El avance del covid en Perú en marzo de 2020 obligó a las empresas Freeport McMoran, Hochschild Mining, Dynacor Gold, Panamerican Silver, Sierra Metals y Compañía de Minas Buenaventura, a detener la extracción y el procesamiento del mineral en 17 minas de oro, plata, zinc, cobre y plomo ubicadas en los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Chala, Cajamarca, Lima, Cerro Pasco, Huancavelica y Yauli en marzo pasado.
Situaciones similares se vivieron en Bolivia y naciones africanas, pero no en Chile.
En un ejercicio marcado por la pandemia, los resultados de las grandes operaciones mineras de la región fueron más que sobresalientes: con leves retrocesos de producción, en el caso de Escondida/BHP, con incrementos, en el caso de Antofagasta Minerals, pero con muchos menos operarios directos en faena en todos los casos, incluyendo a Codelco.
El avance del teletrabajo fue inmenso, lo mismo que el esfuerzo por operar con menos gente en los yacimientos. Al parecer el ejemplo más extremo llegó hasta un 40% en el Distrito Norte de Codelco (Chuquicamata, Salvador, Radomiro Tomic y Gabriela Mistral).
A lo anterior se suma la escalada en el precio del cobre, que desde abril de 2020 hasta ahora, incrementó su valor desde los US$ 2,3 hasta los US$3,5 la libra, un resultado no previsto en ningún análisis.
El año de bhp
BHP -operadora en la zona de Escondida y Spence- informó que en el período enero- diciembre de 2020, las operaciones en Chile se desempeñaron con un aproximadamente un 30% menos de fuerza laboral.
"Como resultado del plan integral que hemos implementado para COVID-19. Se espera que el entorno operativo de nuestros activos chilenos siga siendo difícil, y se prevé que las reducciones de nuestra fuerza de trabajo sigan siendo sustanciales durante el trimestre enero- marzo de 2021", se detalló.
La producción de cobre de Escondida disminuyó en un 5% a 572.000 toneladas, con un rendimiento récord de las concentradoras de 386.000 tpd, gracias a las mejores prácticas de mantenimiento, lo que fue contrarrestado por el impacto de la menor ley de alimentación a plantas y la menor producción de cátodos, citó la compañía.
Como resultado de la reducción de la fuerza de trabajo operacional y la necesidad de balancear los requisitos de desarrollo y producción mina, se sigue dando prioridad al rendimiento de las concentradoras frente a la producción de cátodos (hubo un impacto aproximado de 30.000 toneladas en los volúmenes de cátodos en el semestre julio- diciembre de 2020). La estimación para año fiscal 2021 se ha ajustado de un rango de entre 940.000 y 1.030.000 toneladas a uno entre 970.000 y 1.030.000 toneladas. También es probable que la producción se vea afectada en el año fiscal 2022 por un menor movimiento de material en el año fiscal 2021. La estimación de un promedio anual de 1,2 millones de toneladas de producción los próximos cinco años, se mantiene sin cambios.
La producción de cobre de Pampa Norte disminuyó un 22% a 97.000 t., debido principalmente a una mantención planificada en Spence en el trimestre julio-septiembre de 2020 y la menor dotación por las medidas preventivas ante COVID-19. El proyecto SGO logró la primera producción de cobre en diciembre de 2020 y la primera producción de molibdeno se espera a mediados del año calendario 2021, finalizada la planta de molibdeno. La estimación para el año fiscal 2021 se mantienen entre 240.000 y 270.000 t., y refleja la reducción en la fuerza laboral operativa, la puesta en marcha de SGO y la esperada caída en la ley de mineral de aproximadamente un 5% (previamente se esperaba un 7% pero la cifra fue actualizada como resultado de la optimización del plan minero de Spence).
El caso de amsa
Antofagasta Minerals, brazo minero del grupo Luksic, citó que a pesar de las restricciones adoptadas para contener la propagación del COVID-19 logró una producción de cobre fino de 733.900 toneladas, resultado que está en línea con lo proyectado a principios del año pasado. Además, la compañía logró disminuir sus costos y completar más de dos años sin accidentes fatales en sus faenas y proyectos.
En cuanto al desempeño de las operaciones de la región de Antofagasta (Centinela, Antucoya, Zaldívar), la compañía destacó los resultados de Centinela, la cual pese a las restricciones impuestas por la pandemia y a que se esperaban leyes más bajas, superó sus metas de producción alcanzando 246.800 toneladas de cobre fino. También se subrayó el aumento de un 10,3% en la producción de Minera Antucoya, respecto del 2019.
"En cuanto a los subproductos, la producción de oro en 2020 fue de 204.100 onzas, lo que representa una disminución de 27,7% respecto al año anterior debido a menores leyes de este metal en Mineral Centinela.
Por su parte, la producción de molibdeno creció en 8,6%, a 12.600 toneladas, gracias a un aumento en el procesamiento en Minera Los Pelambres", citó la empresa.
Para este año, Amsa estimó una producción de 730.000 a 760.000 toneladas de cobre, 240.000 a 260.000 onzas de oro y 9.500 a 11.000 toneladas de molibdeno. El crecimiento proyectado en la producción de cobre y oro se debe a mayores leyes en la línea de sulfuros de Minera Centinela y a una alta eficiencia operacional en las cuatro compañías mineras. "De esta forma, esperamos que la producción 2021 tenga un costo neto de caja de US$1,25 la libra", comentó Iván Arriagada.
Fuentes consultadas citaron informalmente que no había una estimación precisa y estable de cuántas personas hicieron teletrabajo o salieron de las faenas, ya que esa cifra se modificaba de acuerdo a la evolución de la pandemia. Lo mismo ocurrió en Codelco, donde hubo variaciones de 25 a 40%, según el mes.