Amelia Carvallo

La banda punk BBS Paranoicos, formada en 1991, se apresta a celebrar sus tres décadas de actividad musical ininterrumpida con dos espectáculos bautizados como "Inicios" y "Presente", los que serán transmitidos a través de Internet.

El primer concierto aniversario de BBS Paranoicos visita los primeros 5 discos de la banda, y ya está disponible en la plataforma del Centro Cultural Matucana 100 (m100.cl). El segundo, en tanto, recorre los últimos 15 años de trayectoria y se estrenará el sábado 13 de febrero.

Las entradas están disponibles a través de Ticketplus y, desde su casa en Santiago, el bajista Carlos Kretschmer contó que ambos registros quedarán disponibles en formato on demand.

¿Cómo fue tocar en un teatro sin público?

-Creo que es lo más complejo de todo, pararse en un escenario frente a nadie. El feedback que se recibe de la gente en vivo es muy especial, una energía que te traspasa, es mucho más entretenido cuando hay gente, pero hay que adaptarse a la situación que nos toca vivir, no hay otra opción y hay que tratar de sacarle el mayor provecho.

¿Cómo fueron los ensayos?

-Nos juntamos hace una semana, pero cada uno ya había ensayado harto en su casa, eso es algo que habitualmente hacemos y mantenemos. En un lugar como la sala de ensayos restringimos al máximo la cantidad de gente y extremamos la medidas sanitarias.

¿Cuántas canciones tocaron?

-Treinta canciones, y nos costó mucho elegirlas, tuvimos que hacer una votación. Ese fue el primer paso de lo que vamos a hacer en la celebración de nuestros 30 años. Quisimos partir con algo grande, bien hecho, realmente es como si fuera un DVD, está (grabado) en HD total, con sonido e iluminación profesional. Pero no es lo único que vamos a hacer, queremos estar a la altura de lo que significan tres décadas, ni los matrimonios duran tanto (risas). Nosotros estamos casi los mismos desde el principio, de la formación original de 4 quedamos 3.

¿Qué esperan para adelante?

-Tenemos la confianza que las condiciones para tocar al aire libre van a permitirnos hacer un concierto grande, quizás a fines de este año. Tenemos la suerte de tener mucho público que sigue a la banda y nos gustaría mucho poder darles un show, pero también haremos cosas en retrospectiva, vamos a aprovechar las plataformas para publicar conciertos antiguos que no están disponibles.

Verano de 1991

Aunque acostumbran a celebrar el aniversario de la banda a fines de año, Kretschmer recordó que fue en el verano de 1991 que empezó a germinar el proyecto: "Debe haber sido después del Festival de Viña (risas), como por ahí empezamos a conocernos con los muchachos".

Tienen una amistad grande.

-Eso, y un respeto mutuo y unas ganas de trabajar juntos. Nosotros no hemos parado nunca de tocar, nunca hemos tenido un receso, siempre hemos tenido planes, ganas de hacer algo nuevo. Éramos muy fanáticos de ensayar, cuando se podía, 3 veces por semana de manera sagrada. Nuestro método siempre ha sido el trabajo duro. Venimos del punk, una escuela que no se caracteriza por ser muy virtuosa musicalmente, nuestro método fue aprender en la práctica y creo que somos una banda súper pulcra para tocar. Contradicciones del punk, detrás siempre está la libertad.

La última vez que tocaron en vivo fue en marzo pasado, junto a The Offspring, pero 2020 tuvo a BBS Paranoicos en muchas cosas: "En el invierno hicimos un concierto en vivo desde la casa, grabamos nuevamente un disco entero, 'Algo no anda', que cumplía 20 años y también le hicimos un concierto a ese disco en septiembre, era una función y terminaron siendo 3. También subimos un show para Rockaxis en diciembre y ahora es nuestro año aniversario.

Están trabajando en un documental y un libro, además.

-Sí, la periodista Rossana Montalbán está trabajando para la editorial Santiago Under en un libro con fotografías que recorre los 30 años de la banda, y ahonda en los perfiles de las personas que están detrás de las canciones, por qué se escribieron, qué quieren decir. El documental sigue un camino diferente, (...) Rodrigo Velázquez ha sido nuestro documentalista y tiene gran cantidad de material, por ejemplo la gira que hicimos para el disco 'Hardcore para señoritas', fueron como 4 conciertos en regiones que no hemos mostrado nunca.

Después de sufrir numerosos aplazamientos, cambiar guiones y modificar los gastos de producción, la industria audiovisual española se blindó contra el covid-19 con exhaustivos protocolos de seguridad: "No podemos permitirnos un (caso) positivo en el equipo", declaró el director Israel González, que actualmente graba "La vida que no es nuestra" y que es conocido por "Los límites del cielo".

"El (examen) positivo de un técnico obligaría a poner en cuarentena a una parte del equipo, pero si el contagio se produce entre los actores, la filmación se paralizaría. Habría que esperar a que los contagios se pasaran y volver a poner todo de nuevo en marcha, y eso afecta mucho a nivel económico a la película", explicó el realizador a la agencia de noticias Efe.

Actualmente los sets de grabación están convertido en una especie de búnkeres, agrega Efe, mientras que las productoras invierten miles de dólares en equipos de protección individual, PCR, personal especializado y en el diseño de acciones concretas para proteger la salud de los trabajadores.

"Llevamos unos tres días rodando y el presupuesto sólo en medidas covid ya es de más de US$1.200, y todavía nos quedan bastantes días de rodaje", indicó Andrea Golo, directora de producción de "La vida que no es nuestra".

Mascarillas e higiene

Toda persona que llega al set debe controlarse la temperatura, usar una mascarilla FPP2, limpiar sus pies en una alfombrilla de desinfección y lavarse con alcohol gel, que hay repartido por todas partes. El movimiento de los protagonistas está absolutamente coordinado y nada se deja a la improvisación.

Además, se contrató personal específico para las medidas sanitarias: el set se desinfecta antes y después de cada toma; los baños, después de cada uso; la zona de vestuario y maquillaje, así como los sofás o sillas donde esperan los actores su turno se limpian constantemente, igual que los espacios donde se desarrolla la acción.

"Las máquinas de agua han sido reemplazadas por botellas individuales, y cada uno tiene su propia bandeja de cáterin y horario de comida; tampoco se permite fumar cerca del set o al lado de personas", detalló Golo.

Dentro del rodaje también se crearon círculos de acceso, es decir, no todo el mundo puede estar en el mismo lugar que los actores si no son imprescindibles, ya que son los más sensibles al no llevar la mascarilla puesta durante la grabación. Asimismo, obligó a parte del equipo a permanecer fuera y comunicarse por walkie talkie.