El libro del patriarca que abandonó a su prole
Cristina Correa Siade llega a librerías con "Inadecuada", la historia de una migración y varios abandonos. La novela la terminó en pandemia, mientras horneaba dulces arábes en masa philo.
La protagonista de "Inadecuada" abre el relato corriendo por el lodo rojo de Pucallpa, un lugar del Amazonia peruana que la autora, Cristina Correa, conoce bien. Ella también desembarcó en la selva de la mano de un novio que esperaba construir una escuela para niños indígenas. En ese sitio aislado, la treintañera que lleva el relato se entera que Felipe, su novio desde hace tres años, la dejará. Ese abandono, sin causa aparente, es el punto de partida que la lleva a indagar sobre su abuelo paterno, un patriarca árabe que abandonó a su familia cuando todavía no nacía.
-¿Cómo partió esta historia?
-Hay partes de ficción y también tomé cosas que viví. Está muy basada en la vida real pero es una autoficción. A mi abuelo no lo conocí y de ahí nació la idea de la historia, surgió como una crónica hace muchos años. Nunca fui disciplinada: pasaron siete años desde esa crónica que fue el germen de esta novela.
-¿Por qué contar la historia de tu familia materna?
- Las mujeres de mi familia son súper power. Mi abuela Chola es una mujer que levanta a sus hijos y que ni siquiera se da permiso para hacer un duelo cuando se va su esposo. Y me pasa que me reconozco en eso, lo bueno y lo malo de esa fortaleza, verse con una coraza frente al mundo que no sé si sea tan bueno tenerla, el mundo te ve como esa galla autosuficiente y que no necesitas absolutamente nada.
-¿Cómo fuiste recreando todo esta familia chilena con raíces palestinas?
-Mis vivencias pueden reflejar a algunos paisanos. La mayor parte de la inmigración palestina llegó a principios del siglo XX. De hecho en Chile vive la colonia más grande de palestinos. Yo colaboraba en la revista Al Damir, una revista muy de nicho de la colonia palestina, entonces tengo mis raíces allÍ. La migración está en la historia de mi familia, aún cuando uno ya casi no tiene relación con esos primeros inmigrantes. Mi familia no está tan apegada a las tradiciones, pero ciertas cosas van quedando.
-La protagonista comete errores y vive situaciones descarnadas.
-Este personaje es lo más lejos de Disney que hay. Esos son los personajes que me interesan. Me habría dado una lata eterna un final feliz.
-Ni una idealización, todos tus personajes tienen demonios.
-Es que la sensación de 'lo inadecuado' es algo muy común a todos. Incluso creo que a las mujeres nos pasa más eso de sentir que no somos adecuadas a nuestra época, a nuestra comunidad, a la sociedad. A todos nos pasa, en ciertas circunstancias, sentirnos inadecuados. Yo ya tengo 41 años y ser soltera sin hijos sigue siendo algo rarísimo. Hay toda una suerte de especulaciones sobre tu vida porque no respondes al patrón más común.
-¿Por qué Inadecuada?
-El título fue algo que costó. Al principio pensé en "Desobediencia", pero se fue a las pailas porque justo salió una película con ese nombre.
-Hay una parte en que hablas del cansancio de la pega, del gesto burocrático: volcarse desesperada a la calle al final de la jornada.
-Es el día a día de esta mujer que de lunes a viernes mantiene una rutina de viajes de ida y vuelta al trabajo. Todo, en una ciudad aspiracional que es una locura: hordas de hormigas saliendo y metiéndose al metro.
-Hay un párrafo que repites como mantra.
-Claro, es cuando la protagonista se monta en su bicicleta de vuelta a su casa, con el vestido metido adentro de un buzo, y dice bakeeeen.
Escaladas y dulces
Con esta novela ya publicada, Correa tiene otro proyecto en marcha. "Ahora estoy trabajando en una novela que quizás se llame 'El diccionario del escalador'. También es sobre un personaje poco adecuado, más bien mediocre y que en las redes se ve perfecto, pero eso no es real", cuenta la autora.
-¿Y sobre qué va la novela?
-Es una novela ambientada en el mundo de la escalada deportiva, un ámbito muy metafórico. Cada nudo de la historia lo da una palabra específica, un término de la escalada. Yo practico senderismo, me encanta el trecking y hago escalada porque me gusta mucho, pero soy pésima. Pero lo intento, no me doy por vencida. La escalada en roca tiene algo de adrenalina, es muy loco porque cuando te montas en la roca sientes miedo y ese miedo también te atrae. Necesitas encarnarlo en algo para poder enfrentarlo, necesitas entender que puedes enfrentar el miedo y superarlo.
- También estuviste vendiendo dulces árabes.
-Sí, tuve un emprendimiento de pandemia que se llamó Almíbar donde eché a volar mis dotes gastronómicas y conocimientos de comida árabe. El año 2020 me lo iba a tomar como un sabático pero la pandemia me lo impidió. Había renunciado a mi trabajo a fines de febrero, había vendido el auto y los muebles y puse en arriendo mi casa. Estaba arriba del avión y el Covid me dejó en casa, donde empecé a cocinar en el invierno los dulces que hacía mi abuela, por gusto, porque me encantan y a ver si me salían. Una amiga me dijo que me compraba y ahí partió todo. Es una pega dura, la masa philo la hacía yo: me demoraba cinco horas y no hay forma de hacerla más rápido.
-¿Te gustan los dulces árabes?
-Me matan, los amo con locura, son de los primeros recuerdos de comida que tengo. Ahora estoy en receso porque volví a trabajar. Hay uno de los dulces, que yo no lo vendía, y que nosotros llamamos knafe. No es el mismo knafe que aparece en las recetas, que se hace en sartén. Cada familia tiene su receta y en la mía, se hacía al vapor: la masa philo cortada como fideos de ángel, cocinada al vapor. Se le unta mantequilla, nueces y almíbar. Nunca lo vendí. Hacía sólo para mí porque nunca me quedó como el de mi abuela.
Cristina Correa agarró la historia de su abuelo y la hizo novela.
Por Amelia Carvallo
"Este personaje es lo más lejos de Disney que hay. Esos son los personajes que me interesan. Me habría dado una lata eterna un final feliz".
"Inadecuada"
Cristina Correa Siade
Libros La Calabaza del Diablo
116 páginas
$10 mil