La semana en que la variante brasileña hizo colapsar la capital de la Amazonía
PANDEMIA. La mutación del virus fue detectada por primera vez en la ciudad de Manaos. El horror de ver hospitales y servicios fúnebres desbordados y a los pacientes muriendo en sus casas sin tratamiento ni oxígeno, provocó un cacerolazo de auxilio.
Más de mil de personas murieron durante la última semana en Manaos, capital de la Amazonía donde se originó la nueva cepa brasileña de coronavirus. Ya no queda oxígeno para pacientes y los muertos siguen aumentando, mientras sus familias hacen fila para conseguir un certificado que permita darles sepultura.
Un equipo de técnicos en necrología y patología visitan diariamente y en cualquier punto de la ciudad los hogares donde se han registrado muertes por covid-19 para agilizar el certificado de defunción.
En la última jornada, Manaos registró 102 fallecidos por coronavirus. Los hospitales están colapsados, con pacientes muriendo por falta de oxígeno y los profesionales de la salud dedicados a salvar vidas.
Muertes en casas
La falta de asistencia en hospitales obligó a que los enfermos permanezcan en casa, donde la falta de tratamiento agiliza su muerte. Desde la tarde del viernes, familias con pacientes graves en casa hacen largas filas frente a una empresa privada de suministro de oxígeno, a la espera del producto agotado en el servicio público.
La situación elevó las muertes en los hogares de Manaos y en los últimos seis días este número aumentó 130%. "Esta semana hubo un aumento muy grande de fallecidos en los domicilios. Lo que se registraba en todo un mes, ahora se hace en una semana", aseguró Arlindo França, director del Centro de Emisión de Certificados de Defunción de la Secretaría Municipal de Salud.
Aunque las muertes se registran en toda la ciudad, buena parte de los casos se da al interior de familias de escasos recursos, que viven en condiciones precarias y que solo cuentan con el sistema de salud pública, al que no pueden acceder por la crisis.
La situación se complica en la noche donde, según França, ocurre el mayor número de fallecimientos. "Nuestro servicio solo funciona desde las 08:00 hasta las 18:00, y por el colapso, las funerarias ya no están recogiendo a domicilio los cuerpos para gestionar en los hospitales el certificado de defunción", explicó.
Entre lunes y viernes fueron sepultados en Manaos más de un millar de muertos y en total son más de seis mil con 226.000 contagiados.
Al igual que los hospitales, los cementerios no dan abasto y las filas de carros fúnebres a sus entradas enlutan aún más el panorama de caos que envuelve a la ciudad, que ya en la primera ola de la pandemia en 2020 fue trágicamente célebre por los entierros masivos de cadáveres ante el colapso de las morgues.
Cacerolazo
La noche del viernes, la tensa situación en Manaos generó una jornada de cacerolazos en todo el país, en protesta contra el presidente Jair Bolsonaro y en denuncia por su supuesta falta de gestión ante la pandemia, así como su negacionismo y el atraso en el inicio de la vacunación.
El mandatario anunció ese día un nuevo atraso de la logística para buscar dos millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca fabricadas en India.
"En este exacto momento está comenzando la vacunación en India, país con mil millones de habitantes. Entonces, se atrasó en uno o dos días hasta que el pueblo comience a ser vacunado allá", declaró Bolsonaro en referencia a la vacunación más grande del mundo, que comenzó ayer en India.
A través de redes sociales, organizaciones, movimientos sociales y varios partidos convocaron a una jornada de cacerolazos, acusando a Bolsonaro del colapso en Manaos, que se registró en ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Curitiba y la capital Brasilia.
El mundo mira atento el colapso en la Amazonas y ayer varios camiones cargados con cilindros de oxígeno donados por Venezuela salieron hacia Manaos con el objetivo de brindar ayuda ante el colapso hospitalario, informó el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
Por su parte, Italia alarmada ante la grave situación y por temor de la nueva variante, decidió suspender todos los vuelos desde Brasil, sumándose a Reino Unido, y prohibió la llegada a quienes hayan transitado por el país en los últimos 15 días.
Brasil, tercer país más afectado por el virus, suma 8.413.413 casos y 208.542 muertos.