Bienvenido otoño
La luna llena del sábado 27 de febrero, fue la que despidió al "ganapanes de muelle" Bernardo Tapia, y también a la estación estival de este contagioso y peligroso año 2021. Se asoma la estación donde caen las hojas de los sufridos árboles del norte. Ya lo habrán notado: son esas solapadas rachas del viento "frescachón", que sopla desde el norte por las tardes; que se cuela por las ventanas y obliga a entornarlas, porque nos alerta que el tiempo está cambiando.
Se hacen más oscuras las nubes, comienzan a "cargarse de agua" y se acumulan en las altas cumbres de La Chimba, que conocemos como la Sierra de "Mantos Varas". Nos bajamos las mangas o bien, optamos por las largas. Solo unos pocos valientes -o porfiados- se aventuran a disfrutar los retazos de la canícula veraniega. Los escolares retoman sus deberes en esta especial condición que nos impone la pandemia. Nos recogemos, ante el término de las desabridas vacaciones, se retoman los palillos y el tejido urde puntos para abrigarse en los meses venideros.
En el litoral comienzan a hacerse frecuentes las marejadas. Pronto, vendrá aquella que se manifiesta días antes de la Semana Santa, una de las más violentas del año y que -según los entendidos- se debe al cambio de estación. Las aves migratorias que nos visitaron en los meses de verano, regresan al hemisferio norte, en un vuelo que les demandará un mes.
Las salidas por la tarde, se hacen premunidos de un jersey "por si acaso", que va colgado al cuello y que termina donde corresponde, cubriéndonos el torso para soportar las temperaturas bajas. Una bufanda va escondida, como recurso de abrigo. Las frazadas vuelven a entibiar nuestros sueños y el pijama ocupa un lugar debajo de la almohada. Hacemos un cambio de rumbo en nuestros pasares: La bebida refrescante se cambia por un café o una abrigadora taza de té. Las sopas vuelven en gloria y majestad, para abrigarnos "por dentro". Restan las ensaladas e irrumpen las legumbres. Se retoman los deberes, se reasumen las tareas y se ajustan los planes para encarar estos tiempos otoñales/invernales.
Es marzo. Es el otoño que ya nos muestra sus primeras cartas. Y debemos prepararnos.