"Soy muy feliz interpretando mi violín"
ANTOFAGASTINIDAD. Daniela González Moll, violinista y estudiante de Derecho.
Daniela Valentina González Moll, 25 años, nació en Santiago, pero era una niña cuando llegó junto a su familia a Antofagasta y en esta ciudad su infancia fue marcada por los estudios del violín.
"Comencé muy pequeñita a la edad de 7 años y a pesar de ser una disciplina muy difícil, me resultaba muy entretenido. Cuando hacia bien la lección, la profesora pegaba un sticker de carita feliz en mi estuche y yo saltaba muy contenta".
¿Cuál es la principal enseñanza que te dejaron tus padres?
- Siempre seguir intentando, ser perseverante, nunca rendirse y lo importante que es el apoyo.
Ustedes seguramente más de una vez han pasado por el mall, ahí me pueden ver junto a mi mamá. El amor de una madre es infinito.
Estás estudiando leyes e interpretas violín. ¿Cómo es esa mezcla?
- Parecen disciplinas muy distintas. Una llena de arte, creatividad, vida, y por otro lado un estudio bastante rígido y quizás lo que llamamos aburrido, sin embargo tienen más en común de lo que uno cree.
El lado bonito de la música es creer que el intérprete está en un estado meditativo, en un goce iluminado y disfrutando de sus notas de forma muy fluida y sencilla, sin embargo detrás de eso hay horas, días, años de práctica no precisamente de melodías hermosas, sino que los ruidos más feos y molestando a los vecinos.
Una práctica constante, comúnmente monótona de repetir el pasaje hasta que está logrado. Se aprende a perfeccionar lo que ensayas una y otra vez para luego exponerlo ante el público.
En el derecho se estudia de la misma manera. Es muy importante el conocimiento, pero también la forma de expresarlo, mientras más fluido y natural, mejor. El abogado debe cautivar a la audiencia con su elocuencia. Así una prueba oral no es muy distinta a un recital. Concéntrate, exprésate.
¿Cuál es la obra que más te gusta interpretar y por qué?
- Hay muchas obras que me gustan por los recuerdos emocionales que traen a mí. Momentos inolvidables. La que más emociona por recuerdos es "canción de amor de Eduard Elgar", Ahora si me preguntas cuál es la que más me gusta interpretar es concierto nº 9 de Beriot, ya que es muy difícil, apasionado y tengo que ensayarlo.
¿Qué te gustaría que los demás supieran de ti?
- Que me encanta lo que hago y que a la gente le guste. Yo soy muy feliz interpretando mi violín para la ciudad, lo hago con mucho respeto y lo mejor que puedo para compartir todos mis años de estudio. Es muy importante para mí darle valor al arte. Mi sueño es que todo niño pequeño en Antofagasta sepa que es un violín, su sonido y lo hermoso que es. Nada de eso lo podría lograr de otra manera y estoy muy contenta de ello. Me encanta que la música no se quede encerrada en teatros o secuestrada por la Internet como algo ficticio, sino que esté aquí, es absolutamente física, esta viva y directamente en frente de ti para percibirlo con tus sentidos.
¿Cuál es el espacio de la región que más te gusta?
La ciudad de Antofagasta es hermosa, nuestra costa no tiene nada que envidiar a otros lugares preciosos. El borde del mar es maravilloso, cada día la naturaleza nos da un espectáculo con los atardeceres bellísimos. Hay una costa enorme, se puede andar en bicicleta desde el norte hacía el sur. Pero un lugar en concreto diría el balneario de Antofagasta. Siempre voy allá a mirar el atardecer cuando puedo.
¿Qué libro recomiendas y por qué?
- Tengo un detalle con eso. Durante mi educación formal no me resultaron malos los libros, pero realmente no lograron cautivarme. Las lecturas obligatorias socavaron mi interés en la lectura. Tengo lo que se llama la temida mala relación con los libros. Soy muy exigente en lo que me gusta, muchos libros para mi venían siendo muy impuestos.
Eso no ha obstaculizado en que soy una persona estudiosa y no he tenido problemas con la lectura para estudiar. Pero, la lectura recreacional es un asunto distinto. Encuentro que la educación actual si bien logra niveles educativos al obligar ciertas lecturas, mata un poco el interés propio que pudiera nacer en los jóvenes y adolescentes, y esto es más grave en educaciones religiosas. Es mucho el interés de educar a los jóvenes y de advertirles de los problemas de la vida, los riesgos de todo tipo, pero esto resulta nocivo también, se ocupa la lectura para la prevención y no para generar el gusto.
Actualmente tengo mucho que estudiar por mi carrera, pero me gustaría buscar más adelante, lecturas que fueran ahora si para mi intelecto.
¿Qué debiéramos aprender las personas, que no enseñan en ninguna parte?
- Si bien todos pueden estar educados en casa y colegio, nunca falta enfatizar en las cosas fundamentales, el respeto siento que es algo qué hay que ejercitar a diario y a veces parece algo olvidado. Hay que respetar siempre todo. Las personas, medioambiente, los animalitos, y uno mismo también.