Durante las ya tres semanas que ha durado el proceso de vacunación en la región de Antofagasta, han sido muchos los funcionarios de la salud involucrados para garantizar su adecuado desarrollo y que se llegue a los grupos etarios de mayor riesgo.

Sin embargo, considerando que aún hay una alta tasa de ocupación de camas críticas y un número elevado de casos diarios y activos, el personal sanitario se ve colapsado y no puede cubrir las necesidades de la población de forma constante, por lo que requiere de asistencia para que todas sus funciones sean cumplidas a cabalidad.

Por ello la corporación ha pedido ayuda a las unidades de Medicina y Enfermería de las universidades locales, las cuales han respondido enviando a sus estudiantes más avanzados a realizar sus prácticas e internados en los centros donde se llevan a cabo las inoculaciones.

"Recibimos la solicitud por parte de la CMDS para apoyarlos con estudiantes, situación que como carrera estábamos pensando que así podría pasar, por lo que inmediatamente ofrecimos a nuestras internas e internos de quinto año para que pudieran apoyar en este importante proceso para la comunidad", explicó el jefe de carrera de Enfermería en la Universidad Santo Tomás, Nelson Reyes.

El académico también hizo un llamado a otras cátedras y facultades a unirse en la tarea: "Creo que todas las instituciones universitarias que tengan carrera de Enfermería deberían acudir a apoyar, ya que esto no se trata de cuál institución es la mejor, sino que es una obligación moral de los futuros profesionales, en beneficio de toda nuestra comunidad".

Experiencias

Una de las estudiantes de la institución que ha prestado labores de vacunación es la interna Javiera Olguín. Ante el llamado de su universidad, quiso ofrecerse como voluntaria para participar del proceso. En el Cesfam donde se encuentra, realiza múltiples funciones además de la misma inoculación, como la recopilación de información a los adultos mayores que acuden al centro y su cuidado tras recibir la inyección.

"Sinceramente este proceso ha sido agotador y enriquecedor a la vez. Hay días en que llegan más de 200 personas, todas con dudas, miedos y esperanza y es nuestra labor tranquilizarlos, entregarles la información necesaria, resolver sus dudas y no obligarlos si es que deciden no vacunarse", enumeró la estudiante de quinto año.

"Satisfactorio"

Otra institución que también ha dispuesto a parte de su alumnado ha sido la Universidad de Antofagasta. Jóvenes que también están en las últimas etapas dentro de carreras que forman parte del área de la salud y que ofrecen sus servicios para inocular a la mayor cantidad de personas posible.

"Tenemos la disposición para prestar toda la ayuda que sea necesaria. Dentro de la Corporación Municipal se solicitó ayuda y nos enviaron a dar apoyo adelantando nuestros internados, los cuales comenzaban originalmente en abril", índico la interna de enfermería de quinto año de la UA, Juana Véliz.

Esta futura enfermera ha sido de las que más ha disfrutado la experiencia, debido a que justamente tiene interés por el área geriátrica. Sus interacciones con los adultos mayores que asisten al Liceo Industrial, donde ejerce sus funciones, han sido las vivencias que más atesora con vista al comienzo de su carrera profesional.

"Es bastante enriquecedor porque uno va conociendo directamente el trabajo con el adulto mayor, y comparte muchas vivencias con ellos. Ha habido casos de amistades que se han generado a causa de las conversaciones que se generan por parte de los abuelos y que se comprometen a verse de nuevo cuando les toque la segunda dosis", relató Véliz

Otro estudiante de la UA que está cooperando en labores de vacunación es Diego Flores. Él es un interno de medicina que está asistiendo en el funcionamiento del Cesfam Valdivieso, donde también extiende sus funciones hacia otros procedimientos como trazabilidad.

"Entramos a ayudar en las áreas donde haya dificultades o falta de personal, como trazabilidad, atención médica y vacunación, siempre bajo supervisión de un médico. Si bien no es lo que uno esperaría en una práctica normal, son cosas que tarde o temprano uno debe aprender", puntualizó el interno.

Más allá de la cantidad de cosas que se deben hacer, Flores se siente satisfecho por la contribución que el proceso ha dejado en su profesión: "Avanzamos en nuestra formación y a la vez podemos ser parte de algo nuevo. Es satisfactorio aportar y como estudiantes de Medicina podemos hacer un poco más de cosas que otros, así que uno siente que hace algo que es muy necesario".

El director de Salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS), Wilfredo Montoya, explicó que el aporte de los estudiantes ha sido fundamental para descomprimir una Atención Primaria que se encuentra recargada de trabajo. "En este minuto tenemos desplegados a 130 funcionarios reconvertidos en los distintos Cesfam de la comuna, con el fin de apoyar esta gestión", dijo.

"Hay días en que llegan más de 200 personas, todas con dudas, miedos y esperanza y es nuestra labor tranquilizarlos"

Javiera Olguín, estduiante de Enfermería

"Es bastante enriquecedor porque uno va conociendo directamente el trabajo con el adulto mayor, y comparte muchas vivencias con ellos"

Juana Véliz, estudiante de Enfermería

"Entramos a ayudar en las áreas donde haya dificultades o falta de personal, como trazabilidad, atención médica y vacunación"

Diego Flores, estudiante de Medicina

Estas semanas, en los pueblos andinos de la Provincia El Loa, se realizaron celebraciones que, indicaron desde la Seremi de Salud, se convirtieron en un riesgo de propagación del coronavirus.

Una de estas, es la celebración de la Fiesta de la Challa, la que congregó a gran cantidad de familias, que en San Pedro de Atacama no acataron los protocolos impuestos por la Fase 2 del Plan Paso a Paso, generando la molestia de las autoridades, que ven en este comportamiento un riesgo.

"Yo estuve allí, fiscalizando trabajando con los diferentes estamentos, la fiesta de la Challa en San Pedro y el interior fue realmente grande, pueblos enteros que no quisieron hacer caso a la indicación", explicó la seremi de Salud, Rossana Díaz.

"Llegamos a hacer sumarios y conversar con la gente, pero realmente esto fue una desobediencia absoluta", añadió.

Un total de 17 sumarios cursó la Seremi de Salud de Antofagasta, luego de encontrar a grupos de familias pernoctando en el sector de Playa Los Metales.

La fiscalización efectuada conjuntamente Salud, policía marítima, Carabineros y la Fuerza Aérea, se gestó a partir de una denuncia recibida a través del 137, que refería en el lugar varios grupos de familias que tenían sus respectivas "celebraciones".

La seremi de Salud, Rossana Díaz, lamentó los hechos, subrayando que este tipo de irresponsabilidades son las que han generado el alto nivel de contagios y personas hospitalizadas que afectan a la región.

Los 17 infractores, quienes estaban a cargo de un número indeterminado de menores de edad, recibieron sin reclamos los respectivos sumarios, asumiendo su responsabilidad y reconociendo la infracción que habían cometido.