Mejor informados
El ejercicio ciudadano no son solo una suma de derechos, también hay deberes que deben respetarse y honrarse, como el ejercicio del sufragio. Es cierto, la democracia es imperfecta, tiene múltiples problemas, pero es el mejor modelo conocido para gestionar en libertad, los anhelos de una sociedad cada vez más heterogénea.
A pocas semanas de vivir el primero de una serie de los procesos eleccionarios de este año, es de esperar que observemos un comportamiento ejemplar de la ciudadanía. Partiendo con la participación y concluyendo con buenas e informadas decisiones.
En abril -el día 11- experimentaremos cuatro procesos: de alcaldes y concejales, de constituyentes, que es probablemente la que arrastra mayores expectativas y la de gobernadores, que aparece como la más desconocida, quizás por su carácter inédito.
Un detalle muy positivo es que la institucionalidad está operando y así veamos que las demandas de la población serán convocadas a través de estas cruces y no lideradas por la violencia o el caos. Aquello debe valorarse y protegerse porque debe ser el encuentro y la conversación la manera en que la sociedad debe enfrentar y solucionar sus múltiples desafíos.
Caso aparte tiene que ver lo relacionado con la calidad de los candidatos que estamos observando, algunos de los cuales parecen desconocer las reglas del juego y las tareas de las instituciones a las que están postulando. No pueden olvidar de que también tienen la obligación de educar a la población.
Alcaldes y concejales no hacen leyes, por ejemplo o no disponen de la posibilidad de sumar tributos, cuestiones que deben dejar en claro, al tiempo que la ciudadanía también debe informarse para elegir correctamente. El ejercicio de la ciudadanía exige estudio y cierta discusión para tener opinión.
Considerando el momento que vive el país y el tipo de problemas a resolver es absolutamente fundamental seriedad en las propuestas y seriedad al momento de elegir son las autoridades electas las que tienen el peso de la región y el país que serán construidos para el futuro, incluyendo la Constitución, la administración del gobierno regional y cada uno de los nueve municipios, por eso esta tarea es tan fundamental.
Las elecciones no son un proceso baladí o una pérdida de tiempo, son parte central del juego democrático, la construcción de la República y el respeto al ser humano consciente de sus derechos y obligaciones. Es cierto, la democracia es imperfecta, tiene múltiples problemas, pero es el mejor modelo conocido para gestionar en libertad, los anhelos de una sociedad cada vez más heterogénea y atomizada por la modernidad que vivimos y que muchos no entienden.