Migrar en pandemia: aumenta número de familia venezolanas en situación de calle
CRISIS. Esta semana un total de 36 personas de ese país intentaron ingresar a la región de forma irregular.
Familias enteras están dispuestos a dejar su país en plena pandemia mundial, a recorrer durante semanas miles de kilómetros a pie o haciendo dedo para cruzar todo el continente, a pasar frío y hambre, a dormir bajo la lluvia, el sol, incluso en pleno desierto o donde los encuentre la noche. Todo ello con el objetivo de alcanzar una mejor vida que la que dejaron atrás.
Esta semana nuevamente carabineros detectó a 36 inmigrantes venezolanos, entre ellos menores de edad, que intentaron ingresar caminado durante la noche a la región por el sector de la Ruta B1 de Tocopilla.
De acuerdo a los antecedentes entregados por la policía uniformada, el grupo provendría desde Iquique y todos se encuentran de manera irregular en el país.
Este hecho se suma a otro ocurrido a principios de agosto en que 37 personas también de nacionalidad venezolana fueron detectadas tratando de ingresar a la región en un bus interurbano, sin contar con sus documentos de identificación ni pasaporte sanitario.
Si bien la crisis migratoria que afecta a Venezuela es un tema de larga data, durante este periodo de pandemia la situación se ha intensificado. En el caso puntual de la comuna de Antofagasta, ya es habitual la presencia de numerosas familias de venezolanos pidiendo ayuda en pleno centro de la ciudad.
Sacrificio
Génesis (22), Diego (21) y el pequeño Ronald de 3 años llegaron a Chile hace dos semanas. Antes pasaron por Colombia, Perú y Bolivia. A nuestro país ingresaron de forma ilegal por Arica. Lo hicieron a pie atravesando el desierto durante dos días hasta que lograron conseguir un transporte que los acercó a Antofagasta.
A su llegada a la capital región la familia acampó varios días en una playa hasta que lograron reunir algo de dinero vendiendo pastillas para pagar una pensión en la que les cobran 10 mil pesos la noche.
"Para llegar hasta acá estuvo muy duro. Pasamos mucho frío y hambre. Incluso una noche nos tocó dormir en una casa abandonada en pleno desierto. Afortunadamente nos pegamos a un grupo de venezolanos que estaban en la misma situación que nosotros", explicó Génesis, quien aseguró ser exfuncionaria de la policía nacional en Venezuela.
Respecto a las motivaciones que tuvieron para emprender tan arriesgada travesía, ella explica que migrar es la única forma de sobrevivir a la crisis social y económica que afecta a su país.
"Muchos nos dicen que nos devolvamos a nuestro país pero esta es la única forma que tenemos para ayudar a nuestras familias que se quedaron allá. Si hacemos eso (volver) no resolvemos el problema. Con lo poco que puedo conseguir aquí vendiendo caramelos le puedo enviar 20 mil pesos a mi mamá y con eso tiene para comer una semana", precisó la mujer.
En el centro de la ciudad hay cerca de una decena de familias venezolanas pidiendo ayuda o vendiendo caramelos para subsistir. Hace dos días llegaron a Antofagasta Fernando junto a su esposa embarazada de 8 meses y sus dos hijos de 2 y 4 años. Al igual que sus compatriotas, ingresaron al país de forma irregular, en este caso por Colchane provenientes desde Bolivia.
Hasta ahora esta familia de venezolanos ha logrado mantenerse gracias a la colaboración de transeúntes, quienes les han dado alimento, ropa y dinero motivados por la compleja situación en la que se encuentran.
"Salimos de nuestro país en busca de trabajo. Hasta hace poco yo era comerciante en Venezuela pero la crisis económica no me permitió seguir y perdí todo lo que tenía. No nos quedó de otra que dejar a nuestras familias y empezar de nuevo en otro lugar", enfatizó Fernando.
Por el momento esta familia tiene pensado quedarse a trabajar en Antofagasta, sin embargo su situación irregular es el principal impedimento.
Nueva vida
En pleno paseo Prat, casi llegando al edificio de Intendencia Regional, se encuentra otra familia venezolana compuesta por Paola (28), Ricardo (32) juntos sus dos hijos de dos y ocho años. Ellos partieron hace cuatro meses desde Caracas y desde hace dos semanas se encuentran en Antofagasta viviendo en una carpa cerca del terminal pesquero.
"No ha sido fácil pero el que quiere puede. Lo más importante fue salir del caos de nuestro país. Tenemos hijos por los que luchar y a eso vinimos a Chile. Todos los que dejamos Venezuela lo hicimos por algo mejor", apuntó Paola.
Según datos de la Organización Internacional para la Migración (OIM), desde 2015 cerca de cuatro millones de venezolanos salieron del país debido a la crisis social y económica que afecta a la nación llanera.