Antofagastinos que superaron el covid: "Preocupa que la cuarentena termine"
PANDEMIA. Expacientes explicaron la importancia de que la gente se cuide y entienda la gravedad de la enfermedad, a solo dos días de que Antofagasta pase a la fase 2.
Después de que su unidad (Bloque Quirúrgico de Especialidades), pasara del sexto al séptimo piso del Hospital Regional a inicios de mayo producto del peak de contagios en la región, la enfermera de 35 años Alejandra Letelier, viviría una de las experiencias más extremas de su joven carrera, tras enfrentar una difícil situación con un paciente que terminó por contagiarla de coronavirus.
La falta de profesionales mejor preparados, obligó a que los funcionarios que llevaban más tiempo en el recinto (en el caso de la enfermera unos 5 años), tuvieran que prestar servicio en la atención de los pacientes covid. Todo esto, mientras en el servicio se terminaba de especializar a los funcionarios que eran llamados a reforzar la red.
Un tratamiento impreciso a un paciente gatilló que la salud del mismo decayera rápidamente, obligando a los funcionarios presentes, entre ellos la enfermera, a tener que actuar con rapidez para mantenerlo con vida, exponiendo incluso su propia seguridad.
"Le indicaron un tratamiento que él en ese momento no debía recibir y de lo estable que estaba, se nos complicó en segundos, obligando a que todo el equipo reaccionara con rapidez. De un infarto, se nos pasó a un paro cardiaco. Para mí fueron minutos, pero fueron cinco horas las que estuvimos con él sin cambio de elementos de protección personal", recordó.
"En ese tiempo el hospital -continuó la enfermera- tenía una baja de insumos importante y no teníamos las mascarillas N95, solo las quirúrgicas y la vida útil de esas mascarilla es muy breve". Así, la enfermera terminó contagiándose.
Cuarentena
Tras haber alcanzado los 46 días de aislamiento en total y mantener secuelas como la pérdida del olfato y fatiga muscular (lo que la afecta en su labor), la profesional manifestó la importancia que tiene para Antofagasta, a propósito del término de la cuarentena, que las personas se cuiden.
"No estoy de acuerdo, pero entiendo que hay personas que necesitan que se levante. Lo único que se puede pedir en ese aspecto es que el cambio de la mascarilla sea de forma diaria. He visto personas con sus mascarillas en muy mal estado, se nota que llevan usándolas por días" dijo.
Acotó que "lamentablemente, la gente aunque uno les diga que respeten las distancias sociales, el uso de las mascarillas y el lavado de manos, no lo hacen. Y ahora con la apertura del mall, sabemos que habrá una aglomeración, ya pasó en Santiago y en otras comunas".
Sorpresivo
Una experiencia similar relató el comerciante de 77 años, de la Vega Central, Nibaldo Gallardo, quien tras contagiarse de covid en marzo pasó 159 días internado en el hospital, siendo conectado a un respirador mecánico en cuatro oportunidades.
"Hay que cuidarse mucho, esta es una enfermedad que te puede dar en cualquier momento. No hay que pretender que ya pasó, de repente llega y en verdad quedas mal; me cuesta todo, ir al baño, moverme, caminar. No puedo hacer nada de eso si no es con ayuda", relató.
Agregó que "pienso que está bien que termine la cuarentena, por un lado, para que la gente pueda salir adelante, trabaje. Pero por otro lado hay que insistir en que se preocupen mucho. Creo que aun no estamos listos para salir".
Cuidados
El bombero de la Octava Compañía de Antofagasta y también paramédico del Samu, Roberto Zúñiga, explicó cómo cambió su percepción de la gravedad del virus, después de haber sufrido la enfermedad.
"Yo tampoco le tomaba el peso a este covid, pero debido a lo que me pasó, el hecho de estar 25 días en coma, un mes conectado a ventilación mecánica, aparte de todas las fallas que hice durante este periodo, me hicieron cambiar de parecer. Para mí esto era un resfrío, pero ahora me cuido a full, 100%. Ando con lentes y mascarilla todo el día, todo el rato, el distanciamiento social lo mantengo al máximo. No quiero volver a enfermar y por eso me cuido bastante", dijo.
Agregó que en el desconfinamiento que viene, hay que ser muy cuidadosos, ya que "la gente está muy desesperada por salir, no tardarán en ir al mall, al centro y solo a pasear. Necesidades básicas en el centro o mall, no hay".
Soledad
Álvaro Contreras es antofagastino, pero residente desde hace unos años en La Serena. Cuenta que otro de los puntos más complejos que conlleva la enfermedad, es que se debe vivir en soledad para no contagiar a la familia.
"Yo me contagié un 11 de julio, estaba en mi trabajo. En la empresa se activó el protocolo, a mi colega lo hicieron bajar y nos aislaron por ser contactos estrechos. Al final, estuve 20 días completamente solo en otra región, lejos de mi familias, de mis tres hijos. Eso afecta mucho la cabeza", reconoció.
Sobre el punto, la cuidadora de adultos en Establecimiento de Larga Estancia para el Adulto Mayor (Eleam), Yuli Nieva Montaño, de 35 años, explicó que tras dar positivo por causa de su trabajo, tanto la espera como la cuarentena fueron procesos muy angustiantes.
"Primero se demoraron mucho en hacernos el examen y en confirmarnos el diagnóstico. Una compañera de nosotras había dado positivo y yo era contacto estrecho. Fue muy angustiante, porque en la espera seguí en contacto con mi familia, no sé por qué se demoraron tanto (...) después de dar positivo, tuve que ir a una residencial donde la experiencia no fue la mejor, la pasé mal. Afortunadamente ya puedo decir que lo dejé atrás, pero el bicho siempre estará aquí y más si toda la gente sale", precisó.