"Que los alumnos sean agentes de cambio"
Este lunes el Colegio San Luis fue testigo de un hecho único en su historia. Por primera vez en 104 años de historia una mujer quedó a cargo de la rectoría del establecimiento. Astrid Carrasco asumió el cargo en una ceremonia austera y con público restringido debido a la contingencia sanitaria.
Proveniente de Santiago, la académica además es la primera persona laica en colocarse al mando del establecimiento liderado por la Compañía de Jesús. El San Luis es el último colegio chileno, entre los controlados por la congregación jesuita, en unirse a esta tendencia, lo que marca una gran ruptura en comparación a su tradición anterior.
La puesta en marcha de un formato híbrido para el regreso a clases, la continuación de la coeducación y el rol del colegio en el próximo proceso constituyente son algunas de las tareas sobre las cuales profundiza en esta entrevista.
¿Cuales son sus primeras impresiones tras asumir este desafío?
- El colegio es muy bonito. Lo conocía por fuera en anteriores visitas por Antofagasta pero no lo había visto por dentro. Está bien mantenido y se nota que es tratado con mucho cariño, además de que tiene de todo: talleres en todas las disciplinas, dos bibliotecas y buena infraestructura. Son grandes oportunidades para los alumnos. He notado que hay un gran capital humano para trabajar, así que estoy con muchas ganas de empezar este desafío.
Usted ha estado en las fundaciones Belén Educa y Boston, donde se desempeñó como rectora de dos colegios, entre ellos el Cardenal José María Caro de La Pintana, ¿de qué manera estas experiencias la ayudarán a gestionar sus funciones como rectora?
- Para gestionar un colegio, más allá del sentido social que se tenga, lo importante es la experiencia. Mientras más se tenga, más ayuda a manejar el aspecto académico así como también la relación con las personas. He aprendido con el tiempo y los estudios, lo que me ha permitido tener suficiente conocimiento en la gestión de recursos y personal, aunque poniendo el foco en lo más importante que son los alumnos y alumnas.
Considerando la contingencia sanitaria y los desafíos que ofrece eso para la educación. ¿Cuáles han sido las medidas que el colegio ha tomado al respecto?
- Se ve que claramente hubo trabajo durante enero y febrero en el área administrativa, en todo lo que es la demarcación de las salas y oficinas. También está la implementación de medidas sanitarias y la inducción a profesores y al personal sobre cómo debe actuar ante esta situación. Se han terminado de afinar los horarios y la carga académica que tendrá cada curso, teniendo un modelo híbrido entre actividades presenciales y online. El día 3 todos partieron a distancia, para que así los profesores den las indicaciones correspondientes a los alumnos, y el día 4 comienza una entrada presencial progresiva con una parte de los prekinder y kinder. El 8 parten los primeros básicos, el 15 los terceros y el 22 el resto de los cursos. Esto en horarios diferidos entre 8 y 14 horas.
¿Y este modelo híbrido continuaría a lo largo de todo el semestre?
- Claro, mientras estemos en etapa 2, y si pasamos a la 3, con mayor razón lo seguiremos. Esperemos que no vayamos a fase 1, lo que implicaría volver a zoom, aunque tenemos un plan si es que llega a suceder. Paralelamente, los profesores se están vacunando. Acá se implementó la Pfizer, la cual toma un menor tiempo hasta la segunda dosis, por lo que estimo que todos estarán vacunados para finales de marzo o la primera semana de abril.
Chile pasa por un momento fundamental en términos políticos, al acercarse el proceso de redacción de la nueva Constitución ¿De que forma el colegio puede estar presente en la discusión?
- Lo primero es tener claro que dentro del currículum nacional está contemplada la educación cívica, y hay que preocuparse de que se realice como tal. Segundo, informar a los alumnos sobre lo que está pasando y dar espacios de conversación. Yo me pude informar de que en el colegio se hicieron debates y cabildos durante el 2019. Entonces se debe seguir en esa línea, ya que la idea del colegio es que los niños puedan tener pensamiento crítico ante la realidad y sean agentes de cambio en esta sociedad, para que cuando salgan puedan servir a los demás.
"Me da la sensación de que en la consciencia colectiva de Antofagasta ya se entiende que el colegio es mixto y que no es solo de hombres".
Astrid Carrasco