A más de un año de la llegada del covid-19 a nuestro país, más de un millón de personas se han contagiado y de esas más de 24 mil han perdido la batalla contra el virus. Sin embargo, la muerte no es la única consecuencia que ha traído consigo, ya que muchos de los que se han recuperado han quedado con secuelas tanto físicas como emocionales que no logran superar.

Rosa Llanos estuvo intenada 30 días en el hospital. Su diagnóstico: neumonía por covid. Tiene 78 años y cuenta que fue uno de los periodos más difíciles de su vida y que, hasta hace poco, aún sufría las consecuencias de la enfermedad.

Estuvo internada en la UTI pero por su edad y patologías base, no fue intubada. Solo estuvo con una mascarilla y más de 17 litros de oxígeno. Todo el tiempo estuvo en posición prono (boca abajo) para poder respirar y saturar de mejor forma.

"No me acuerdo mucho de ese tiempo. Comía por sonda y estaba súper ida. En todo ese tiempo, estaba un poco sedada y tuve varios episodios de pesadillas, soñaba con flamencos rosados que me aplastaban en una canasta. Los médicos decían que eran alucinaciones producto de los medicamentos que me colocaban", comenta.

Al estar tanto tiempo internada, perdió la noción del tiempo. "Los días y noches eran eternos. Yo pensé que había estado mínimo dos meses internada, pero mi hija me comentó que solo fueron 30 días. Recuerdo que las enfermeras me decían que llamaba a personas, pero no me acuerdo", explica.

Cuando llegó a su casa, los episodios no se acabaron. "Siempre sentía que me estaban observando o que había alguien en la pieza. Por lo que me explicaron los médicos, es normal, debido a los medicamentos. Tenía que dormir con la luz prendida porque me daba miedo, poco después empecé con algunos síntomas de confusión. Se me olvidaban cosas que antes jamás se me olvidaban, como por ejemplo, los nombres de los remedios que tenía que tomar", relata.

En ese mismo lapsus, Rosa cuenta que comenzó a vivenciar crisis de pánico que no le permitían dormir. "Yo creo que me daban por todas las cosas que vi en el hospital. Al lado mío moría gente, de hecho uno de los médicos murió. Mi marido estaba en una pieza al lado y también murió. Son cosas muy fuertes que sin duda te dejan problemas psicológicos", manifiesta.

Otro paciente, quien no quiso revelar su nombre, también sufrió episodios de alucinaciones. Estuvo conectado a un ventilador mecánico por alrededor de 12 días y explica que en todo ese periodo, estuvo viviendo una película de terror. Cerraba sus ojos y veía a sus familiares, todos en un circo y desapareciendo poco a poco.

"Me ponía a llorar porque veía que se iban como desgranando. Actualmente siempre siento que veo a personas, o que alguien está mirándome. El médico me preguntó y efectivamente me dijo que otros pacientes le habían dicho cosas parecidas", sostuvo.

Actualmente está dado de alta, pero sigue sufriendo estos episodios de confusión, los que, con el tiempo deberían terminar.

Cinco meses intubado

Nibaldo Gallardo en abril del 2020 se contagió junto a su esposa de coronavirus en la Vega Central de Antofagasta en donde trabajaban. Por suerte, Sandra Rodríguez, su pareja, logró recuperarse rápidamente. Él por el contrario, a los pocos días de dar positivo, tuvo que hospitalizarse de emergencia en el Hospital Regional, lugar que se transformó en su hogar por más de cinco meses, de los cuales la mayor parte del tiempo lo pasó en coma y sometiéndose a más de cuatro procesos de entubación.

"Siempre sentía que me estaban observando o que había alguien en la pieza. Por lo que me explicaron los médicos, es normal, debido a los medicamentos. Tenía que dormir con la luz prendida porque me daba miedo, poco después empecé con algunos síntomas de confusión".

Rosa Llanos, Sobreviviente del covid