y hemos gestionado distintas estrategias que apuntan a prestar toda la atención a nuestros funcionarios y en segundo lugar a mantener el servicio de la red asistencial", indicó.
"Uno escoge estar ahí. Yo soy enfermera por vocación y uno sabe que está la posibilidad latente de contagio".
Marisol Fuentes, Enfermera
"Desde el día uno que partió esto era un riesgo potencial contagiarse, y no solo para mí, sino que también para mi familia".
Sthepanie Lamus, Enfermera