Los trabajos en que se hace imposible mantener el distanciamiento
PANDEMIA. Un dentista, un peluquero, un kinesiólogo y un taxista explican cómo están desarrollando sus actividades.
Para el cirujano dentista de 26 años, Ignacio Zelada Barraza, quien se desempeña en la clínica Diagno-Odont desde hace poco más de tres años, la pandemia ha sido todo un desafío.
Sin una certeza respecto de los protocolos que tenían que implementar respecto a la atención de pacientes, puesto que el Ministerio de Salud no había definido nada en un principio más allá de las recomendaciones generales; fueron los propios dentistas a nivel nacional, explicó el profesional, quienes tuvieron que establecer las reglas a seguir dentro de la atención durante la crisis sanitaria.
Dicho proceso, relató el profesional, implicó un cambio completo en la manera que hasta entonces se realizaban las atenciones, puesto que al mantener el paciente la boca abierta, se corre el riesgo de estar en contacto directo con el virus si es que el paciente es positivo.
"Tuvimos que cambiar el protocolo completo, desde la entrada del paciente al Box, a la salida. Todo es distinto ahora. En la empresa, durante los momentos más críticos, se realizaron unos cuestionarios que sirvieron para pesquisar previo al ingreso del box, qué paciente podía ser un potencial riesgo o no. Fue súper complicado para nosotros", expuso.
Acotó que muchas de las recomendaciones y protocolos que tuvieron que tomar, han sido entregados por el Colegio de Dentistas.
"Tuvimos que orientarnos entre nosotros, enfocados a los manejos que estaban haciendo en la salud pública. Muchas de esas atenciones, producto del covid, los hemos tenido que ver nosotros, tanto en horario externo, como en urgencias dentales, recibiéndolos por tratamientos importantes que no pudieron terminar en la salud pública", dijo.
Acotó que actualmente, para cuidarse, usa mascarillas N95, escudo facial, guantes, alcohol gel y frecuente lavado de manos, además de no trabajar con aerosoles que pudieran hacer que el virus se mantuviera en el aire. También sanitiza su lugar de trabajo cada vez que termina de atender a un paciente.
Atención domiciliaria
Nicolás Muñoz es un kinesiólogo de 27 años que en junio pasado cumplió un año viviendo en la ciudad. No tiene familia acá, razón por la cual todo su tiempo es dedicado a su trabajo dentro de la Unidad de Rehabilitación del hospital.
Aquí, explicó el profesional, se hace difícil mantener el distanciamiento social ya que hay pacientes que quedaron muy mal después de estar conectados a un respirador artificial y necesitan mucha ayuda para realizar sus ejercicios.
"Había mucha gente que quedaba sin atención posterior a su paso por el servicio; la unidad de rehabilitación no estaba funcionando entonces y tampoco ahora, de manera que toda esa carga importante de pacientes, se fue para los kinesiólogos. Muchos pacientes quedaron con debilidad adquirida por su estadía en el hospital y dependiendo de eso, pueden ser entre 1 o 4 sesiones por semana las que necesitan, llegando a estar cerca de una hora en tratamiento. Igual es complejo porque tenemos que estar todo ese tiempo con él", dijo.
Acotó que por ello, el uso de la mascarilla, escudo facial y el lavado de manos son claves en la atención de este tipo de pacientes. "Los pacientes saben y esperan que nos cuidemos y andemos con toda nuestra implementación", dijo.
Muñoz manifestó que pese a todo lo complejo que este trabajo puede llegar a ser por momentos, el hecho de ver a tus pacientes recuperados es un alegría y satisfacción inmensa. "Hace tres meses que trabajo con una señora de avanzada edad. Estuvo 21 días conectada y como un mes y medio en el hospital. Cuando la dieron de alta estaba postrada y hoy, después de mucho trabajo, ya puede caminar".
Contacto
Quien también sabe de vocación, es el estilista por más de 40 años, Pedro Fuenzalida, quien trabaja hace 10 años en el centro de Antofagasta. Para él lo más difícil que tiene esta "vuelta a la normalidad", es el hecho de no poder tener la misma cercanía con los clientes.
"Esta pega cambió bastante, ya no es el mismo contacto con la gente. Si hasta tenemos que intentar no hablar tanto, para evitar riesgos (...) dentro de las cosas que tuvimos que implementar para esta vuelta fue la distancia, No trabajamos todos a la vez. Además se tuvo que poner paneles entre los puestos de trabajo, y un dispensador de jabón gel y piso sintético en la entrada", dijo.
El peluquero evidenció además que con el término de la cuarentena, fueron muchas las personas que llegaron hasta las peluquerías buscando un nuevo corte. "Tal vez pensaron que venían a lo mismo, pero no fue así. Les tuvimos que decir que se fueran a dar una vuelta, para no tenerlos esperando".
Transporte
Otro de los oficios donde no siempre se puede cumplir con el distanciamiento social, es en el transporte público. Aplicaciones como Uber, Didi, o Indriver, están siendo ampliamente utilizadas justamente para evitar medios masivos. Algo que sabe muy bien el conductor de Uber, de 34 años, Gary Gajardo, quien explicó que aun con las ventajas del servicio, se debe mantener un estricto protocolo de sanitización.
"La demanda de este servicio subió. Uno diría que con todo lo que está pasando, debería ocurrir al revés, pero no. Eso nos puso a nosotros altas exigencias en salubridad, para cuidar a los pasajeros y cuidarnos nosotros. Utilizamos mascarillas, guantes y alcohol cuaternario para sanitizar las chapas, asientos y puertas, todo el interior", dijo.
1,5 metros es la distancia recomendada por el Minsal, que debe existir entre dos personas, debido a la crisis sanitaria.