Expertos analizan el fenómeno de la baja participación en elecciones
APATÍA. En la región sólo votó el 2,7% de las personas habilitadas y en Ollagüe ni siquiera se constituyeron las mesas. El quiebre entre ciudadanos y partidos sería el principal factor que alejó a los votantes.
Tras las elecciones primarias de alcaldes y gobernadores regionales del domingo, la reflexión y el análisis se centró en el bajo número de personas que acudió a sufragar, y que se contrapone con lo ocurrido en el plebiscito del 25 de octubre.
De acuerdo a los últimos datos publicados por el Servel, con el 100% de los votos escrutados, a nivel nacional sólo votó el 2,89% de los ciudadanos habilitados, y en la Región de Antofagasta el porcentaje de participación fue de un 2,7% (acudieron a las urnas 12.599 personas de un universo de 467.108).
La comuna en que más gente fue a votar en la región fue Mejillones, con 4,3%, y la que menos participación tuvo fue Ollagüe, que registró 0% debido a que no logró constituirse ninguna mesa.
Análisis
Para el sociólogo y analista político, Darío Quiroga esta baja participación "es una demostración más de la crisis, yo diría profunda, casi terminal, del actual sistema político chileno", y agrega que si no se produce un cambio en este sentido, "la ganancia que se hizo después del estallido social, que desembocó en el proceso de la nueva Constitución, se puede un poquito al tacho de basura".
Quiroga señala también que un factor a tener en cuenta, es que la ciudadanía acude a votar cuando siente que puede cambiar cosas. "El caso más claro fue el 25 de octubre, en que la gente se paró y fue a votar porque entendió que esa elección era capaz de cambiar cosas y fue una votación histórica en Chile, en contexto de pandemia con todo lo que eso implica, con todos los temores", puntualizó.
Otra de las reflexiones que entrega el sociólogo es que las personas desean respuestas a sus distintas demandas sin intermediarios.
En este sentido -precisa- lo que se necesita "es ser capaces de construir espacios de democracia directa, es decir, no solamente que la gente sea convocado a votar para elegir alcalde, diputado o Presidente cada cuatro años, sino que sea convocada cotidianamente a decidir sobre cosas centrales que le hacen sentido".
Un nuevo camino
Felipe Vergara, analista político de la Universidad Andrés Bello (Unab), señala que la baja participación en las elecciones primarias legales deja mal parado a todo el sistema, e incluso se pregunta sí aún se justifican este tipo de procesos, considerando su costo para el Estado.
"Se trata de elecciones políticas, hechas por políticos y para elegir a sus propios representantes. Dada la débil imagen ciudadana que poseen los partidos, se hace evidente que, al menos para elecciones regionales y comunales, es mucho más lógico buscar un camino diferente", detalla.
Para el diputado José Miguel Castro (RN) es "muy triste ver a una ciudadanía empoderada en muchas áreas, pero no en las votaciones que representan nuestra democracia".
El parlamentario destacó que las elecciones del domingo pasado, "definieron a quiénes serán mañana los gobernadores regionales, los alcaldes y distintas autoridades ", y dijo esperar que en las próximas votaciones "seamos capaces de convencer a la ciudadanía y que de una vez por todas Chile sea un país con mayor participación en la libre elección de nuestros representantes".