Comercio, empleos y cuarentena
Como es sabido, hoy partió la cuarentena en la capital regional y Mejillones, lo que significará un enorme perjuicio para una actividad altamente sensible. Es de esperar que las personas y familias privilegien y cuiden los pequeños almacenes y negocios familiares, de los que dependen miles de puestos de trabajo. La situación será muy complicada.
Unos 40 millones de empleos se destruyeron a nivel global entre marzo y julio de 2020 a causa de la crisis del coronavirus y Chile, lamentablemente, fue el tercer país más afectado en términos del porcentaje involucrado (21% entre marzo y julio), solo superado por otras dos economías latinoamericanas: Perú y Costa Rica.
El impacto fue tremendo, por el cierre obligado de pequeños y medianos negocios, a lo que se sumaron restaurantes y otras alternativas que son grandes creadores de puestos de trabajo.
La amenaza que se abre a partir de hoy, con el inicio de una nueva cuarentena que podría extenderse por hasta 30 días, es muy complicada, peor aún cuando se trata de una situación evidentemente injusta: ni estos locales, ni los sitios de venta de comida, son los causantes de la pandemia o los grandes episodios de contagio. Definitivamente estos deben buscarse en situaciones ilegales como las fiestas realizadas en casas particulares o los atolladeros que significaron enormes cantidades de vendedores ambulantes, entre otros, los que jamás fueron fiscalizados y menos sancionados.
Es cierto que ellos están en una situación desmejorada y difícil, sin embargo, los comerciantes establecidos también.
El presente nos dice que la tasa de desocupación regional fue 10,2%, en el período septiembre- noviembre de 2020- aumentando en 3,0 puntos porcentuales respecto a igual periodo del año anterior. Pero el indicador empeora al cruzar el desempleo con la fuerza de trabajo potencial (personas en edad de trabajar que salieron de la fuerza laboral) y allí la cifra afecta al 23%.
Un asunto que debe calibrarse es que el Comercio ocupa el 17,2% de los trabajadores de nuestra región, es decir, 50.036 personas (mismo trimestre) y el sector perdió en un año 8.921 puestos, seguido de Hoteles y Restaurantes que disminuyeron en 8.423. La región en un año ha perdido 22.167 puestos de trabajo, lo que confirma el golpe acarreado por la pandemia.
Es de esperar que las autoridades estén conscientes de este escenario y apliquen las políticas adecuadas para una actividad fundamental para el país.