Las dificultades que deben pasar los repartidores para llevar su pedido
SERVICIO. Accidentes, condiciones precarias y una alta exposición a contagios entre los problemas.
Yerko Rojas ha pasado gran parte de la pandemia trabajando para servicios de delivery. Primero con Rappi y actualmente con Uber Eats, este repartidor ha vivido experiencias de todo tipo. Por ejemplo el viernes 26, el día antes de que Antofagasta regresara a cuarentena, tuvo que resistir los largos atochamientos que se generaron en las calles.
"Fue súper riesgoso porque la gente quiso salir hasta el último minuto. Andando en moto, a la semana esquivo ocho choques de gente que se pasa signos Pare o semáforos en rojo. En ese sentido, el viernes fue complicadísimo ya vi muchos topones y choques durante la jornada", relató Rojas.
Los líos con el tráfico son solo parte de las dificultades que los repartidores enfrentan para desarrollar su labor. Teniendo la amenaza del coronavirus alrededor, se encuentran constantemente expuestos a contagios, interactuando a cada momento con personas desconocidas.
"Tienes que ver que un repartidor entrega entre 20 y 30 pedidos diarios, que implican interacciones con familias. Si un delivery está contagiado o alguien del local que tiene contacto con él, el riesgo del virus se multiplica mucho. Yo ando con mi alcohol gel que uso siempre antes de entregar o recibir algo. Hay clientes que me dicen que soy el primer repartidor al que observan hacerlo", manifestó Rojas.
Miguel Cañete, repartidor que lleva trabajando siete meses en Pedidos Ya, ha pasado por experiencias similares: "Hay lugares donde llegamos en que la gente nos pide subir al edificio, pero nosotros no podemos subir ahí y hay algunos clientes que no entienden que es por la salud de ellos y la de nosotros. Tenemos muchos contactos y pasamos por muchos lugares".
Muchos repartidores han llegado incluso a encontrarse con personas en cuarentena preventiva o que están aisladas por ser contactos estrechos. Algunos de ellos no toman las prevenciones debidas pese a tener un riesgo mayor.
"A mí me ha tocado gente que está con cuarentena preventiva que pide comida y me paga en efectivo. La gente no tiene cultura de prevención como para pagar con débito, por vía online o dejar los pedidos en conserjería. Tú te cuestionas si haces esos repartos, pero si no los hago, me bloquean la cuenta y me cortan mi fuente de trabajo", contó Rojas
Este último tema también es una problemática latente para muchos repartidores, los cuales en ocasiones deben realizar larguísimos recorridos en periodos muy estrechos de tiempo. Si no los cumplen, quedan sancionados o incluso vetados de las aplicaciones con las que trabajan.
"Me salí de Rappi porque eres propenso a sufrir accidentes. Te dan 10 minutos para llegar a un punto que está a 3 o 5 kilómetros de distancia. Si no llegas, te bloquean las cuentas permanentemente y no puedes seguir trabajando con ellos", puntualizó Rojas.
Prevención
Ante esta exposición, los trabajadores de estas empresas deben estar en constante protección. Las medidas sanitarias que se aplican varían de acuerdo a cada empresa o local, pero suelen ir orientadas hacia el uso de utensilios y la aplicación de distancia al entregar los productos.
Este último es el caso de Joan Pérez, quien lleva trabajando dos años para la pizzería El Padrino, ubicada cerca de playa El Trocadero, y que ha visto su actividad de reparto incrementada durante la semana a causa de la cuarentena.
"Siempre se usa la mascarilla y el alcohol gel en las manos, y el pedido se entrega a una distancia prudente y se privilegia el pago con tarjeta. Hay mucha gente que no utiliza la prevención. Siempre hay alguno que no usa la mascarilla, por lo que siempre hay que tener cuidados", mencionó Pérez.
En el caso de las aplicaciones, se entrega una cantidad concreta de utensilios cada cierto tiempo, o se da un bono de dinero para que los trabajadores puedan comprarlos por su cuenta
"Uber te deja hacer una compra de ocho mil pesos cada tres semanas para adquirir productos de higienización. Ahí ves si quieres comprar mascarillas, alcohol en gel o lo que estimes necesario. Después presentas las boletas y te devuelven el dinero", cuenta Rojas sobre su actual empresa.
En el caso de Pedidos Ya, se ha llegado incluso a vacunar a su personal, pese a que aún no se hace un llamado general a los servicios de delivery para que acudan al proceso. "Lo ofrecieron para los que quieran. Yo me vacune el día viernes. Uno se arriesga mucho y eso es mejor para que se trabaje más tranquilo", indicó Miguel Cañete.
Desde la vereda gubernamental, se hizo un llamado para los funcionarios de empresas y aplicaciones que aún no hayan sido partícipes del proceso: "Estas personas que han trabajado durante toda la pandemia están consideradas como parte de los grupos prioritarios. El llamado es a que tengan la tranquilidad de que dentro de las próximas semanas se les informará cuando deban acercarse a los centros de vacunación", concluyó el Seremi de Gobierno, Marco Vivanco.
"La gente no tiene cultura de prevención como para pagar con débito, por vía online o dejar los pedidos en conserjería".
Yerko Rojas, Repartidor