Jóven de 14 años falleció tras ser baleada en Mejillones
INVESTIGACIÓN. La adolescente no pudo recuperarse de la gravedad de la herida. Su madre pide justicia.
Era un martes normal en la vida de Ximena Garay, vecina de Mejillones. Un par de horas antes había salido con sus hijas al cumpleaños de un vecino en el sector del campamento.
Mientras caminaba de regreso a su casa en calle Serrano, junto a sus hijas, a una de ellas -Juanita- se le ocurre pasar a comprar una arepa. En eso se encuentra con un joven del sector, quien tras saludarla, y en circunstancias que aun son investigadas por la justicia, termina disparándole en el abdomen a quemarropa.
La joven moriría días después producto de las heridas internas. Su madre, en entrevista con este medio, exige justicia y mayor presencia policial, ya que la ciudad puerto se ha vuelto, explica, tierra de nadie (ver nota secundaria sobre la detención del imputado por este hecho).
¿Cómo ocurrieron las cosas, qué es lo que recuerda de ese día?
-Nosotros estábamos con ella, nos habían invitado a un cumpleaños de un niño chico y cuando veníamos de vuelta, a ella se le ocurrió ir a comprar una arepa, porque pasábamos por ahí (frente al macrocampamento), y fue en ese lugar donde ocurrió todo.
Ella cuando fue a comprar esta arepa, ve a este chico y se acerca para saludarlo, no sé qué hace este chico, algo hizo, un movimiento que no alcancé a distinguir, pero esa arma estaba cargada, porque cuando mi hija lo saludo, él hizo un gesto, no sé qué, y se le desgatilló el arma, y la bala fue justo al abdomen de mi hija y como el impacto fue tan cerca, la bala le destruyó todo adentro, la polera quedó con un hoyo negro del disparo.
¿Qué hizo cuando escuchó el disparo?
-Fue algo súper rápido. Ella cayó, la tomaron y se la llevaron al Hospital. Nos vinimos a Antofagasta y hasta ahora no nos hemos movido de acá. Estamos junto a mi familia, mi mamá, mis hijas, mis tías. Todos estábamos orando para todo esto pasara, para que se recuperara, pero esa bala le destruyó todo adentro. No pudo salvarse; entró a pabellón, hicimos todo, pero no fue suficiente.
Luego el médico me llama, yo estaba con mi esposo, y me dice "señora Ximena, hicimos todo lo humanamente posible, con todo la ciencia que teníamos, pero a su hija esa bala le dañó mucho, ni siquiera pudimos hacer un trasplante".
¿Cree que se pudo haber evitado?
-Sí, por supuesto, pero para eso es necesario una mayor fiscalización en los campamentos. Claramente no son todas las personas iguales, uno sabe que la mayoría viene a trabajar y a mandar plata a su país, pero no puede ser que tengamos personas armadas, todos sepamos quiénes son y la autoridad no haga nada, aquí Mejillones en ese sector se ha vuelto muy peligroso.
¿Cómo está usted y su familia después de todo esto?
-Todo esto está muy mal, le arrebataron los sueños a mi hija, tengo rabia, tengo pena, ira, todo, creo que me voy a morir de pena, porque me la arrebataron. Cumplía en julio sus quince años, ya teníamos su vestido listo, teníamos todo, ella tenía sus sueños, pero este sujeto me la arrebató y por nada, murió por nada.