"Me tienen sin cuidado las encuestas: algunas están direccionadas y otras reflejan lo que un limitado grupo opina"
El exministro de Defensa analiza los comicios del 11 de abril, la campaña, la muerte de un artista callejero en un control de identidad de Carabineros, la crisis migratoria en el norte, los límites con Argentina y el proceso constituyente.
Aunque algún sondeo reciente (como el Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo) relativo a la primaria presidencial de Chile Vamos no le entrega números muy auspiciosos, eso no le preocupa demasiado a Mario Desbordes.
El exdiputado y ex ministro de Defensa y actual candidato presidencial de Renovación Nacional (RN) dice que ha estado desde hace años trabajando para perfilar una centroderecha con vocación social y que su propia biografía será un punto fundamental de su campaña. En la conversación que sigue aborda desde la crisis migratoria en el norte del país (y su relación con el problema migratorio en general) hasta la muerte del joven malabarista Francisco Martínez en Panguipulli, desde las relaciones con Argentina hasta la campaña de vacunación y las próximas y distintas campañas electorales que tendrán lugar durante el presente año.
-A pesar de que estamos en época de vacaciones, han sido semanas agitadas. ¿Ha podido tomarse un descanso?
-Muy poco. Salí con mi familia a la costa, pero he estado conectado permanentemente y viajando a Santiago a algunas actividades. Los años electorales son así.
-A todo esto, ¿qué opina de los permisos de vacaciones durante la pandemia?, ¿era una medida necesaria?
-Permitió ordenar algo que iba a ocurrir de todos modos. Es muy difícil implementar medidas restrictivas que se prolongan demasiado en el tiempo. Por ejemplo, las cuarentenas agotan a los ciudadanos y a las pocas semanas empiezan a ser desobedecidas por un número cada vez mayor de personas.
-La crisis en el norte, en Colchane, ¿es una muestra de un problema más amplio en relación a la inmigración ilegal en Chile?
-El principal problema es la dictadura de Maduro, que está provocando una fuga de personas en un nivel similar al de la guerra civil Siria. Que vengan a Chile es sintomático, pues evidencia que pese a todo lo que nos falta por avanzar, Chile es un país que en términos de desarrollo está lejos de los demás países latinoamericanos.
-¿Considera que puede haber una corriente de inmigrantes de importancia, legal o ilegal, cuando se levanten las restricciones fronterizas por la pandemia?
-Es muy probable que tengamos una ola de inmigrantes muy fuerte. Desde 50 mil a un millón de personas, y eso es algo que difícilmente podemos absorber. Un ejemplo es la medida recién adoptada por Colombia, que regularizará a dos millones de venezolanos. Si consideramos que Colombia tiene 50 millones de habitantes, el esfuerzo de Chile ha sido proporcionalmente mayor, y eso que Colombia es un país limítrofe con Venezuela.
-¿Está nuestro país en condiciones de enfrentarla?
-Hay que crear el servicio de migraciones que se aboque a determinar si un migrante que ingresa a Chile cumple con los requisitos jurídicos (no ha cometido delito en el país de origen, por ejemplo), sanitarios (no son portadores de enfermedades contagiosas peligrosas), económicos (que no constituirá una carga para el Estado).
"Toda muerte es lamentable, ese es el punto de partida. En ese contexto, desde el primer momento, me formé la convicción de que el carabinero actuó en legítima defensa (ante el malabarista). Me hubiera gustado un apoyo más resuelto del gobierno, tanto al funcionario como a la institución".