Especialistas temen fuerte impacto en la salud mental por las reiteradas cuarentenas
PANDEMIA. Antofagasta suma 160 días de encierro total, sin contar los confinamientos de fines de semana. Las consultas por angustia, estrés y problemas de sueño van en aumento sobre todo en los grupos de riesgo.
Cuatro cuarentenas absolutas en trece meses, que en total suman 160 días de encierro, más los confinamientos de fines de semana y los ininterrumpidos toques de queda, son un escenario impensado y agobiante.
Así, no es extraño que la salud mental de la población antofagastina se haya visto muy afectada. Estrés, ansiedad, depresión y trastornos del sueño han sido parte de las afecciones que han aparecido en este largo periodo y que podrían intensificarse a medida que las restricciones se extienden.
Profesionales especializados en salud mental han manifestado su preocupación de que estos cuadros pueden acentuarse en el contexto de una pandemia que está lejos de tener una fecha de finalización certera. La distorsión de las barreras entre trabajo y familia, las limitaciones de salidas y la incertidumbre ante el riesgo de contagio son situaciones que traen desgaste después de un tiempo prolongado.
"El encierro va generando una destrucción paulatina en cuanto al ánimo y las energías. Se afecta el tema de las redes de apoyo, porque a pesar de que existan herramientas como Zoom o Whatsapp, no son lo mismo que tener un contacto estrecho, sobretodo en un contexto de cultura latina, en la cual el apoyo familiar y de amigos es muy intenso". Explicó el psiquiatra del Hospital de Tomé, Carlos Orellana.
"Mucha gente tenía la expectativa de que iniciando el año 2021 las condiciones de la pandemia comenzarían a desaparecer y así se volvería a una vida más activa, lo cual no ha ocurrido. Acá en Antofagasta se vio mucha alerta en la población con el retroceso a fase 1, porque se volvió a una situación que de por sí es estresante", indicó la psicóloga clínica Paulina García.
A lo largo de los meses, las pedidos de horas médicas a psicólogos, psiquiatras o neurólogos han aumentado, usualmente manifestando un marcado patrón de inquietudes o síntomas que se han repetido de forma constante.
"Los trastornos ansiosos, anímicos y del espectro postraumático han sido los más prevalentes. Ansiedad, por ejemplo, respecto al temor de contagiarse o de enfermar gravemente, inclusive con desenlace fatal. Ver fallecer a seres queridos o preocupación por la situación laboral-económica y por aislamiento social", enumeró el director del COSAM Central, Rafael Bannura.
Ante la incertidumbre del contexto sanitario, los especialistas llaman a que tanto las autoridades como la misma comunidad tomen conciencia de los efectos que la situación está causando en la salud mental de la población chilena, marcando la posibilidad de que se pueda generar otra epidemia en el ámbito psicológico.
"Nos encontramos, globalmente, es una situación compleja, la cual resulta difícil de abordar, debido a lo multifactorial de ella. Se entrelazan aspectos sanitarios, sociales, económicos, laborales, entre otros, y dada dicha multifactorialidad resulta difícil satisfacer todos. Lo ideal sería adoptar medidas que lograran un balance entre los mismos", puntualizó Bannura.
"Los efectos de la pandemia son a largo plazo, pero las medidas tomadas para paliar estos efectos son de corta duración porque los recursos son limitados. Lo más probable es que haya un aumento en estas cifras, porque ya se ha reportado que existe un incremento de conductas de autodaño. Por eso es importante tener en cuenta que además de las medidas sanitarias, hay que hacer una contención emocional a nuestra población", expresó Carlos Orellana.
Duración
La sicóloga clínica María Cecilia Araya, explica que el efecto a nivel de salud mental en cada individuo va a estar en directa relación de qué tan largo sea el periodo de encierro y su capacidad de adaptarse.
"El ser humano que no ha desarrollado estrategias de autoregulación emocional ante el estrés de lo implica el encierro, generará mayor incidencia cuadros de ansiedad elevados al no tener válvulas de escape, a diferencia de quien sí las ha desarrollado. La capacidad para vivir en el presente sin irnos al pasado complejo o al futuro incierto, cuidando de no contagiarnos y a quienes nos rodean, es clave", explica.
Araya recomienda dentro de las actividades que nos ayudan el ejercicio físico, desarrollar redes sociales aunque sea llamando a familiares, alimentación sana y dormir satisfactoriamente. "Esta red de apoyo la podemos desarrollar cada uno a su forma, lo cual permite sostener el flujo de sus emociones y efectos somáticos en el cuerpo", añade.
Falta de sueño
Otro aspecto de la salud que preocupa en tiempos de coronavirus es el referido a los trastornos del sueño. Afecciones como la narcolepsia, el insomnio o la apnea aparecen con frecuencia a consecuencia del estrés de la vida cotidiana.
Estrés que se ha visto incrementado considerando las alteraciones que provoca el confinamiento.
"Por lejos lo que más se incrementó fue el insomnio. Esto tiene que ver con el aumento de patologías psiquiátricas durante la pandemia. Los pacientes se quejan de dificultades para conciliar o mantener el sueño. Tiene que ver con factores como el estrés y también con el hecho de que es tanto un síntoma como una enfermedad en sí", advirtió el neurólogo de la Clínica Somno, Alvaro Vidal.
Ante el incremento de consultas a causa de estos malestares, Vidal recalca algunas de las conductas que debe seguir toda persona para mejorar su rutina de sueño.
"Se deben cumplir rutinas regulares de sueño, tratar de dormir y despertar a las mismas horas, evitar al máximo las siestas durante el día y no ocupar la pieza o el lugar donde se duerme como oficina o lugar de entretención. Se debe cuidar mucho lo ambiental", resaltó el especialista.