Por primera vez una mujer dirigirá una cinta "Tomb Raider"
CINE. Se trata de Misha Green, creadora de "Lovecraft Country".
Efe
Misha Green, la creadora de la serie "Lovecraft Country" (2020), debutará como directora de una película con la secuela de "Tomb Raider" (2018), que volverá a contar con Alicia Vikander como protagonista.
"¿Quién está tan emocionado como yo por una película de 'Tomb Raider'?", dijo Green en Twitter, quien escribirá y dirigirá esta nueva cinta de MGM, según el portal Deadline.
El filme dará continuación a "Tomb Raider", que rescató la famosa saga de videojuegos en la gran pantalla con Alicia Vikander en sustitución de Angelina Jolie.
Esa película estrenada en 2018 recaudó, según el portal especializado Box Office Mojo, 274 millones de dólares en todo el mundo (a partir de 90 millones de presupuesto) y tuvo una recepción bastante tibia entre la prensa.
Las cintas de "Tomb Raider" se basan en un videojuego originalmente creado en 1996 por la compañía Eidos Interactive, que acabó dando pie a una muy popular saga del ocio digital. "Lara Croft: Tomb Raider" (2001) fue la primera adaptación cinematográfica de estos videojuegos con Angelina Jolie al frente. Jolie también encabezó la secuela, titulada "Lara Croft Tomb Raider: The Cradle of Life" (2003).
Por su parte, Green ha sido uno de los nombres destacados del panorama audiovisual en 2020 gracias a "Lovecraft Country", serie de HBO que, con Jordan Peele y J.J. Abrams como productores, combinaba las turbias fantasías de H.P. Lovecraft con la discriminación a los negros en Estados Unidos.
"Me encanta el género del terror, así que no me tienes que dar una razón para poner monstruos en algo, porque me encanta hacerlo", ha dicho Green.
La premisa de "Lovecraft Country" viaja hasta el Chicago (EE.UU.) de mediados del siglo XX, donde el joven Atticus (Jonathan Majors) emprende un viaje junto a su tío George (Courtney B. Vance) y su amiga Leti (Jurnee Smollett) para encontrar a su desaparecido padre (Michael Kenneth Williams).
En su camino, estos tres afroamericanos enfrentaban monstruos muy humanos, en forma de supremacistas blancos; pero también seres infernales que emergen de las perversas historias de Lovecraft.