Correo
Estallido social
No sé si somos más felices, más dignos, si mejoraron los sueldos, la salud, la educación. No tengo claro que algo se haya arreglado, pero yo me siento más viva después del 18 de octubre. Que ese espíritu no nos abandone y seamos capaces de conseguir un mejor país para todos.
Paola Castillo
Weño
¿Por qué un chileno de ascendencia mapuche va a las marchas con el weño, palo que se ocupa para jugar al palin o chueca y no tiene ningún problema? ¿A un chileno cualquiera que le gusta el béisbol se le aceptaría o, por el contrario, sería motivo de escándalo que fuera a las marchas con un bate? Y a un aficionado al tiro ¿se le permitiría que fuera con su escopeta?
En agosto pasado un carabinero fue atacado brutalmente por tres personas que participaban en una marcha en Temuco. Uno de ellos portaba un weño. La salvaje golpiza trajo como consecuencias heridas graves gravísimas al carabinero: fractura de clavícula , diversas lesiones en el rostro, pérdida de piezas dentales y triple fractura de mandíbula al ser golpeado con el weño. A principios de octubre fueron detenidos y formalizados: un adulto de 21 años y dos adolescentes de 17 años. Estos últimos quedaron sólo con arresto domiciliario nocturno.
Lo anterior trae a colación el sesgo antipolicial de los DD.HH.. ¿Por qué una golpiza grave a un carabinero no genera las mismas consecuencias para los autores que si un carabinero empuja a un joven o choca con él cuando ambos van corriendo (dos versiones por aclarar) , el joven cae varios metros y resulta malherido? El mismo sesgo, antipolicial y - ¿por qué no sospecharlo, al menos? - populista, rápidamente aparece en los persecutores. Los individuos que dejaron grave al carabinero de Temuco no fueron acusados de homicidio frustrado como lo fue el carabinero involucrado en el caso del joven de Santiago.
José Luis Hernández Vidal
La bondad
Después de varios días de ausencia estoy de regreso en la ciudad y, de paseo por el parque, me he cruzado con usted: le he visto conversando, animado, con un chico particular, era un joven valioso, pero con una vida tan distinta de la suya.
He tenido la idea de que ha realizado un viraje decisivo. ¿Sabe en qué podía reconocerse? en sus ojos llenos de bondad: eran ojos abandonados al esfuerzo de la búsqueda. Lo que hace la bondad es obscuro, grave y magnífico y le sitúa del lado de la vida, sin interrupciones ni dudas. La bondad pretende que dos almas se cuchicheen mutuamente algo tan bello como doloroso y, al mismo tiempo, tranquilizador.
Podría seguir escribiendo, decir y seguir diciendo: no porque sepa, verdaderamente, muchas cosas, sino porque los acentos de su corazón, esos acentos profundos, nuevos, los percibo en lo más profundo de mi alma.
María Rosa
Cuarentena
Muchos hablamos de la cuarentena, debido a la contingencia que estamos viviendo. Sin embargo, no conocemos su origen y por qué se llama cuarentena, si en la práctica son 14 días. Se considera formalmente su origen, en Italia, siglo XIV, como medida de control de la peste negra que azotaba a Europa y que obligaba a los barcos y personas provenientes de Asia, a esperar cuarenta días para poder ingresar a las ciudades. La duración de la cuarentena se define según el periodo de incubación de la enfermedad. Actualmente es de doce días, pero se le agrega dos más, como de medida de seguridad.
Jorge Valenzuela Araya
¿Quién multa al Estado?
Se ha hecho público que la Superintendencia de Pensiones ha cursado severas multas a dos AFPs, una por problemas con su página web en el período de retiro de una parte de los ahorros previsionales, y a la otra por el contenido de una carta a sus afiliados.
Pero es imposible no preguntarse, cuál será la multa y quién la aplicará, por los días que la página del Servicio de Impuestos Internos estuvo caída en el proceso de pago de beneficios Covid y por haber pagado erróneamente a más de 400 mil personas que no tenían derecho a recibir dichos beneficios.
¿Se imagina usted, si las AFP hubieran pagado mal a ese número de afiliados, cómo habría sido el escándalo?
La vara con que el sistema político mide a las instituciones del estado que ellos administran es claramente distinta con la vara con que miden al sector privado, que produce, que genera riqueza y desarrollo.
Es claro qué es lo que anda mal.
Eduardo Jerez Sanhueza