"En un momento llegamos a tener casi mil contagios"
Conocida por ser una activa dirigente en el macro campamento Los Arenales, Elizabeth Andrade, de 53 años (oriunda de Perú), lleva viviendo 26 años en Chile, 12 en Antofagasta y los últimos cinco en la toma.
Ha liderado diversas iniciativas sociales, como el "Movimiento vivienda digna", que busca soluciones habitacionales para ella y sus vecinos; no obstante el último año lo marcó la organización del equipo de contención del coronavirus, al interior del campamento. Pese a los esfuerzos, fallecieron cinco vecinos, pero sin el trabajo desplegado pudo haber sido peor.
¿Cómo percibe este exponencial aumento de los contagios en Antofagasta? ¿le preocupa que se originen nuevos brotes en el campamento?
-Lo percibo como una total falta de auto cuidado en las personas, han sido muy poco responsables en tomar en serio lo que está ocurriendo con la pandemia y es esa falta de responsabilidad.
¿Hay algún contagio en el campamento?
-Sí, ya tenemos algunos resultados de positivos. Durante la semana pasada ya eran cerca de 50 los vecinos que estaban contagiados, con sospecha y en cuarentena.
¿Cómo ve el compromiso de los vecinos por mantener las medidas de prevención dentro del campamento?
-Si ese compromiso lo ponemos en una escala de 0 a 100%, yo diría que el 60% de los vecinos están comprometidos con resguardar las medidas sanitarias, lo malo es que no todos están tomando la precaución de autocuidarse. Por eso es que muchos se han enfermado.
Organización
Durante el peak de la emergencia sanitaria pasada, los representantes de los diversos comités en el macro campamento debieron organizarse por cuadrillas para controlar y atender las necesidades de los vecinos enfermos con covid.
¿Cómo fue vivir todo este proceso y en el fondo haber sido ustedes mismos quienes desarrollaron una estrategia para el manejo de casos covid?
-En aquel momento tuvimos la necesidad de organizarnos para enfrentar al covid. Pusimos en cada comité dos delegados de cuadra, quienes estaban encargados de asistir y ayudar a los vecinos con covid (cubriendo aspectos básicos como las compras y tirar la basura, además de reportar el estado de salud).
Además estuvimos y estamos en contacto directo con los Cesfam (Juan Pablo II y Valdivieso); quienes nos han ido orientando en todo lo relacionado al virus, además de ayudar a los vecinos y vecinas de cada comité a salir adelante en este tema. Fue un trabajo súper difícil, pero salimos adelante, pese a que en aquella oportunidad fueron casi mil los contagios que llegamos a tener.
¿Se sienten preparados ante la posibilidad de volver a pasar lo mismo?
-Retomar todo de nuevo en esta época, es súper complicado, sobre todo porque los recursos que tenemos no son tantos como para poder estar ayudando a muchos vecinos. Durante el peak anterior y producto de todas las restricciones, nacieron las ollas comunes, llegamos a alimentar a más de 750 vecinos de forma diaria. Hoy son poco más de 100 vecinos los que siguen necesitando de la olla común y ya no tenemos recursos.
¿Cuál es la mirada actual que debiesen tener las autoridades?
-La actuación que han tenido las autoridades, sean de salud o parte del gobierno regional, ha sido débil. Es más, no se han presentado con la urgencia debida. Sola una vez nos entregaron un kit sanitario. No hemos tenido la posibilidad de sentarnos a conversar con ellos para contarles cómo se vive en el campamento, pese a que se solicitó, se presentaron cartas para ver cómo trabajar en conjunto, pero esa instancia no se generó, ni en el aspecto sanitario, ni con las ollas comunes.
"La actuación que han tenido las autoridades, con respecto a la pandemia (y en campamentos), ha sido débil. No han mostrado la urgencia debida".