"Ni (Daniel) Jadue ni (Joaquín) Lavín representan a la mayoría de los chilenos"
El ingeniero comercial Alberto Undurraga Vicuña le saca brillo a su experiencia como alcalde de Maipú de 2004 a 2012 y como ministro de Obras Públicas en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, asegurando que ambas tareas le aportaron una mirada distinta de los desafíos que enfrenta el país.
Undurraga es precandidato DC a la Presidencia de la República, un desafío mayor donde dice ya contar con el apoyo de los alcaldes y alcaldesas de su partido, y al cual espera sumar nuevas fuerzas.
¿Cuál es el papel que cabe a la DC, como fuerza ligada al centro político, en los desafíos del país?
- La gran mayoría del país queremos transformaciones sociales, que sean concretas y sustantivas, que se hagan con participación, dándole más poder a las regiones y con desarrollo para todos y todas.
La Democracia Cristiana tiene la obligación de construir una mayoría junto a otros partidos e independientes para representar a los millones de chilenas y chilenos que quieren transformaciones sociales, con participación y con desarrollo. Ni (Daniel) Jadue ni (Joaquín) Lavín representan a la mayoría de los chilenos.
¿Cómo definiría el clima político que existe actualmente en Chile?
- El 25 de octubre empezó una nueva etapa de la historia de Chile. Lo principal del 25 de octubre es que tenemos todos la posibilidad de construir un país justo para todas y todos. Nunca antes estuvimos tan cerca de lograr políticas igualitarias para todos y todas. Nuestro programa de gobierno será coherente con ello, en cada uno de los temas como paridad, pensiones, salud, educación, descentralización. En ese sentido se parece mucho al espíritu post 5 de octubre de 1988. Por supuesto ello genera tensiones, como se generaron en 1988 y años siguientes. Pero lo fundamental está en que iniciamos una nueva etapa de mayor igualdad que será positiva para el país.
¿Qué espera de la nueva Constitución?
- Lo principal es que sea una Constitución que todos y todas la hagamos propia, y en ese sentido la regla de acuerdos por 2/3 es muy positiva y es esencial en el proceso constituyente.
En contenidos, espero tengamos una Constitución que garantice derechos sociales como salud, pensiones, educación, vivienda, seguridad. Que establezca la paridad en el país, que le dé más poder a las regiones, y que establezca el agua como bien nacional de uso público.
En cuanto al régimen político e institucional, el presidencialismo excesivo debe cambiar, y debemos mantener la autonomía de las instituciones, como Contraloría y el Banco Central.
¿Qué opina de la propuesta de Alejandro Guillier de adelantar elecciones, en una especie de reseteo de la clase política?
- No estoy de acuerdo con Guillier. El gobierno es pésimo, el apoyo es bajísimo, el rechazo alto y ahora provoca con envío al TC proyecto del 10%. Pero la democracia debemos cuidarla, y parte de ello es respetar las reglas, el gobierno fue electo por 4 años y eso debemos respetarlo. En el intertanto, junto al rol de oposición en el parlamento, debemos construir una alternativa de mayoría.
¿Comparte las críticas al actual parlamento, en el sentido que el del populismo y la ligereza con que se actúa?
- Se abusa de la palabra populismo catalogando de populista a todo el que no piense igual al gobierno. Creo que requerimos un programa de gobierno que plantee transformaciones sustantivas y concretas, y al mismo tiempo responsables y financiadas. Ello es posible.
¿De dónde surge su interés en ser opción presidencial?
- He estado recorriendo el país desde hace unos años, muchas veces estuve acá en la Región de Antofagasta. Ya había recorrido Chile varias veces también cuando fui ministro de Obras Públicas, y conozco las necesidades de las distintas regiones, de las ciudades y de los sectores rurales, como también las potencialidades del país. Antes de ello fui alcalde, experiencia que uno no olvida nunca, por la cercanía a la comunidad, el sentido de urgencia para resolver los problemas y la participación, marcando un sello de trabajo donde es más el tiempo en el terreno que en la oficina.
Por todo ello, aspiro a liderar un proyecto transformador, que construya una mayoría para gobernar Chile e impulsar los cambios que se requieren de manera colectiva.
Me alegra que me estén apoyando ya la mayoría de los alcaldes y alcaldesas DC del país, porque los alcaldes son quienes más saben escuchar.