Correo
Baquedano
El destino del Monumento al General Baquedano y tumba del Soldado Desconocido representa el futuro de Chile. Si hubiera sido entregado al Ejército para su custodia habría significado una nueva rendición incondicional del Estado frente a la violencia. Entregarlo al Consejo de Monumentos Nacionales es exactamente lo mismo. En ambos casos se ve como "esconderlo" en una retirada indigna de nuestros héroes.
La autoridad debió tomar las providencias para que ese monumento histórico de nuestra Patria no fuera víctima de desmanes de ningún tipo. En Isla de Pascua al que raya un moai le caen las penas del infierno, entonces ¿ por qué un monumento puede ser pisoteado y vandalizado en Santiago sin mayores consecuencias ? Son feos los cercos, la electricidad, las púas, la vigilancia armada o lo que fuere, pero aún más feo es correr a esconder un monumento que debe mantener su merecido lugar en nuestra capital. La Armada ya dio el ejemplo en Valparaíso. ¿Cómo se puede enseñar con orgullo a nuestros niños la Historia de Chile si no somos capaces de defender un monumento a nuestros héroes?
José Luis Hernández Vidal
Baquedano
Seguramente los nacidos después del `90, con la llegada de la democracia, paulatinamente le fueron borrando, especialmente en los colegios, esos sentimientos de amor a la patria que nos inculcaron a los viejos nacidos entre los 40s y 60s. Llevo, literalmente, "grabado a fuego" mi amor, cariño y respeto por nuestros héroes, que nos dejaron un legado geográfico y una enseñanza de entrega sublime por los destinos de nuestra cuna nacional.
Lo menos que esperaba de ese forzado retiro de la estatua del General Baquedano, era una ceremonia multitudinaria, ojalá al mediodía, con presencia de las fuerzas armadas y la rendición de los honores correspondientes a quién tanto sacrificó por el bienestar de la patria. Y en ese sentido, especialmente los nortinos, agradecemos el acto de desagravio que hicieron en la Plaza Baquedano (Italia) algunos militares en retiro y unos pocos civiles.
Y si de aprender se trata, al ver como quemaron las puertas de la catedral y han convertido sus paredes en un asco, tengo el nítido y muy grato recuerdo de mi presencia durante la Semana Santa en Santa Cruz de Bolivia. Emocionaba hasta las lágrimas ver ese fervor religioso en una multitud sin límites, donde los participantes y espectadores seguían con una envidiable concentración y fe las distintas ceremonias, propias de esa fecha tan especial para el mundo católico. Viendo esa muestra tangible de religiosidad, me duele aún más la actitud demencial de estos "chiquillos", chilenos y extranjeros, que no tienen el más mínimo respeto por la fe y valores de los demás, muy por el contrario, al sentirse protegidos por la inoperancia policial y la indiferencia ciudadana, se han tomado el derecho a destruir lo que, con tanto esfuerzo, ha logrado una comunidad fiel a sus principios, que ve con horror como se sobrepasan todos los límites de "aguante" de una población desesperanzada, que ya no encuentra la forma pacífica de volver a la normalidad.
Rafael Mella Hernández
Respuesta
Señor Ossandón, déjese de estar igual que los niños chicos.
Usted sabe que no tiene ninguna chance.
Nemesio Vásquez
Reparaciones
Para no quedar mal con su mujer, don Otto le dijo que había mandado a retapizar el sillón y que en un año estaría listo. En 12 meses más habrá otro cuidador que , si lo hace bien, ya no serán necesarias más reparaciones.
José Luis Hernández
Escolares
Una de las mayores consecuencias, que tendrá para los estudiantes de todos los niveles, la suspensión de las clases presenciales, será el no recibir una enseñanza que realmente les asegure el haber adquirido los conocimientos necesarios para su futuro. En todo caso los más perjudicados, serán los que están por egresar de enseñanza media y están ad-portas de la enseñanza superior. Las autoridades relacionadas con la educación, tienen que buscar la forma que el golpe sea menos fuerte, y que la frustración no se apodere de los jóvenes que luchan por alcanzar las metas que se han propuesto.
Jorge Valenzuela Araya
Cristian Barra
Quedará la duda si las torpes palabras de Cristian Barra fueron personales o alguien lo mandató.
Paola Castillo