El mástil
No he podido olvidarlo. Aunque era un trozo de madera, para mí tenía mucho significado. Me lo donó Xi Wan, hijo el "chino" Eugenio, último propietario del local de la Sociedad de Veteranos del 79. Fue -por largos años- el mástil donde ondeaba el pabellón chileno. Tricolor al que rendían honores los últimos veteranos de la Guerra del Pacífico, con quienes compartimos cuando estudiábamos en la Escuela 12, una cuadra más al sur.
Cuando echamos a andar la Escuela del Campamento "Venceremos", hicimos un monolito y empotramos el histórico mástil de pino oregón, de seis metros de largo. Corría 1971 y dicho establecimiento tenía -además de dicho asta- una campana que había sido de un ring. Ambos elementos eran simbólicos y se les apreciaba por ello.
Pero nada habría de durar. El año 1975 se efectuó un operativo cívico-militar, actividad que significó varias mejoras en las modestas instalaciones de la escuelita y brindó atención a muchos pobladores del sector. Pero alguien contó la historia del mástil y su tremendo significado histórico…. Y despertaron los apetitos en los uniformados.
Por la tarde, el monolito desapareció de su lugar original… Nos preocupamos, porque el lunes venidero no podríamos izar el pabellón patrio. Pero no fue así, aunque para nuestra desventura: Un plinto de hormigón, (aún con el tableraje) servía de base a un mástil de fierro redondo de dos pulgadas de diámetro, pintado de blanco, con una driza de algodón atada a una cornamusa. Escritas con tiza, había instrucciones de no emplearlo, en tanto el hormigón no fraguara.
El lunes siguiente izamos el mismo pabellón en el nuevo asta. El viento de siempre se negó a soplar. El tricolor parecía avergonzado- Los niños se dieron cuenta que algo pasaba…La bandera no quiso flamear. Hasta el sol se escondió tras grises nubarrones.
La escuela era otra. Así se sentía.
Aún recuerdo el grito de los alumnos, extrañados por el nuevo mástil:
¡Profesor… Nos cambiaron el palo de la bandera…!
Jaime N. Alvarado García , profesor normalista, periodista, escritor