"El rol público que pueden ejercer los empresarios es fundamental"
El líder gremial explica por qué el sector que representa decidió involucrarse en el tema constitucional, aborda la crisis económica, estima que el desempleo real es de 30%, defiende a Mañalich y se pronuncia sobre la propiedad privada.
Recuperación económica y proceso constituyente no son cuestiones del todo independientes, señaló un grupo de empresarios en una carta conjunta, llamando a un "nuevo equilibrio" y de manera más detenida en un documento en progreso de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) que propone una "hoja de ruta". En ambas instancias ha estado presente Bernardo Larraín Matte, como uno de los firmantes de la carta y como presidente de la asociación empresarial.
Larraín, ingeniero comercial y empresario, director de Colbún y, desde 2017 presidente de la Sofofa, ha tenido desde siempre una marcada atención por temas que parecen superar lo estrictamente gremial para abordar asuntos de importancia institucional para el país como los procesos de formación legislativa o la modernización del Estado. Él piensa que no existe contradicción entre el interés empresarial y el general.
-¿Es importante que el empresariado participe en el debate público más allá de la representación de sus intereses gremiales?
-Por supuesto. La cancha de lo público no es monopolio de la política. Reivindico la importancia de la política como un pilar de la democracia representativa, pero la política es mucho mejor cuando otros actores que están en el perímetro de ella se activan: me refiero a organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas, empresas, gremios empresariales. Los países que tienen democracias sólidas es porque tienen una sociedad civil también muy sólida, que enriquece y nutre la función de la política y las instituciones de la democracia.
-¿Cuál es el escenario entre los asociados de la Sofofa con la crisis económica?
-La situación general es dura. Si bien las cifras indican que quizás ya se tocó fondo, la brecha de actividad que se produjo con los efectos acumulados económicos y sociales, tanto del estallido como, sobre todo, de la pandemia, son de tal profundidad que va a tomar mucho tiempo volver a los niveles de actividad o empleo de antes del covid. Muchos hemos visto encuestas en que se señala que eso será en 2022. Es un período largo y, por lo tanto, el desafío es mayúsculo y complejo. No porque tuvimos una pequeña luz con las últimas cifras de empleo y crecimiento económico (que no son buenas, sino menos malas), hay que bajar la guardia. La recuperación económica es un proceso que se torna un imperativo ético, tan importante como el proceso constitucional, que se va a iniciar ahora en octubre, en cualquiera de las alternativas que decidan los chilenos en el plebiscito de octubre.
-En la carta firmada junto a otros empresarios y en la "hoja de ruta" de la Sofofa se plantean como asuntos centrales la recuperación económica y el proceso constitucional. ¿Están vinculados?
-Son dos procesos que se inician: el constitucional, por un lado, en una convención si gana el Apruebo, o a través de una reforma sustantiva en el Congreso si gana el Rechazo. Y también se impone como un imperativo el proceso de recuperación económica. Ambos procesos, efectivamente, tienen vasos comunicantes, son interdependientes. Si la crisis económica se extiende más de la cuenta, o se profundiza, obviamente va a generar tensiones en el proceso constitucional porque las personas van a ver frustradas sus expectativas; y, a la inversa, si el proceso constitucional se da en un ambiente demasiado polarizado donde los contenidos de la Constitución brillen por su ausencia, como a ratos parece ocurrir hoy en día, eso amplía la incertidumbre de emprendedores, inversionistas y empresarios, y arriesga la fuerza de la recuperación económica.
-En la carta se llamaba a un "nuevo equilibrio" que superaría al alcanzado al retorno a la democracia. ¿Hay entonces problemas muy anteriores al estallido social y a la pandemia?
-Lo que pasa es que esta lógica del equilibrio entre lo político, lo social y lo económico tiene que estar siendo actualizada cada cierto tiempo. Cuando se habla de un nuevo equilibrio no es que se reproche el equilibrio anterior: yo soy un admirador de lo que hizo la política, la empresa y