Olas, ollas, mascarillas y vacunas: los 365 días que marcaron nuestras vidas
CORONAVIRUS. En marzo se detectaron los primeros contagios en la región, dando paso a una serie de consecuencias que hasta el día de hoy siguen impactando. Altas cifras de cesantía, una red de salud al borde del colapso y la vacunación, entre los mayores impactos.
Marzo marcaría un antes y un después para todos en Antofagasta. Hace ya un año la Región reportó los primeros casos de pacientes contagiados con coronavirus. Desde entonces, se comenzaron a tomar una serie de medidas que se mantienen hasta hoy: uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social, suspensión de clases, restricciones al comercio y servicios, teletrabajo, toque de queda y cuarentenas.
Estos 12 meses de pandemia no solo ha tenido un gran impacto en la salud de miles de personas, sino que también ha tenido repercusiones en diversos ámbitos de la sociedad.
Debido a las restricciones sanitarias un número importante de trabajadores de la región vio amenazada su fuente laboral tras el cierre obligado de algunas áreas productivas. La cesantía rápidamente se hizo sentir en los hogares alcanzando cifras históricas de desocupación dejando sin una fuente de ingresos a más de 40 mil personas, la cifra más alta en los últimos 15 años.
La falta de trabajo trajo como consecuencia el surgimiento de las ollas comunes, las que rápidamente comenzaron a organizarse en distintas poblaciones de la comuna de Antofagasta para ir en ayuda de las personas más vulnerables.
En este ámbito fue clave la coordinación de los propios vecinos y organizaciones sociales, quienes a través de recursos propios y donaciones proporcionaron alimento y ayuda a miles de familias golpeadas por la emergencia sanitaria.
"Esta pandemia además del tema sanitario reveló otras problemáticas que se venían arrastrando. Nos dimos cuenta que muchos padres y madres de hogares quedaron cesantes y muchos adultos mayores quedaron abandonados. Esta dificultad económica no les permitió llevar alimento a sus casas. Nosotros conocimos realidades de adultos mayores, madres solteras, inmigrantes que no tenían nada para comer", comentó Alexis Contreras, coordinador de ollas comunes en Antofagasta.
Sobre la crisis económica, Manuel Pérez, académico de la Facultad de Economía de la UCN, explica que "el sector comercio, la construcción y alojamiento estuvieron entre los sectores más afectados. Hasta que la pandemia no se normalice, es muy probable que esas áreas no vayan a recuperar su generación de empleos".
Para el economista, la vacunación debería generar una recuperación. "Lo que uno debiera de esperar, es que a medida de que todo el proceso de vacunación vaya surtiendo efecto, la economía vaya recuperándose y junto a ella, los puestos de trabajo. El problema es que el coronavirus ha durado más de lo que esperábamos. En febrero del año pasado se pensaba que esta situación duraría hasta julio o agosto, pero ya llevamos un año y será un tiempo más".
Para Fernando Alvarez, director ejecutivo de la Escuela de Negocios Mineros de la UCN, después de la crisis y de la pérdida de empleos, hoy las expectativas económicas comienzan a ser mejores.
"Las proyecciones de organismos internacionales dan cuenta de mejores cifras de crecimiento económico a nivel mundial, sumado al buen precio que vive el cobre y el avance en la inoculación de gran parte de la población mundial y particularmente el caso de nuestro país, son buenas razones para pensar en una recuperación a partir del segundo semestre de este año", explica Alvarez.
Personal de salud
Sin duda que uno de los pilares fundamentales en la lucha contra la pandemia ha sido el personal de la salud. Aumentaron los turnos, sacrificaron vacaciones, dejaron de ver a sus familias y tuvieron que adaptarse a un cambio que los llevó a convivir a diario con los pacientes contagiados y con el virus.
"Ha sido un año muy agotador, estresante y doloroso para el personal de la salud. Hemos tenido que convivir con el sufrimiento de mucha gente que se ha visto afectada por esta pandemia. Incluso hemos tenido casos de personas que no se han querido intubar porque tienen miedo si van a despertar o no. Ese es el nivel de drama que se vive a diario en los hospitales. Por eso da mucha rabia la irresponsabilidad de algunas personas que no le han tomado el peso a esta enfermedad", planteó Marisol Fuentes, enfermera del Hospital Regional.
Vacunación
A un año de la pandemia hoy las esperanzas están puestas en el proceso de vacunación que ya está en marcha en todo el país, priorizando a la población de riesgo.
El Ministerio de Salud informó que el total de inoculados en el país llega a más de 4,5 millones de personas.
Pero antes de ello, fue clave que la ciudadanía adquiriera ciertas costumbres, como un lavado de manos más frecuente y el uso de la mascarilla.
La seremi de Salud, Rossana Díaz, dice que "ha sido clave educar a la población. Después de un año, hemos visto que se cumplen generalmente las medidas sanitarias. La gran mayoría de la población anda con mascarilla. Se cumple con el distanciamiento en las filas y todos nos pusimos a lavarnos de manos de forma seguida. Entonces, creo que lo más importante ha sido lograr que las personas incluyan en su interior estos conocimientos".
Sobre lo vivido durante estos 365 días y el futuro de la pandemia, la seremi expresa que "nosotros sabíamos que vendría duro, pero tengo mucha fe en que si logramos niveles altos de vacunación, a mediados o finales de abril empezaremos a ver los resultados de este proceso y eventualmente una baja en las cifras de contagios".
"A través de las ollas nosotros conocimos realidades de adultos mayores, madres solteras e inmigrantes que no tenían nada para comer".
Alexis Contreras, Coordinador Ollas Comunes
"Ha sido un año muy agotador, estresante y doloroso (...) por eso da mucha rabia la irresponsabilidad de algunas personas con esta enfermedad".
Marisol Fuentes, Enfermera Hospital Regional
"Tengo mucha fe en que si logramos niveles altos de vacunación, a mediados o finales de abril empezaremos a ver los resultados".
Rossana Díaz, Seremi de Salud