Comercio advierte que cuarentena puede ser un golpe de gracia para varios negocios
PROBLEMA. Restoranes y comercio de segunda necesidad entre los más afectados. Acusan que están "pagando los platos rotos" por irresponsabilidades que no son su culpa.
La recuperación financiera que trajo las fiestas de fin de año para muchos locales dentro del rubro gastronómico y comercio secundario en la ciudad, fue apenas un "veranito de San Juan", tras el anunció de una nueva cuarentena para Antofagasta, a raíz del empeoramiento de los indicadores sanitarios.
Los perjuicios económicos que muchos de estos comercios arrastran desde el año pasado (tras el inicio de la pandemia, estar meses sin poder abrir y experimentar dos cuarentenas previas), apenas empezaban a resolverse. La nueva restricción lo cambia todo.
Así lo explicó uno de los encargados y colaboradores del pub-restorán Toro Bravo, Osvaldo Encina, quien sostuvo que el retroceso a la fase 1 es un golpe que hoy se hace difícil de enfrentar.
"Nos estamos adaptando. Apostaremos nuestras cartas al delivery, para ver si con eso solventamos algunas cosas, la mayoría de nosotros estamos viviendo el día a día, aprovechando lo máximo que podemos lo que nos quedan. Tenemos que apretarnos el cinturón nuevamente, no hay mucha ciencia. Estamos luchando para no bajar los brazos, ya que todos queremos lo mejor para la gente y para el país. Hoy no hay mucho que hacer", dijo.
Gualo Domínguez, administrador de los restoranes Ciroko y Aurora, manifestó que la situación, por mucho que sea una medida necesaria, es injusta con el rubro, ya que afecta principalmente a aquellos comercios que sí se apegaron a las normas sanitarias, y en consecuencia, donde no se originaron los rebrotes.
El área gastronómica es la que ha sido más afectada, pese a que el contagio no se produjo en los restoranes.
"Estuvimos más de ocho meses cerrados y, pese a que volvimos a tener la oportunidad de abrir, cumpliendo con todas las medidas sanitarias, a cabalidad, tenemos que volver a sentir este golpe, que esperemos sea máximo por 30 días, ya que se pidieron préstamos para vivir estos meses y hay que pagarlos. Con eso se fue la ganancia", manifestó.
Agregó que "estamos tratando de no desvincular a nadie, viendo la posibilidad de realizar deliverys con los mismos trabajadores. Estamos viendo como reacomodar a los empleados, especialmente a los bartender y garzones, esperando que esto dure solo un mes como se promete".
Golpe de gracia
Sobre el punto, el presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, Antonio Sánchez, explicó que la medida ha sido el zarpazo final para muchos locatarios, quienes ya no pueden seguir aguantando la incertidumbre.
"Sorprende la cantidad de comercios que ya está con letreros de "cerrado", o de "se arrienda". Son comercios que ya no van abrir. Otros en tanto, que no diré cuáles, me han comentado que se van a adherir a la ley de quiebra, tampoco regresarán; algunos de ellos arrendarán sus locales. Hay una desesperanza y frustración generalizada que es gigantesca. He visto lágrimas, es una situación penosa", dijo.
"Platos rotos"
Agregó que son ellos quienes deben pagar los platos rotos durante el próximo mes, a partir de mañana (cuando comience la cuarentena a las 5 horas), cuando son otros los que provocaron el nuevo aumento de contagios. "El comercio establecido trató dentro de lo posible de mantener todas las normativas que impuso la autoridad, eran otros los lugares donde se estaban produciendo aglomeraciones y contagios, pero nos toca a nosotros nuevamente tener que aguantar".
Comercios secundarios
Quienes también vivirán días difíciles a corto plazo, son aquellos comercios de segunda necesidad, quienes ni siquiera podrán operar como delivery durante la cuarentena.
Oscar es dueño de una tienda growshop en el casco central. Al igual que el resto de los comerciantes, la ha pasado mal y advierte que en esta nueva cuarentena seguirá funcionando, no de manera presencial, pero sí con delivery. Según explica no puede darse el lujo de dejar de trabajar.
"Vamos a trabajar desde una casa. La gente que pueda, llegará. Igual haremos pedidos delivery, pese a que no hay permiso para nosotros ya que no vendemos productos de primera necesidad... pero igualmente hice una ampliación de giro, para poder vender confites, esperando no tener problemas. La verdad es que es muy complicada la situación. No tengo de otra", sostuvo.
Una opinión similar manifestó Rosa, dueña de un café y pastelería en el centro. Como no podrá abrir, seguirán atendiendo con delivery, ampliando incluso su oferta.
"Tenemos que reinventarnos , no podemos quedarnos sin hacer nada, hemos tenido un perjuicio económico muy grande. Nos hemos estado preparando desde antes, entregándole nuestro contacto a los clientes, para que nos puedan pedir deliverys. Seguiremos con la pastelería, la cafetería y también con pan amasado. La idea es no despedir a nadie".