EE.UU. impone sanciones a Rusia y el Kremlin avisa que respuesta será "firme"
PUGNA. Acusan ciberataques, injerencia en comicios y guerras de Crimea y Afganistán.
Agencias/Redacción
El Gobierno de Estados Unidos impuso una dura batería de sanciones contra Rusia y expulsó a diez miembros de su delegación diplomática por presuntos ciberataques de Moscú, su injerencia en las elecciones estadounidenses, la ocupación de Crimea y recompensas por soldados de EE.UU. en Afganistán.
El presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva proclamando una emergencia nacional "respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional, política exterior y economía de EE.UU." que suponen las actividades "dañinas" de Rusia en el exterior.
Sobre los diez diplomáticos rusos expulsados, el Gobierno estadounidense únicamente aclaró que entre ellos hay "representantes de los servicios de Inteligencia rusos".
Inteligencia rusa
EE.UU. sancionó además, a seis empresas tecnológicas de Rusia a las que acusa de apoyar a la inteligencia de ese país.
Washington atribuyó al Servicio de Seguridad Federal, la Dirección de Inteligencia y el Servicio de Inteligencia Exterior ruso, el ciberataque masivo contra sistemas del Gobierno y grandes compañías estadounidenses, a través del programa SolarWinds.
Hasta ahora, EE.UU. solo había hablado de sospechas de que Rusia estuvo detrás de ese jaqueo, supuestamente iniciado en 2019, pero ahora sostuvo que sus servicios de Inteligencia están "completamente seguros" de esa acusación.
EE.UU. sancionó también a 16 compañías y 16 individuos rusos por su supuesta injerencia en los comicios electorales estadounidenses de 2020 "por órdenes del liderazgo del Gobierno ruso".
Medidas similares adoptó el Ejecutivo de Biden, en colaboración con la Unión Europea (UE), Reino Unido, Australia y Canadá, contra cinco personas, dos empresas y un centro de detención por "la ocupación de Rusia de la región de Crimea, de Ucrania, y los graves abusos de los derechos humanos contra su población".
Otro de los motivos para imponer esta batería de sanciones son las recompensas ofrecidas por Rusia a los talibanes para que atacaran a militares de EE.UU. en Afganistán.
Con estos anuncios, quedan bloqueadas todas las propiedades que los sancionados tengan en EE.UU. y se prohíbe a los estadounidenses y residentes del país cualquier transacción con los sancionados.
Junto a estas penalizaciones, el Departamento del Tesoro de EE.UU. emitió una orden que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el principal mercado de bonos emitidos a partir del próximo 14 de junio por el Banco Central ruso y otras instituciones del país, en un intento de coartar su venta de deuda soberana.
Desde el Gobierno de Biden explicaron que "este es el mercado principal que financia al Gobierno ruso", donde una cuarta parte de los bonos está en manos de inversores extranjeros y con esta acción se puede crear "un efecto paralizador más amplio, que aumente los costos de endeudamiento de Rusia, junto con la fuga de capitales y una moneda más débil".
Rusia responde
Por su parte, Rusia citó al embajador de Estados Unidos en respuesta a las sanciones y la vocera de Exteriores, María Zajárova, adelantó que este "comportamiento agresivo recibirá, sin lugar a dudas, una respuesta firme e inevitable".
Desde el Kremlin, el portavoz, Dmitri Peskov, dijo que "las sanciones no van a contribuir de ninguna manera" a la realización de la cumbre entre Rusia y EE.UU. que propuso Biden.
En tanto, la OTAN respaldó que las pruebas apuntan a un ciberataque ruso, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, solidarizó con EE.UU. "por el impacto de las actividades cibernéticas maliciosas".
Taiwán, otro frente para Estados Unidos
Washington reafirmó su apoyo a Taiwán con una reunión que mantuvieron tres ex altos cargos estadounidenses con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a la que Pekín respondió con nuevas maniobras militares en la zona. Tsai destacó que se trata de "la primera vez que la administración de Biden envía a una delegación a Taiwán desde que llegó al poder" y reprobó las incursiones de aviones chinos en zona taiwanesa así como las maniobras militares de Pekín. "Suponen una amenaza a la paz", aseguró.