Jonathan Villella C.

Gladys Troncoso es una antofagastina por adopción, de 85 años, que lleva viviendo sola más de tres décadas.

Tiene hijos y nietos adultos a quienes la crisis sanitaria alejó aun más por temas de seguridad, ya que su situación de salud (debido a una depresión y un problema a la cadera que le impide desplazarse con facilidad), no es la mejor.

Habita en una pequeña villa en el sector norte (entregada en comodato por el Serviu hace 15 años), junto a otros 10 adultos mayores, quienes al igual que ella viven diversas dificultades a causa de la pandemia.

"Mi salud está mal, no puedo caminar, tengo el hueso sacro muy mal, me tienen que infiltrar. Con todo lo que ha pasado no se ha podido, ahora tengo que llamar al doctor para ver si eso lo podemos hacer en el hospital; pero no puedo caminar y eso me tiene depresiva, ya que aquí casi todos vivimos solos", comentó.

Acotó que un grupo de vecinos colindantes a la villa, se organizó hace unas semanas para llevarles alimentos mediante la realización de una olla común, lo que para ellos es una gran ayuda ya que no siempre se tienen los recursos para la alimentación.

"Mis vecinos son muy buenos vecinos, creo que no me iría ni aunque tuviera plata, yo los veo todos los días, nos juntamos y los quiero, somos como una familia grande", precisó.

Una visión similar manifestó Luz Lara, de 80 años, quien relató que pese a tener cinco hijos, hoy está sola. Algo que después de los acontecimientos de los últimos años, su movilidad limitada y la aflicción de sufrir varias enfermedades, le originó una depresión.

Al igual que Gladys, vive en una villa entregada en comodato por el Serviu, en calle Añañuca, sector norte, junto a otros adultos mayores. La diferencia aquí, según explica, es que cada vecino se las arregla como puede, aprovechando cada ayuda que llega por parte de las autoridades.

"Jamás pensé que con cinco hijos me iba a quedar sola (...) ha sido complejo y difícil mantenerme, recibo una pensión básica solidaria de 160 mil pesos, ingresos que estiro como elástico para poder pagar luz, agua y comida", dijo.

Agregó que en la villa, fuera de los aportes que ha hecho el municipio mediante la entrega de algunas cajas de alimentos, no existen otras iniciativas en favor de los adultos mayores, situación por la que tuvo que aliarse con una vecina, para apoyarse entre ambas.

"Aquí cada uno vive su vida, pero afortunadamente tengo una vecina que es muy buena conmigo y entre las dos compartimos cuando una no tiene, pero es poca la ayuda, porque ella también está sola", dijo.

"solos"

Según el Registro Social de Hogares de enero del año en curso, en la comuna de Antofagasta hay un universo superior a los 31 mil adultos mayores que se mantienen por ellos mismos. De estos 10.185 personas (4.285 mujeres), pertenecen al 40% más vulnerable.

Sobre el punto, el director de Dideco (Dirección de Desarrollo Comunal), Jaime Araya, explicó que "es bien impresionante las realidades que se ven, tengo el caso de un caballero de 84 años que vive con su esposa de 89 años, quien está postrada. Se encuentran este tipo de parejas, en las que ellos mismos se hacen todo porque no tiene a nadie más", precisó.

Catastro y Apoyo

El funcionario municipal explicó que a raíz de lo anterior, desde el municipio se está trabajando hace tres semanas en el desarrollo de un catastro que permita evidenciar con números precisos cuántos son los adultos mayores que viven solos en la comuna. Esto con el objetivo de poder generar ayudas y apoyos de distintas índoles para esta población y que sean permanentes en el tiempo.

"Hoy estamos en los primeros pasos de esta iniciativa, hemos logrado llegar a 250 adultos mayores en solo tres semanas, les hemos otorgado cajas familiares, tarjetas solidarias, además de ayudas sanitarias y de limpieza. Nos hemos encontrado con distintas realidades, adultos mayores con varias enfermedades, otros que no comerían sino fuera por las ollas comunes, realidades que impresionan y que esperamos poder corregir de una forma más permanente", sostuvo.

"Mi salud está mal, no puedo caminar, y eso me genera depresión ya que aquí casi todos vivimos solos. Afortunadamente hay buenos vecinos".

Gladys Troncoso,, vecina de 85 años.

"Jamás pensé que después de tener cinco hijos me iba a quedar sola; ha sido súper complejo mantenerme ya que mi pensión es chica".

Luz Lara,, residente de 80 años.

"Afortunadamente hemos recibido algunas ayudas, ya sea del municipio, como de algunos vecinos a través de la olla común, que ayuda mucho". Emma Álvarez, vecina de 76 años. "En solo tres semanas hemos logrado llegar a 250 adultos mayores que viven solos (...) queremos lograr ayudas más permanentes". Jaime Araya, director de Dideco.

$158.000 es la pensión básica solidaria actualmente en Chile que reciben miles de adultos mayores.