Región tuvo la mayor tasa de homicidios de Chile en 2020
SEGURIDAD. Informe indica que en doce meses hubo 40 asesinatos, la cifra más alta en 15 años. El fiscal Alberto Ayala teme que muchos de ellos están vinculados a drogas.
Preocupantes son las cifras que sacó el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), del Ministerio del Interior, respecto a la cantidad de homicidios cometidos en la región el año pasado.
Según el informe, fueron 40 los delitos de este tipo los registrados, prácticamente doblando los acontecidos a lo largo del 2019 (21).
Este número es una actualización de los delitos inscritos en enero, cuando originalmente se notificaron 28 homicidios, cifra con la cual ya se ponía al 2020 como el año con más crímenes en la última década. Con los datos más recientes, ahora es la cantidad más alta desde que el CEAD tiene registros, hace 15 años.
Los datos posicionan a la región con la mayor tasa de homicidios del país, con 5,8 casos por cada cien mil habitantes (el promedio nacional es 4,6 por cien mil habitantes).
Desde la Fiscalía Regional de Antofagasta, aclararon que la razón por la cual se agregaron más homicidios es por cambios estadísticos retroactivos realizados a causa de personas que no murieron inmediatamente tras ser atacadas y, por lo tanto, no fueron inscritas originalmente como víctimas de asesinato.
Se espera que las causas judiciales que revisan este tipo de hechos se sentencien formalmente como homicidios para agregarlos a la estadística.
Tráfico
Ahondando en las razones que explican este incremento, el fiscal Alberto Araya señaló que el 60% de estos delitos han ocurrido en exteriores y que suelen estar vinculados a fenómenos criminales, como el narcotráfico y el porte de armas ilegales. Esto marca un cambio importante, pues lo usual era que los homicidios fueran intrahogares y entre personas conocidas.
"La gran preocupación que nosotros vemos como Ministerio Público es que un porcentaje importante de los homicidios se está produciendo en la calle. Creemos que buena parte de estos hechos están asociados al tráfico de sustancias ilícitas, venganzas y quitadas de drogas. Pero sobre todo, está ligado al control territorial de algunas bandas en campamentos, para desarrollar sus actividades delictivas", señaló.
"Yo creo que hay un tema que va más allá, en el sentido de que la delincuencia se ha tomado la agenda en el país, viendo el aumento sostenido de armas en la calle y un tema importante con el aumento del narcotráfico. Esto genera que las bandas sean más violentas, teniendo armas dando vuelta, lo que genera un aumento sustancial de homicidios", agregó el ex intendente Pablo Toloza, también consultado sobre el tema.
En tanto, el exprefecto de Antofagasta, coronel (r) de Carabineros, Rodrigo Alegría, dijo que el toque de queda por la pandemia ha restringido la movilidad y eso conlleva que exista una menor cantidad de droga activa que ingresa por canales clandestinos, lo que resulta en un incremento de los grados de violencia entre las bandas (quitadas de drogas) y más homicidios.
Junto a lo anterior, también se apunta a un problema en la distribución de dotaciones de Carabineros a lo largo de la región, pues un gran número deben estar en puntos céntricos de las ciudades supervisando el cumplimiento de medidas sanitarias, lo que a su vez genera ausencia de personal en sectores conflictivos.
"La verdad es que tenemos a la policía hace más de un año dedicada al control del Covid-19, y no hay más funcionarios. Eso provoca que exista una menor fiscalización de bandas en los campamentos, lo que pudo haber incidido en una falta de presencia activa", indicó el fiscal Araya.
Soluciones
Con vistas a qué hacer para evitar que se repita un escenario similar durante 2021, se coincide en que la medida más efectiva sería una colaboración más estrecha de Fiscalía con Carabineros y la Policía de Investigaciones, aunque también se apunta a aspectos como la distribución adecuada de funcionarios o el trabajo conjunto con los mismos vecinos de los sectores más afectados.
"Yo creo que debemos retomar como sociedad un trabajo más presencial y colaborativo, además de crear acuerdos con grupos intermedios como juntas de vecinos, especialmente al interior de los campamentos, para tener mayor información que pueda ser analizada por los expertos con el fin de prevenir estos delitos", propuso Alberto Ayala.
"Aquí no puede ameritar una subyugación de funciones. Mi parámetro es que la confluencia de fuerzas va directamente en relación a la sociedad que nosotros complementamos. Carabineros, PDI y Fiscalía debiesen ser un solo ente que debiese estar encaminado a la prevención del delito", concluyó el coronel Alegría.