"Llegué al Fitfolk por casualidad"
ANTOFAGASTINIDAD. Maik Oyanadel Rosas, profesor de folclor y cultura tradicional.
Maik Oyanadel Rosas tiene 31 años y sus intereses siempre transitaron por dos caminos distintos: el folclor y la actividad física.
En 2014 este antofagastino, con cuatro hermanos, uno de ellos su gemelo (Johann), decidió combinar ambas pasiones en lo que hoy se conoce como Fitfolk, que mezcla ejercicio físico con danza folclórica.
Hoy la disciplina, que es su marca registrada, cuenta con una comunidad de 130 instructores activos en el país, y sigue creciendo como alternativa para estar sano y conocer de nuestras raíces latinoamericanas.
¿Dónde estudiaste y qué recuerdos guardas de esa época?
- Estudié en una escuela de arte, escuela desarrollo artístico, tengo muy buenos recuerdos de esa época, donde experimentaba el arte en todas sus formas: musical, corporal, teatral, expresiva, manual. Ahí pude desarrollar mis habilidades en distintas ramas, siendo la música un potencial de dedicación en aquellos años de infancia. Compartí mis recuerdos más preciados junto a mi hermano gemelo, Johann.
¿Qué es el fitfolk y cómo te comienzas a vincular con él?
- Fitfolk es una disciplina que une la rama del Fitness como ejercicio físico y el folklore como danza latinoamericana, dando así un sistema deportivo cultural en el cual utilizamos y aplicamos el folklore como método de entrenamiento aeróbico.
A pesar de que el arte me acompañó toda mi vida, empecé a experimentar el área de la danza folclórica alrededor de los 13 años, y me enamoré perdidamente, lo que me llevó a estar en variadas agrupaciones de bailes y empezar a incursionar el mundo del folklore de una perspectiva más profunda. Eso me inspiró a ejercer en esta área el resto de mi vida de alguna manera. Fue entonces que en esta búsqueda llegué a estudiar diseño gráfico en primera instancia, pensando que esta podría acercarme al folklore. Años después, teniendo como base la dirección artística de agrupaciones folclóricas y su enseñanza, me di cuenta que debía cambiar mi rumbo a la pedagogía. Fue así como emprendí camino en este desarrollo, sin saber lo que iba a encontrar años más tarde.
Me vinculo con esta rama del Fitness en la Universidad de Antofagasta, a través de una de la asignatura de Educación Física en que nos toca desarrollar la aeróbica o el fitness grupal. Eso me permitió experimentar esta mezcla del folklore y el fitness. La encontré de una forma casual, por lo que siempre he dicho que es mi serendipia de vida.
¿Para quiénes se recomienda y cuáles son sus ventajas?
El Fitfolk es un caleidoscopio de movimientos de baile inspirados en las danzas folklóricas latinoamericanas, criollas y nativas, destinados ayudar a ponerte en forma mientras bailas. En las rutinas de baile de folklore puedes disfrutar de una mezcla de danzas divertidas y coloridas como el festejo de Perú, los caporales del Bolivia, el chámame de Argentina, el currulao de Colombia, ritmos y pasos de baile inspirados en folklore nacional y nativas chilena.
No tiene un rango de edad, ya que puede ser practicada tanto por un niño como un adulto mayor. Solo se necesita que el instructor o profesor adecue la clase según las personas que asistan. Por una parte, ayuda a evitar el sedentarismo y promover la vida saludable, pero también aporta con el conocimiento y difusión del folklore nacional y latinoamericano, produciendo así cultura deportiva e inclusión latinoamericana.
¿Cómo te definirías a ti mismo como persona, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?
- Me defino como una persona pasional en su labor, me considero expresivo y perseverante cuando tengo algo en mente, más aún cuando siento pasión por eso. Una de mis flaquezas podría ser la voluntad de ayudar a quien no quiere ser ayudado.
¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?
- En este camino de vida se me han cruzado muchos maestros a los que he admirado, en el arte, en el folklore, el desarrollo interno, en mi familia y aún más en mi equipo de trabajo e instructores de Fitfolk, pero a la persona que más admiro y agradezco estar presente en mi es a mi hermano gemelo, es mi yin-yang (si lo conocieran entenderían por qué).
¿Cómo has vivido estos meses de pandemia?
- Ha sido una especie de transformación tanto en lo interno como externo, llena de cambios y evoluciones. Cambiando mi forma de pensar, de actuar, de vivir, de trabajar, un cambio en todos los sentidos.
¿Qué lecciones crees que debemos aprender de lo vivido este último año?
- Cultivar nuestro cuerpo en las tres ramas, espiritual, corporal y mental es fundamental para fortalecernos, entendimos lo frágil que puede ser la vida, lo cambiante e impredecible que pueden resultar los días, y que debemos disfrutar más del presente.
¿Cuáles son tus lugares favoritos de Antofagasta?
- En realidad, siempre he apreciado los atardeceres que tiene nuestra ciudad, sus colores y formas son increíbles si observas bien por las tardes. Un lugar de Antofagasta que me gusta mucho e invitaría a cuidarlo y visitarlo es la Quebrada Carrizo, patrimonio regional que puedes visitar caminando a unos kilómetros.
¿Dónde quieres estar en diez años?
- En diez años me veo potenciando el Fitfolk de manera internacional, probablemente viviendo en el extranjero, colonizando y folklorizando, demostrando que el arte, la danza y el folklore pueden salvar vidas, como lo hizo conmigo.