Los que deben salir a trabajar en la cuarentena para que la ciudad funcione
PANDEMIA. Lugares como farmacias, bencineras y almacenes han implementado diversas medidas de prevención para continuar abiertos durante el paso 1.
El regreso a la fase 1 del Plan Paso a Paso en la ciudad de Antofagasta trajo consigo consecuencias que van más allá del plano sanitario. En el ámbito económico fueron muchos los negocios que se vieron obligados a paralizar sus actividades o a variar su funcionamiento acorde a la cuarentena que se aplica en la capital regional.
Entre estos últimos, se encuentran diversas ocupaciones consideradas de carácter esencial, que han debido cambiar su rutina cotidiana y adaptarse a nuevas circunstancias para seguir activas.
Bencineras, ferreterías y farmacias son algunos de los servicios que tienen una finalidad fundamental para el público, así como también los negocios de barrio, que por medio de su servicio evitan que sus clientes se alejen mucho de sus casas.
Bencina
Ante los potenciales traslados en vehículos que se deban hacer por trabajo o trámites en medio del encierro, la presencia de las estaciones de combustible también son clave. En consecuencia, estas siguen abiertas de manera permanente, aunque aplicando rigurosos cuidados sanitarios para evitar contagios.
Un ejemplo es Petrobras de Pérez Zujovic, la cual ha ido sumando cuidados de forma progresiva según las formas en que ha ido evolucionando la curva de casos activos en Antofagasta. Medidas que van más allá del lavado de manos y el uso de mascarillas.
"El aforo de los locales siempre está definido por los metros cuadrados que tengan. No obstante, nosotros tomamos la decisión de reducirlo un poco más ante la posibilidad de que llegue alguna nueva cepa", explica Javier Carmona, quien es concesionario de la estación ubicada en Avenida Edmundo Pérez Zujovic.
"Hay protocolos internos en los cuales tendemos a sanitizar cada una hora las superficies más palpables como manillas, máquinas, cajeros y pantallas táctiles. Gracias a Dios no ha habido personas con síntomas. En ese sentido el personal ha sido bastante disciplinado", agrega.
Servicios
Otro servicio básico que se mantiene en funcionamiento es la venta de medicamentos. Ante eso, las farmacias también suman trascendencia dentro de un contexto sanitario, donde las prevenciones deben aplicarse con rigor.
"Nosotros no nos relacionamos cara a cara con el cliente. Para mantener la distancia, se usan mallas de nylon. Las mascarillas que usamos se cambian cada dos o tres horas, a lo que se agregan escudo facial y guantes", explica Daniza Zamora, funcionaria de Salcobrand.
Además indica que "se usa amonio cuaternario para desinfectar los locales, los cuales permiten un aforo máximo de cuatro personas".
Las ferreterías y espacios dedicados a la construcción también están entre estos servicios esenciales. Es el caso de Sodimac Constructor.
"Dentro de la caja nos han puesto separadores entre las compañeras. Nos entregan mascarillas, guantes, alcohol gel, spray para limpiar y se usa a medida de que uno va atendiendo los clientes", cuenta Constanza Zúñiga, cajera de la empresa.
Locales familiares
Negocios familiares, kioscos o almacenes de barrio han sufrido consecuencias negativas a causa de los estragos económicos del Covid-19, pero se las han arreglado para mantenerse en pie y seguir funcionando.
Es el caso de Panadería y Pastelería Cecilia, un local que lleva 36 años de existencia y que se transformó en una postal típica de la esquina de Antonio Rendic con Victor Jara. Si bien ha experimentado modificaciones, ha logrado subsistir gracias al auge de su servicio de delivery.
"Ese tema ya estaba antes de que comenzara la pandemia, pero en un porcentaje muy bajo. Ahora que la gente está en sus casas, no sale a comprar, por lo que siempre pide sus productos por Rappi o PedidosYa", expresa su dueña, Marcela Cortés.
Las prevenciones sanitarias tampoco han sido muy complicadas de adaptar al tener un bajo personal, aunque también implicó reducir la cantidad de productos que solían vender.
"No hay turno de noche por el toque de queda, por lo que hacemos pan solo en el día. Hay un panadero que tiene 30 metros cuadrados para él solo en la cocina. En la pastelería hay solo dos personas", complementa Cortés.
El almacén "Don Juanito", ubicado en la Población El Golf, explica que han tenido problemas por la conservación de alimentos que solían venderse rápido, pero que ahora han sufrido baja de ventas a causa de la pandemia.
"Hemos tenido pérdidas con respecto a las verduras. Como casi no viene gente, se echan a perder. Tenemos que seguir comprando igual y así se genera una pérdida económica", cuenta Ivania Alvarez, parte de la familia que maneja el lugar.
Pese a lo anterior, están viendo posibilidades para salir adelante. Ivania cuenta que "esto va para largo y tenemos que hacer más publicidad. Quizás movernos a domicilio. Lo hemos conversado, pero no hemos tomado una decisión. Nos tenemos que poner más de acuerdo en la familia".