Para la mayoría de los locales gastronómicos, la noticia del retroceso de Antofagasta a la fase 2, fue un balde de agua fría directo en la espalda. Tras casi dos meses de repunte económico y la esperanza de volver a alcanzar nuevamente la estabilidad, al empeorar las cifras sanitarias de la región volvieron las restricciones.

Ahora, y de acuerdo al plan Paso a Paso, todos los locales gastronómicos deberán trabajar solo de lunes a viernes, con atención de público solo al aire libre (o terraza), y con un aforo que no sobrepase el 25% de su capacidad total.

La situación explicó el administrador del restorán Raconto, Andrés Zamora, obliga a tener que tomar medidas extremas como tener que "congelar" nuevamente el empleo de sus trabajadores.

"A nosotros nos afecta mucho esta determinación; para no ser exagerado, diré que nos afecta en un 80%, porque finalmente nuestra capacidad se reducirá a un 20% de atención a público. Solo nos queda esperar, entendiendo que la culpa del retroceso fue de todos nosotros", dijo.

Respecto a cuál será la estrategia de ventas a partir de ahora durante esta fase, el administrador explicó que "creo que podría volver un poco a lo que estábamos haciendo antes, congelar los empleos, reducir costos y eso. Vamos a retroceder en todo lo que habíamos avanzado, pensando en hacer cambios a futuro, esperando que el nuevo cambio de fase sea mucho más productivo".

Acotó que "ojalá la gente aprenda la lección, aun no sabemos, aun nos queda pandemia".

Efectiva

Sobre el punto, el dueño del restorán Amares, Pablo Godoy, explicó que la medida, más allá de perjudicar a los restoranes, no servirá de mucho mientras no se controlen las aglomeraciones en el centro.

"La fase 2 nos complica a todos, porque nos quita el fin de semana, lo que para muchos locales significa por lo menos el 50% de la venta mensual. Entonces nos complicamos por que si bien el delivery puede ser una opción, no justifica a todos los trabajadores que uno contrata al abrir un restaurante (garzones y bartenders)", precisó.

Acotó que a su parecer, la medida puede ser un poco dura con los restoranes, ya que no son estos comercios la fuente de los contagios.

"No sé qué tantas mejorías vamos a tener en fase 2, más allá del hecho de que nuestros rubros se vean perjudicados, porque donde están los focos, que es en el mall y el centro, la gente va a salir igual, solo que de lunes a viernes. Al final, esta es una medida que nos perjudica mucho", precisó.

Una opinión similar manifestó Ricardo Zapata, administrador y dueño del restobar Koh, en Mall Plaza, quien sostuvo que es muy posible que parte de su personal part-time, tenga que dejar de trabajar.

"Esto nos afecta desde el toque de queda, porque nos pega en la cena, y quedamos solo con el almuerzo. Ahora además tampoco tenemos fin de semana, ni festivos, lo que complica todo mucho más. Por lo menos nosotros tenemos algo de flujo por el mall, pero esto claramente disminuye seis u ocho puestos de trabajo, principalmente por garzones y turnos part-time de fin de semana", comentó.

Comercios secundarios

María Alejandra, administradora de la barbería Sir Camel, explicó que el retroceso supone ciertos desafíos para aquellos comercios, que como el de ella, no son de primera necesidad.

"Es bueno que en esta ocasión podamos trabajar, aunque sea de lunes a viernes. Lo malo es que es el fin de semana es nuestro fuerte, estábamos trabajando de lunes a lunes para poder repuntar y llegó esto. Dejaremos de atender cerca de 200 personas en ambos días", dijo.

Agregó que "igual pienso que la gente, con todo esto, comenzará a moverse más en la semana".

Una opinión similar manifestó la administradora del café y pastelería Mr. Churro, Cathy Olave, al explicar que cada vez se vuelve más complejo trabajar. "En algún momento solo logramos sobrevivir gracias al delivery. Posteriormente llegó la fase 3 y logramos repuntar y cuando nos estaba yendo mejor, pasa esto. Pero soy positiva".