Agencias / Redacción

Ayer comenzó oficialmente la cuenta regresiva de la selección chilena de balonmano en su camino hacia el Mundial de Egipto 2021 con la entrega de la nómina oficial de 20 jugadores nacionales que representarán al país en la cita planetaria del próximo año.

Fue el entrenador español de la Roja, Mateo Garralda, cuatro veces seleccionado olímpico de su país y dos veces elegido mejor lateral derecho en los mundiales de 1993 y 2005, quien oficializó la convocatoria, donde el nombre del retirado excapitán de la Roja, Marco Oneto, sobresalió en un listado que incluye a los arqueros Felipe García, Felipe Barrientos y Vicente González; los primera línea Emil y Erwin Feutchman, Arian Delgado, Diego Reyes, Víctor Donoso, Aaron Codina, Rodrigo Salinas, Daniel Araya y Julio Baumann; los extremos Sebastián Pavez, Benjamín Callejas, Sebastián Ceballos y Harald Feutchman; y los pivotes Javier Frelijj, Esteban Salinas y Benjamín Illesca.

"Estoy muy ilusionado con el Mundial. Creo que llegamos en muy buena forma, así es que espero que hagamos un buen torneo, sobretodo preparando el preolímpico", señaló ayer Emil Feutchman, uno de los seleccionados por Garralda, quien hace unos días, en una entrevista que concedió a los organizadores del Mundial, apostó por una buena presentación de la selección en territorio africano, pese a que no son los favoritos. "Creo que, a lo menos, estamos en condiciones de ganar un partido en la fase de grupos", dijo el también hermano de Erwin y Harald.

"Este será un torneo distinto, con 32 equipos, y podría decir que ya con estar entre los 16 mejores sería algo bueno", remarcó Emil, el actual capitán del combinado nacional e integrante de los equipos que mejores resultados han obtenido en las citas planetarias, en 2017 y 2019, y jugador del Ademar León de España.

Para su hermano menor, Erwin, lo rescatable de la participación chilena en la cita de Egipto será "competir, aunque creo que la mejor parte de estos eventos es poder ganar".

Habitual en mundiales

La sexta participación del combinado nacional en mundiales de la categoría, donde han estado de manera consecutiva desde el 2011 (en Suecia), tendrá un proceso de preparación que incluirá tres a cuatro partidos amistosos antes del estreno, del 13 de enero, con Egipto, en el duelo inaugural del evento, donde el representativo chileno integrará el Grupo G junto a Suecia y República Checa.

La Roja viajará el próximo lunes 28 hasta la capital de Macedonia, Skopje, donde tendrá partidos amistosos con la selección local y a los equipos de RK Vardar, RK Metalurg y RK Eurofarm Pelister.

El capitán de la selección argentina de rugby, Pablo Matera, hizo ayer un mea culpa en una entrevista a L'Equipe de Francia, donde dijo sentirse "avergonzado, afectado y herido" por la polémica generada por la difusión de antiguos mensajes de odio en su cuenta de Twitter y que llevaron a su suspensión temporal.

"Sentí vergüenza. No podía imaginar que los había escrito yo. Fui a ver todo lo que había escrito e incluso los que no tenían ninguna connotación me avergonzaron. Vi hasta qué punto era inmaduro", dijo Matera, quien en su país fue duramente criticado sus dichos.

En una de sus primeras declaraciones tras la controversia, Matera dijo sentirse aún "afectado y herido" por el impacto que esta historia ha tenido también en su familia.

La Unión Argentina de Rugby (UAR) suspendió a principios de diciembre a Matera y a otros dos jugadores del quince nacional luego que varios mensajes racistas y clasistas publicados entre 2010 y 2013 salieran a la luz.

Sin embargo, 48 horas después, y en medio de especulaciones de presiones de los propios jugadores, la UAR revocó su decisión al valorar una actitud de colaboración y arrepentimiento de los involucrados.

"En esos años era rebelde, hacía muchas tonterías. Bromas entre amigos que nunca debieron salir de ahí", agregó el arrepentido Matera.

El entrenador de Colo Colo, Gustavo Quinteros, prefirió salir ayer a aclarar sus polémicas declaraciones, luego de la posibilidad que abrió el fin de semana la ANFP de pasarlo al Tribunal de Disciplina por sus críticas al arbitraje y el uso del VAR en el empate ante Universidad Católica.

"A veces se entiende distinto lo que uno quiere decir, yo me referí a la falta de claridad que hay en la interpretación de los criterios que usan los árbitros cuando se cobra un penal o cuando se llama al VAR", aclaró el estratega en "Al aire libre", de radio Cooperativa, donde enfatizó que "por ahí usé mal la palabra de oscuro, pero lo que falta es claridad en las decisiones que se toman en el VAR. Yo confío en los árbitros, pero digo ¿por qué no se revisan todas las jugadas? No acuso a nadie ni digo nada en contra de la ANFP", aseveró.

"A nosotros los técnicos nos gustaría una charla explicativa de parte de los árbitros para saber a qué atenernos", cerró el entrenador albo.