"En el mosaico encontré mi gusto por el arte"
ANTOFAGASTINIDAD. Nanda Yasoda Mejías Rojas, artista en mosaico.
Sus nombres, Nanda Yasoda, tienen origen en el hinduismo. De hecho, se les describe como los padres adoptivos de Krishna.
Ambos le fueron dados a sugerencia de un amigo de la familia que compartía esa creencia, hace ya 37 años, y hoy -según ella misma expresa- son su "marca personal".
Nanda Yasoda Mejías Rojas nació en Antofagasta en una familia proveniente de Calama, y es una destacada artista en mosaico cuyas obras hoy están en distintos espacios de la ciudad, como el Teatro Municipal, el Colegio San José o la UCN.
Hace unos días un llamado telefónico le informó que Fondart financiará otro de sus proyecto, por lo que pronto más obras de esta artista darán color a los muros de Antofagasta.
¿Cómo y en qué momento te empiezas a conectar con el arte?
- Desde muy temprano recuerdo estar vinculada al arte. Mi padre estaba muy ligado a la música, mi hermano es baterista y mi círculo de amistades de alguna forma siempre ha estado ligado al arte. Sin embargo, el mosaico llegó más tarde por personas cercanas que lo practicaban y en él encontré mi gusto entero por el arte, que luego se transformó en mi vida. Actualmente lo practico, lo enseño y tengo un equipo que nos dedicamos a hacer murales, talleres, rostros, fabricación de cerámicas, entre otros.
¿Cuáles han sido tus principales trabajos o los que recuerdas con más cariño?
- Lenka Franulic, sin duda. Fue uno de los murales más importantes de mi carrera hasta ahora, por rescatar una personalidad relevante de nuestra región, la primera mujer periodista en Chile, premio nacional. También por la interacción que tuvo durante su creación con la comunidad en el marco de la Feria Zicosur, por el esfuerzo de mis compañeros, y el apoyo invaluable de familiares y amigos. Es una obra que tiene mucha visibilidad al estar en el centro de la ciudad, y que nos ha abierto varias oportunidades de trabajo en otras obras. Si tuviera que mencionar otro, está Carrera de Globos, que se ubica en el Colegio Inglés San José, y que dedicamos a los niños, para incentivar y normalizar su interés por el arte.
¿Cómo es ser artista en Antofagasta?
- En general en Chile es difícil proseguir una carrera artística. Hay que tener un balance en las cosas que hacemos para desarrollar una carrera artística, y no existen fórmulas únicas. Sin embargo, creo que paulatinamente esto está cambiando, o al menos soy optimista en pensar así. Hay recursos y oportunidades estatales; pero también privados que poco a poco van sosteniendo una actividad artística en Chile, y en Antofagasta en particular.
Tú tienes una vinculación especial con la cultura hindú, que comienza con tu nombre, ¿cómo es eso?
- Mis padres, ambos vivieron en su juventud la época hippie y la simpatía hacia la cultura hindú era parte de estas experiencias de sus vidas. De hecho, ellos simpatizaron con los Krishnas y los apoyaron cuando recién llegaron a Antofagasta.
Los nombres de mi hermano y el mío los sugirió un maestro espiritual en ese entonces. Y bueno, hoy por hoy mi nombre me representa, es mi firma, mi marca personal, tanto como artista y de mi emprendimiento en la fabricación de cerámicas.
¿Cómo te definirías a ti misma como persona, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?
- Como artista, perseverante. El trabajo artístico con mosaicos es duro, sobre todo los murales; pero disfruto mucho lo que hago. Lleva mucho tiempo hacer una obra en mosaico, así que la perseverancia y paciencia es fundamental. Como fortaleza y flaqueza te mencionaría la familia. Tengo tres hijos, así que más menos llevo mi vida como una malabarista. Mi mamá ha apoyado muchos de mis trabajos; pero también las oportunidades de formación que he tenido en los últimos años.
¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?
- Gaudí, sin duda. Mi carrera la marcó mucho mi estancia en la Sagrada Familia, donde fui a profundizar mis conocimientos en las técnicas del mosaico, y la inspiración por lo natural, lo orgánico. Hay otros referentes, como Hundertwasser, Miró, Dalí. Ahora mismo trabajo con artísticas plásticos como Óscar Barra, Alicia Guzmán y Adriana Mufarrege. De mis compañeros de trabajo he aprendido mucho, Gonzalo San Martín y Dominique Vispo.
¿En lo personal, cómo has vivido estos meses de pandemia?
- Es un tiempo difícil para todos. La dificultad fundamental es que no hay tiempo. Llegar al balance adecuado del tiempo para atender las necesidades y la formación de los niños con la actividad laboral económica y personal ha sido complejo. Sin embargo, este tiempo ha sido una oportunidad de reinventarnos. El paso de los talleres presenciales a la modalidad no presencial nos abrió un nicho que antes no habíamos explotado. En este año bajo el auspicio de Cerámicas Yasoda hemos realizado una treintena de talleres online, con cerca de doscientos alumnos de diversas partes de América, México, Argentina, Estados Unidos, Costa Rica, y por supuesto, de diferentes lugares de Chile.
¿Dónde quieres estar en diez años?
- Independientemente de lo que pueda pasar en diez años, creo que tanto a nivel personal como país estoy viviendo un momento fundamental, así que mis esfuerzos los dirijo en el aquí y en el ahora. En este momento, por ejemplo, ando involucrada en cuatro proyectos. Trabajo en las intervenciones de espacios públicos y murales mediante el programa "Con manos de mujer" de las comunidades de Baquedano y Sierra Gorda.
También, tengo próximo a culminar un mosaico con Gonzalo San Martín basado en una obra del pintor cubano Roberto Fabelo. Espero que pronto puedan estar listos para ser exhibidos a la comunidad.