Salar del Carmen y su inevitable desaparición (Parte II)
"Desde las oficinas de elaboración de salitre salía el ferrocarril a diversos puntos de las calicheras circundantes". Rodrigo Castillo Cameron, Presidente Los Viejos Estandartes® Antofagasta
El 19 de marzo de 1869 quedó fundado el establecimiento que la compañía había levantado en el Salar del Carmen, parecía una extensión artificial de la pequeña ciudad que aún estaba en formación, si bien el viento existente en el área presentaba ráfagas intermitentes muy fuertes no era impedimento para trabajar en el Salar del Carmen, era un lugar con aires muy pampinos.
El personal superior de empleados, jefes e ingenieros, estaban bien instalados. El edificio principal o casa administración, todo de madera, tenía un buen número de habitaciones con todas las comodidades necesarias, incluso cosa desacostumbrada en las salitreras de ese tiempo y aún después, un pequeño salón de lectura provisto de una biblioteca. Entre 50 y 60 casas de adobe para los trabajadores y sus familias; una bodega y un despacho para mercaderías, un corral de 68 mt de largo y 26 mt de ancho; seis pozos para sacar agua de 33 mt de profundidad más o menos cada uno; dos máquinas de vapor con fuerza de 12 y veinte caballos que sirven para el uso general del establecimiento, 2 estanques de agua dulce de cinco mil galones cada uno, 4 estanques para depósito y purificación del agua para las calderas con seis mil galones cada uno.
La oficina de elaboración de salitres ocupaba alrededor de 200 trabajadores, que ganaba cada uno cerca de 30 bolivianos al mes, y producía diariamente quinientos quintales de salitre. Contaba además con 6 u 8 calderos de calefacción, 64 bateas para la cristalización, 2 cigüeñas móviles, 6 "chullidores", 3 cachuchos para la lixiviación del material y 6 carros en los que se acarreaba el ripio (los desechos, formados principalmente por la borra).
Se agregaron más tarde el estanque para la disolución con agua fría y los evaporadores. El caliche era triturado en máquinas "Blake" (tipo de chancadoras adoptado también en Tarapacá y después de uso universal en la Pampa).
Todo el dispositivo para la dulcificación del agua y producción del salitre se encontraban montados sobre una estructura de madera elevada a 6 mt del suelo; hasta esa altura, "sube el ferrocarril por un terraplén por el que ascienden los carros cargados de caliche, tirados por un cable de alambre merced a la fuerza del vapor que es el agente empleado para mover las bombas en todo el establecimiento".
Existía, también, un edificio dedicado a botica, laboratorio de ensayos y análisis químico. Todas las habitaciones estaban equipadas con los elementos requeridos para uso de los trabajadores y empleados.
Desde las oficinas de elaboración de salitre salía el ferrocarril a diversos puntos de las calicheras circundantes, en una extensión de 6,5 km de largo, de norte a sur, y dos de este a oeste. La línea era traficada diariamente por 24 carros.
También estaba la estación de F.F.C.C. Salar del Carmen, funcionaba con una oficina emplazada en un terraplén de 36 mt de largo por 10 mt de ancho, un tornamesa y bodegas que se ubicaban justo atrás de la estación, Antofagasta estaba conectada con él Salar por líneas que recorrían desde la estación de calle Bolívar, y subía por la quebrada de Mateo hoy La Negra.