"El 18 de octubre cambió para bien la agenda. Es bueno reconocerlo"
Un segundo mandato turbulento y condicionado por el estallido social y luego por la pandemia, han marcado la administración del Presidente Sebastián Piñera en sus primeros tres años de gobierno.
La promesa fundacional del actual mandatario de que se avecinaban "tiempos mejores" para Chile, se vio truncada de golpe con estos dos sucesos, obligando a la administración a modificar su programa para abocarse de lleno a las urgencias que hoy vive el país.
El pasado 11 de marzo se cumplieron tres años desde que Sebastián Piñera asumió su segundo periodo a la cabeza de la nación, los que él mismo calificó como "los años más difíciles de mis tres décadas de servicio público".
En entrevista con este Diario, el ministro de Vivienda, Felipe Ward, realizó un balance de estos tres años de gobierno, abordó el impacto que tuvo el 18-O y la pandemia en la administración de Piñera y proyectó cuáles serán las prioridades del oficialismo a un año del término del mandato.
Aciertos y tropiezos
¿Cuáles son las primeras conclusiones que se pueden sacar al analizar lo que han sido estos tres años del segundo mandato?
- De todas maneras está marcado por los primeros 18 meses que fue cuando el país creció de forma muy positiva y en que la situación de empleo también lograba indicadores muy positivos. Y en que el país destacaba, incluso colaborando con otros países, de forma de poder replicar las políticas internas que se estaba desarrollando. Sin embargo, hubo circunstancias nuevas producidas por el estallido social, el 18 de octubre de 2019, y luego por la pandemia, lo que nos ha obligado a modificar y actualizar las prioridades en función de las legítimas demandas sociales que se han levantado.
Sobre el mismo tema ¿cuáles crees que fueron los aciertos y cuáles fueron los tropiezos de la gestión del gobierno, sobre todo en relación al manejo de la pandemia y el estallido social?
- El manejo de la pandemia la historia va a juzgar positivamente lo que se hizo por parte de Chile. El hecho de que internacionalmente se reconozca el proceso chileno en vacunación es algo que creo irá resaltando en la opinión de las personas con el paso de los meses.
En segundo lugar, no es menor reconocer que muchas crisis institucionales y sociales que se suscitan en los países latinoamericanos, terminan con la caída de los gobiernos, y en Chile eso nunca estuvo en carpeta. Por el contrario, desemboca en una solución institucional acordada en el mundo político en el histórico acuerdo del 15 de noviembre.
En materia de desaciertos, creo que hay que ir esperando lo que ocurra en este último año. Creo que aún tenemos la capacidad de recuperar de forma muy vigorosa el crecimiento económico, se habla que Chile podría crecer este año en torno a un 5%. Vamos a ver cuáles serán los resultados.
¿Cómo ha afectado la respuesta del Gobierno ante el estallido social de octubre de 2019?
- Cambió la agenda. Creo que es bueno reconocerlo. A partir del 18 de octubre ocurrieron dos cosas. Primero, se levantaron legítimas demandas sociales en forma pacífica, y eso modificó para bien la agenda. En paralelo, hubo una violencia desatada en prácticamente todas las regiones de Chile, liderada por grupos minoritarios a quienes no les interesaba levantar y promover estas legítimas demandas sociales, sino que únicamente delinquir.
¿Cómo ve el escenario para este último año de mandato y de cara a las elecciones venideras?
- Estoy optimista. Si bien soy parte de un gobierno, también formo parte de una coalición que veo ordenada, obviamente siempre habrá dificultades porque gobernar tiene sus complejidades, pero hemos tenido una coalición de gobierno que ha respaldado mayoritariamente las iniciativas planteadas por el gobierno, que ha respaldado al Presidente.
En cambio al frente, veo una oposición desordenada y desorientada. No parece tener domicilio político ni mucha claridad respecto a qué van a hacer en materia presidencial. No saben qué hacer en la relación interna con el Partido Comunista. Esa es una realidad que dicen sus propios dirigentes.
¿Cree que todas las dificultades que ha tenido el gobierno a partir del 18 de octubre, puedan tener repercusiones para los candidatos del oficialismo de cara a las elecciones de abril?
-Es cierto que se nos presentaron dificultades. Pero también es cierto que las hemos ido sorteando de a una de forma positiva. Si uno analiza los estudios de opinión pública y las encuestas ciudadanas entorno a las candidatos presidenciales, es fácil concluir que se trata de personas que, o formaron parte de la primera administración del Presidente Piñera, o han tenido un rol activo en política formando parte de Chile Vamos. Entonces, el hecho de que las personas valoran positivamente a las principales figuras políticas de Chile Vamos también habla de que hay conexión con lo que está haciendo el gobierno porque estamos sintonizando con lo que está ocurriendo en la calle.
Futuro político
¿Cuáles son los desafíos del gobierno para este último tramo?
- Primero, en cuidar la salud y la vida de las personas, a propósito de la batalla que estamos dando contra el coronavirus. Segundo, es una prioridad para el gobierno y el Presidente, recuperar el terreno perdido, queremos recuperar las pensiones de las personas que han visto disminuidos sus ahorros por los retiros que se han realizado. Queremos seguir avanzando en materia de salud para que exista más acceso a la atención de salud a lo largo y ancho del todo el país. Queremos disminuir la brecha educacional y también reparar el daño que la pandemia ha causado principalmente en la educación rural.
Por último, en materia de elecciones, Chile es uno de los pocos países en Latinoamérica cuyas elecciones nunca se cuestionan porque son abiertas, transparentes y con resultados rápidos. Eso queremos mantenerlo también.
¿Cómo ve el futuro político del Presidente tras salir de La Moneda?
- El Presidente lleva varias décadas en el servicio público. Me ha tocado trabajar muy de cerca con él en campañas y en el gobierno. Fui su ministro Secretario General de la Presidencia por siete meses y me sigue impresionando la energía humana que él muestra todos los días. Es el primero en llegar y el último en irse, y trabaja siete días a la semana.
Entonces, después de ser dos veces Presidente de la República, haber enfrentado el terremoto y sus consecuencias, la pandemia y una crisis social, el Presidente tiene todo el derecho de tomar decisiones el día de mañana respecto a qué hacer.
Plan regional
¿Cuál es el avance del plan regional y qué temas quedaron pendientes?
- Destacar que seis campamentos han finalizado su gestión dándolos por cerrados. También se ha iniciado la gestión de cierre de otros ocho campamentos en la región. Se han entregado más de 10.500 soluciones habitacionales, cerca de 16 mil si sumamos las de reparación y construcción de viviendas. Se han mejorado más de 500 kilómetros de caminos básicos y se han adjudicado siete colegios Bicentenarios de Excelencia.
Sobre lo que quedó pendiente, las policías públicas muchas veces tardan más de cuatro años en implementarse, y los ciclos políticos en Chile duran cuatro años. Todas las tareas que he mencionado pueden aumentarse con el tiempo si continuamos y hay alguien de nuestras filas que siga al mando del país.
Queda pendiente seguir reduciendo el déficit en materia habitacional, queda pendiente seguir trabajando en tomas y campamentos, y queda pendiente seguir avanzando en materia de pensiones.