"Cualquier llamado a alterar la rendición de la PTU es un atentado contra sus propios compañeros"
El titular del Mineduc aborda el nuevo proceso que comienza esta semana con la Prueba de Transición y los fantasmas del boicot, explica por qué ha insistido tanto en el regreso a las clases presenciales en pandemia y dice que solicitó a Enrique Paris que los profesores y asistentes de la educación tengan prioridad para vacunarse.
el ministro raúl figueroa ha sido férreo defensor del regreso a las clases presenciales.
Raúl Figueroa asumió como ministro de Educación el 28 de febrero del 2020 en reemplazo de Marcela Cubillos, cuando el coronavirus era detectado dentro de las fronteras de Chile y según los cálculos optimistas del gobierno, en caso de llegar, no tardaría más de dos meses en ser controlado. El resto de la historia es conocido. Prácticamente no hubo clases presenciales en todo el año y se espera que al menos gran parte del primer semestre de este recién iniciado 2021 será muy similar.
Fiel a lo que fue su discurso para regresar a las clases presenciales, quiso que esta entrevista fuera presencial. El secretario de Estado es uno de los principales promotores del valor de las clases en el aula y ya anticipa que en marzo serán muchos los colegios que intentarán volver a reunir físicamente a profesores, asistentes de la educación y estudiantes.
-Ministro, ¿en qué momento se dio cuenta de que esto iba a ser más larga que dos meses?
-Llegué al cargo el 28 de febrero, pero conocía el ministerio, porque era el subsecretario. Pero a esa fecha ya estábamos viendo que venía el covid. El gobierno y el Presidente, en particular, ya se habían preparado con fuerza para enfrentar esto desde el punto de vista sanitario, pero la suspensión de clases presenciales fue una cuestión que se gatilló muy rápido, porque se resolvió en un fin de semana. Eso nos obligó a tomar rápidamente muchas medidas específicas. De hecho, nadie en el mundo estaba preparado para algo así, menos aún el mundo educativo. El sistema educacional, por definición, en todas partes del mundo tiene a la presencialidad como su principal eje. Por lo tanto, eliminar eso en términos absolutos fue una decisión sanitaria a la cual tuvimos que adecuarnos muy rápido. Es parte del balance ver la capacidad de reacción que se tuvo para enfrentar la pandemia. Al día siguiente tuvimos disponible la plataforma Aprendo en Línea, que se diseñó para poder acompañar todo el proceso de educación a distancia. Se cambió toda la logística de entrega de alimentación a los colegios, se complementó la plataforma con material especialmente diseñado para los establecimientos más aislados, que no tenían suficiente conectividad. Se adecuó el currículo para darle más flexibilidad acorde a las necesidades de la pandemia. Se incorporó la televisión como una herramienta muy potente de acompañamiento y también de complemento del aprendizaje, entre muchas otras iniciativas que apuntaron al principal objetivo que era darle continuidad al proceso formativo y mitigar al máximo los efectos negativos del covid, que en la práctica se traducen en un lamentable incremento en las brechas de aprendizaje, un deterioro en los aprendizajes, una afectación relevante en el desarrollo socioemocional de los jóvenes y un inminente riesgo del incremento de la deserción escolar.
-¿Cómo se va a compensar esa brecha?
-Es bien interesante cómo se ha abordado en todo el mundo. Primero, se trabajó sobre la base de proyecciones, de cuáles serían los efectos del covid, y todas apuntaron a que lamentablemente las brechas de aprendizaje se iban a incre-
"Del orden de 80 mil niños y jóvenes podrían abandonar el sistema escolar como consecuencia de la pandemia. Pero hemos tomado medidas desde mediados de año para disminuir al máximo ese fenómeno".