Personal de salud del HRA: "Hay colapsos importantes que no vimos en la primera ola"
PANDEMIA. Funcionarios de diversas unidades del recinto, relataron lo complejo que ha sido lidiar con la crisis sanitaria hasta ahora y la importancia de estrechar vínculos con el equipo.
Para la kinesióloga de la Unidad de Rehabilitación del Hospital Regional de Antofagasta, Muriel Lara, el cansancio y estrés que produce el seguir combatiendo la pandemia tras 10 meses de intensa labor e incertidumbre, solo son llevaderos gracias a la constatación en primera persona, del gran profesionalismo y dedicación que siguen poniendo los diferentes profesionales de la salud para vencer el virus.
Un compromiso que cada vez se hace más difícil de mantener, considerando el delicado escenario sanitario que atraviesa la región, que el día de ayer cerró la jornada con 255 casos nuevos, puesto que cada vez son más las unidades críticas colapsadas por la falta de recursos humanos que permitan aperturar nuevas camas.
La situación exige un compromiso del 100%, que la mayoría de los funcionarios de la salud está dispuestos a cumplir al amparo de sus unidades y equipos de trabajo.
"Hoy sólo puedo agradecer el profesionalismo de cada uno de los integrantes del equipo de salud que vuelcan toda su energía durante la pandemia y por supuesto a mi equipo directo, el servicio de medicina física y rehabilitación y mis colegas kinesiólogos (...) el descanso no es opción cuando está en riesgo la vida de personas, por eso recalco la importancia del apoyo entre colegas y en el equipo porque cuando uno requiere descanso es otro colega quien pone el hombro para que la atención continúe", precisó.
Una visión similar manifestó Jesús Henríquez, médico fisiatra y jefe de la Unidad de Rehabilitación del HRA, al exponer que parte de los desafíos diarios, es siempre intentar mantener un buen ambiente en el equipo de trabajo.
"El mayor desafío ha sido manejar el agotamiento del personal. El compromiso con la salud pública, la vocación de servicio, el buen trato entre compañeros de trabajo e incluso las creencias personales, de una u otra manera nos ayudan a continuar enfocados", dijo.
Acotó que "por supuesto hay más desafíos a diario, pero mantener la motivación en el equipo es lo que predomina, considerando que se ha debido reordenar las vacaciones, los extensos periodos de confinamiento, los trastornos del sueño y la alta exigencia emocional de nuestra labor".
Diferencia
Alejandra Salazar, supervisora de la Unidad de Hemodinamia del hospital regional, y actual coordinadora de la Unidad Cardiovascular, explicó que a diferencia de la ola anterior, cuando todos operaban bajo el temor de la incertidumbre, hoy la emoción que pondera entre los funcionarios, es la de angustia, producida por el colapso de algunas unidades.
"Para mí es complejo, porque estoy viendo que hay más angustia entre el personal, ya que hay colapsos importantes que no alcanzamos a ver en la primera ola. Estamos viendo que la gente se está muriendo, de que las unidades de emergencia están colapsadas y que no hay donde mandar pacientes", precisó.
Acotó que esa situación ha generado un poco de estrés, ya que podría ser un familiar el próximo paciente que ingrese. No obstante, manifestó que "siempre nos hemos mantenido fuertes, intentando ayudar a nuestros compañeros, incluso diseñando estrategias para reducir el contagio".
Una experiencia similar relató el kinesiólogo de 27 años, Nicolás Muñoz, quien se desempeña por estos días en varias extensiones de la UCI, tanto en pediatría como en adultos, al exponer que todos hacen enormes esfuerzos para sanar a los pacientes.
"Me gusta lo que hago, pero es innegable el agotamiento a estas alturas, ver qué ya no son sólo adultos mayores los que llegan a la UCI, hay personas entre los 30 y 50 años muy graves por el virus. Todos hacemos un esfuerzo para que puedan salir de los ventiladores, dándoles los cuidados necesarios" dijo.
"Recurso humano"
José Carrera Salgado, dirigente de Asenf Antofagasta, explicó que algunas de las razones que más aportan al cansancio del personal de salud actual, es el hecho de no contar todavía con una dotación de funcionarios de apoyo, que permita dar mayor oxígeno a la red y que la comunidad todavía no entienda como cuidarse.
"Hoy el reclutamiento de RR.HH. ha sido muy complejo por diferentes factores y por tanto la reconversión de camas críticas avanza muy lentamente versus la cantidad de casos activos que aumentan más cada día. Lo anterior debido, aunque suene impopular, a que después de más de 10 meses del primer caso en Chile y conociendo todas las medidas de autocuidado efectivas, la comunidad no ha sido responsable con el cuidado de su propia salud, actuando de forma poco empática con el resto, incluidas sus familias".
Acotó que "el tiempo del autocuidado ya pasó. Hoy se requiere una fiscalización activa en la comunidad por parte de fuerzas de orden y seguridad, solo así se reducirá la movilidad y por ende los contactos estrechos y los quiebres de bioseguridad".
"El descanso no es opción cuando está en riesgo la vida de las personas, por eso recalco la importancia del equipo de trabajo".
Muriel Lara,, kinesióloga U. de Rehabilitación.
"El mayor desafío ha sido manejar el agotamiento del personal, el compromiso con la salud pública, la vocación e incluso el trato entre colegas".
Jesús Henríquez,, jefe U. de Rehabilitación.
"Es complejo, he visto que hay más angustia en el personal, porque la gente está muriendo y las unidades de emergencias están colapsadas".
Alejandra Salazar,, supervisora U. Hemodinamia.
"Es innegable el cansancio a estas alturas. Hemos visto casos graves desde los 30 a 50 años, todos damos lo mejor para que se recuperen".
Nicolás Muñoz,, kinesiólogo UCI HRA.