"Es muy posible que tengamos que estar vacunándonos cada uno, dos o tres años"
Jonás Chnaiderman, es un virólogo y académico de la Universidad de Chile, lugar donde desarrolla su investigación en Ciencias Biomédicas desde el 2003. Actualmente se encuentra analizando el escenario que está viviendo Chile provocado por la crisis sanitaria.
En esta entrevista, Chnaiderman explica el funcionamiento de la vacunas, desmitifica y aclara las dudas en torno a ellas, sobre todo teniendo en cuenta la falsa sensación de "inmunidad" que habría causado en Chile el éxito en la campaña de vacunación.
¿Cuándo empezaremos a ver los resultados del proceso de vacunación respecto a baja de contagios?
-Yo diría que hay efectos que ya se están observando. En concreto el perfil de la ocupación de camas críticas ha cambiado en comparación a lo que ocurrió en el peak de la primera ola, ya que en estos momento las hospitalizaciones de pacientes graves son, en lo que atañe a mayores de 70 años vacunadas, proporcionalmente mucho más bajas.
¿Cuánto tardan las vacunas en hacer efecto?
-Hemos ido ampliando los rangos etarios y el "problema" es que la protección completa se logra solo 15 a 21 días después de la segunda dosis, entonces los rangos etarios más bajos, tendrán que esperar más. Si todo ocurre como lo queremos, van a ir disminuyendo las personas que están ocupando camas críticas y hospitalizadas, esos son los primeros resultados que la vacunación podría tener.
Críticas
¿Por qué crees que se criticó tanto a Chile?
-Un escenario distinto es haber dibujado la idea de que con el proceso de vacunación se soluciona el problema y ahí hay un falso concepto, una de las principales críticas que se ha hecho a Chile -a nivel internacional- es que se imaginó que el proceso de vacunación bastaba para controlar la epidemia y aquí es importante que profundicemos un poco más en los conceptos: las vacunas con que contamos para inmunizar a las personas del SARS-COV-2, están mostrando una elevadísima eficacia para evitar muertes en los pacientes que se enferman, evitando cuadros graves (…) pero sí puede ocurrir que esta persona se infecte por covid y lo que es más grave, eventualmente pueda trasmitirle la enfermedad a otras.
Por esa razón el proceso de vacunación no sirve para detener el proceso de circulación del virus. Y ese fue un error que se cometió en Chile desde muy temprano.
Cómo se debe explicar el funcionamiento de las vacunas entonces...
-Lo que las vacunas hacen es entrenar a nuestro organismo, sistema inmunológico, a nuestras defensas, para poder enfrentarse con un determinado tipo de adversario. Dicho de una manera más técnica, cuando nos colocamos una vacuna hacemos que nuestro cuerpo genere un arsenal de anticuerpos y células para combatir contra un determinado microorganismo, de tal manera que las defensas están listas y es más rápido y efectivo el combate.
En el caso de Chile, hay tres vacunas autorizadas: la vacuna de Pfizer/BioNTech, la producida por Oxford/AstraZéneca (Azd1222) y la de Sinovac (CoronaVac).
¿Pero las vacunas provocan inmunidad?
-Las vacunas están hechas para ser inmunogénicas, es decir que promuevan una respuesta inmune, pero lo que suele llamar a confusión es que si acaso las vacunas protegen contra la infección, si inhiben la infección y la respuesta para la mayoría es que no necesariamente. Hay varias personas que van a estar vacunadas pero que se van a infectar de todas maneras con el virus y la idea de vacunarlas no es evitar la infección sino que evitar la enfermedad grave, es decir evitar la hospitalización y la muerte, y para esos fines las vacunas están funcionando. Las vacunas son inmunogénicas y ofrecen protección. Las vacunas inhiben la infección solo en la mitad de los casos, en algunos casos hasta 70%.
¿Cuál sería la vacuna que recomendaría?
-Yo no puedo hacer más eco que lo que se instaurado casi como un cliché en el mundo biomédico y es que "la mejor vacuna, es la que te puedes poner", todas las vacunas tienen ventajas y desventajas (…) si el estado les ofrece una vacuna contra el SARS-CoV2 ¡acéptela! porque cualquiera de ellas, hasta este momento, tiene muchas más ventajas que riesgos. Entonces mi recomendación, es que si hay una vacuna ¡por favor, póngasela!
Variantes
¿Es buena idea la de una tercera dosis?
-Este virus -actualmente- está promoviendo la aparición de distintas variantes o cepas, llamadas "de preocupación". Entonces, si aparece en el juego un adversario (virus) bastante parecido pero con algunos cambios, nuestro sistema inmunológico es menos eficaz al combatir. Además, muchas han demostrado que se trasmiten mucho más rápido entre las personas e incluso tenemos la sospecha que algunas de ellas son un poco más patogénicas, es decir que hacen un mayor daño en menor tiempo.
Es decir que a medida que más cambia el adversario, el entrenamiento de tu sistema inmunológico es menos efectivo y lo que pasa es que en Chile ya demostramos que están circulando algunas de las variantes que son de preocupación, como son la variante británica y la brasileña. Entonces, es esperable que el sistema inmunológico de las personas que han recibido estas vacunas sean un poco menos eficaz si se encuentran con estas variantes, y por esa razón se está levantando la hipótesis de una tercera dosis de la vacuna, pero es algo que aún está en estudio y en proceso de determinarse.
A largo plazo lo más probable que ocurra es lo mismo que ocurre con la vacuna de la influenza, que año a año vayan apareciendo nuevas versiones de la vacuna que incorporen las proteínas del virus (variantes) que está circulando en ese momento. Lo mismo puede que pase con SARS-CoV-2, por eso es posible que tengamos que estar vacunándonos cada uno, dos o tres años.
¿Y qué sucede con las personas que son inmunodeficientes?
-Es bastante interesante, lo primero que hay que tener en claro es que si las personas entran en contacto con el virus, van a tener una enfermedad mucho más grave, por lo mismo hay que tratar que no tengan contacto con el virus.
Respecto a este momento, sobre las vacunas que se usan en chile, son vacunas que en el caso Pfizer usa una molécula de ARN (que no prolifera) y en el caso de la CoronaVac, es un virus inactivado y por lo tanto la recepción de esas vacunas por personas inmunosuprimidos, no ofrece riesgos por su uso. Existe la posibilidad de que la respuesta sea menos efectiva, porque están inmunosuprimidos. Es decir, tú tratas de entrenar un sistema inmunológico que está a la baja, entonces la vacuna puede no ser tan eficaz en este grupo de personas, pero es mejor que nada.
Por lo mismo, invito a la gente que también tome conciencia de que el sistema de salud chileno está viviendo un momento de presión enorme. Todos los recintos que pueden recibir pacientes graves están desbordados y para revertir eso vamos a tener que ir acostumbrándonos a vivir con las medidas preventivas que se nos están prescribiendo.