Ir lento para llegar más rápido
Chile seguramente será uno de los primeros países en dejar atrás lo peor de la pandemia, pero el camino es pedregoso y no conviene tropezar. La llegada de marzo y el retorno de personas que viajaron a otros puntos del país significa un riesgo, al igual que la reapertura de muchos comercios y la vuelta a la presencialidad.
El ministro de Salud Enrique Paris llamó hace unos días a mantener las medidas de autocuidado contra el Covid-19, anticipando un posible relajo en momentos que las cifras nacionales oscilan entre periodos buenos y otros no tanto.
"El conjunto de la población, incluyendo los más de tres millones de personas que ya se han vacunado con la primera dosis, deben seguir usando mascarilla, lavándose las manos frecuentemente, evitar las aglomeraciones y mantener la distancia física", dijo Paris en uno de sus habituales puntos de prensa.
El llamado es pertinente. En las últimas semanas una veintena de comunas, entre ellas Antofagasta y Mejillones, salieron del confinamiento total y pasaron a etapas más avanzadas del plan Paso a Paso.
Además, se ha registrado cierta desaceleración de los contagios, interrumpida, claro, por algunos repuntes diarios; pero lo más importante es que se ha logrado completar con éxito las primeras etapas de la vacunación masiva, asegurando un stock importante de vacunas para la segunda dosis.
En la región las cosas han mejorado un poco. Febrero cerró con 1.500 contagios menos que enero y la positividad promedio del mes también se redujo, pero como dijo el ministro Paris, hay riesgos importantes que siguen estando muy presentes.
La llegada de marzo y el retorno de personas que viajaron a otros puntos del país a vacacionar o visitar familiares significa un peligro, al igual que la reapertura de muchos comercios y la vuelta a la presencialidad que se está produciendo en algunos rubros.
Por lo demás, a nivel local, y nacional también, la ocupación de camas críticas continua siendo elevada, y las posibilidades de ampliación son reducidas.
En resumen, seguimos creyendo que hay razones para ser optimistas respecto a que este 2021 recuperaremos buena parte de nuestras costumbres y hábitos. Ese es el deseo de todos, por supuesto. Pero se trata de un camino pedregoso, donde conviene ir lento y mirando muy bien donde pisamos. Chile seguramente será uno de los primeros países en dejar atrás lo peor de la pandemia, pero seamos prudentes. A veces ir lento es lo mejor para llegar más rápido.