Brasil abre iglesias en el peor momento de la pandemia
COVID-19. Un juez de la Suprema revirtió la decisión de alcaldes y gobernadores.
La apertura de iglesias y templos ayer en Pascua de Resurrección, autorizada por un juez del Tribunal Supremo, se convirtió en objeto de discusión en Brasil, en momentos en los que el país vive la peor fase de la pandemia y supera 330.000 muertes por covid-19.
Cultos y misas fueron celebrados el domingo en todo el país tras el aval de Kassio Nunes Marques, uno de los 11 magistrados de la máxima corte y quien consideró que la prohibición hiere el derecho de libertad religiosa, pese al fuerte avance del virus.
Las celebraciones religiosas habían sido prohibidas por una parte de los gobernadores y alcaldes de Brasil, en el marco de una serie de restricciones de movilidad impuestas para contener el avance del virus que sigue fuera de control.
Brasil, el país más afectado por la pandemia en la actualidad, sobrepasó la marca de los 330.000 muertos por coronavirus y se aproxima a los 13 millones de casos, tras registrar varios récords de casos y decesos en las últimas semanas.
Embate entre poderes
El magistrado, quien fue nominado al puesto en el Supremo por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró que la "actividad religiosa" es un servicio "esencial" en "momentos tan difíciles" como el que atraviesa la nación.
Resaltó también que la Semana Santa "representa un momento de singular importancia para la celebración de sus creencias" en un país en el que el 80% de la población se cristiana, según cifras oficiales.
La decisión de Nunes, sin embargo, fue contestada públicamente por el alcalde de Belo Horizonte, Alexandre Kalil, quien advirtió que la capital del estado de Minas Gerais mantendría la prohibición de cultos y misas presenciales.
"En Belo Horizonte, acompañamos el pleno del Supremo Tribunal Federal. Lo que vale es el decreto del alcalde. Están prohibidos los cultos y misas presenciales", declaró Kalil.
Nunes notificó al alcalde de Belo Horizonte para que cumpla "con máxima urgencia" la decisión judicial, la cual limita al 25% la ocupación de los espacios religiosos y exige el uso de mascarilla.
No obstante, la determinación del juez deberá ser analizada por el pleno del Supremo y va en contra con la decisión adoptada por la máxima corte del país, la cual ratificó la autonomía de los gobernadores y alcalde en la adopción de medidas para frenar el virus.