Un terremoto de 7,3 grados sacudió la costa de Fukushima
JAPÓN. Movimiento telúrico se notó con fuerza en Tokio, dejó heridos y daños en diversas estructuras.
Un terremoto de 7,3 grados en la escala abierta Ritcher sacudió ayer la costa de Fukushima, en el este de Japón, y se notó con fuerza en Tokio, sin que se activara la alerta de tsunami ni se haya informado de víctimas mortales.
El sismo tuvo epicentro a unos 60 kilómetros de profundidad frente a la costa de Fukushima, según informó la Agencia Meteorológica (JMA) de Japón, que inicialmente estimó su intensidad en 7,1 grados y después la amplió a 7,3.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, señaló que pese a la fuerza del terremoto "no se observó riesgo de tsunami, no se han detectado anormalidades en plantas nucleares ni hay por el momento constancia de que haya un número elevado de víctimas".
El Ejecutivo nipón convocó una reunión de emergencia y "permanece en contacto con todas las autoridades relevantes y tomando las medidas necesarias para proteger las vidas de los ciudadanos", dijo Suga.
La Agencia Meteorológica de Japón señaló que el seísmo podría causar un leve aumento del nivel del mar pese a que no se activó la alerta de tsunami.
La JMA considera que el terremoto "podría tratarse de una réplica" del devastador sismo acaecido el 11 de marzo de 2011, según dijo la experta sismológica Noriko Kamaya, quien también advirtió de posibles temblores de intensidad similar en los próximos días.
Daños y heridos
La compañía operadora Tokyo Electric Power informó de que no ha observado anormalidades en los niveles de radiactividad de esa central ni de la de Fukushima Daini, las cuales permanecen inactivas y en proceso de desmantelamiento tras la catástrofe natural de hace una década.
El sismo, en cambio, sí dejó destrozos en viviendas e infraestructuras de Fukushima y Miyagi, así como una treintena de heridos en diversos accidentes como caída de objetos, desprendimientos de tierra e incendios, según informó la cadena estatal NHK.
Ese medio recogió imágenes de muros derrumbados, escaparates rotos, tejados hundidos y una autopista cubierta por un desprendimiento de tierra, entre otros desperfectos.
Unas 850.000 viviendas permanecían sin luz en amplias zonas del este, el centro y el norte de Japón más de dos horas después del fuerte temblor, que también provocó la interrupción de las líneas ferroviarias de alta velocidad (shinkansen) en esas áreas.