Pensiones de alimentos
A propósito del retiro del 10%, 99 mil personas solicitaron la retención del dinero por obligaciones impagas, revelando un problema que permanecía escondido. En un país donde más del 70% de los hijos está naciendo fuera del matrimonio, se requieren cambios legislativos y educativos para resguardar el interés superior de los niños.
Nadie se esperaba que el retiro del 10% de los fondos en las Afps dejara en evidencia un complejo problema que afecta a miles de madres y niños en Chile: la negativa de padres a pagar pensiones de alimentos. Más allá de las demoras de las Afps y el Poder Judicial para ejecutoriar de una vez por todas las retenciones, y que así por fin los demandantes puedan obtener algo de lo que se les adeuda, las cifras dejaron en evidencia que este es un problema del país, un problema con causas culturales, en que muchos hombres simplemente se desentienden de su responsabilidad.
Según cifras del Poder Judicial, el 86% de quienes son demandados el tribunales de Familia siguen siendo deudores de pensiones de alimentos. La deuda de todos ellos suma más de $180 mil millones. A nivel país, por ejemplo, 99 mil personas solicitaron la retención del primer retiro del 10% a deudores de pensión.
La Región de Antofagasta es una de las que tiene, en relación a su tamaño, más solicitudes: 11 mil. Y aunque haya algunos casos de mujeres deudoras, son la excepción: 9 de cada 10 deudores son hombres.
La investigadora y asistente social de la Universidad Católica de Chile, Fabiola Cortez-Monroy, analiza algunas causas respecto a porqué hay tantos hombres que se niegan a pagar. Entre ellas hay algunas administrativas, como las dificultades para notificarlos, problemas para calcular la capacidad económica del deudor, plazos muy prolongados para imponer apremios, y otros. Pero de fondo está la creencia generalizada de que la mujer, por su rol, debe encargarse de los hijos. "Evadir esta responsabilidad es, por tanto, también cultural, vinculado a la raigambre machista de nuestro país que deja el cuidado principalmente a las mujeres", dice la académica.
En un país donde más del 70% de los hijos está naciendo fuera del matrimonio, se requieren cambios legislativos, pero también educativos, que vayan orientados al resguardo del interés superior de los niños. Niños y jóvenes crecen en vulnerabilidad producto de este problema, con una clara desventaja que los puede marcar para toda la vida.