Andrés Sabella y la Cultura Nortina
La Pampa fue el escenario y tema principal de la producción literaria de este poeta, narrador y periodista antofagastino. Sus obras contienen un mensaje de denuncia social y reivindicación. Una mirada a la obra de este escritor chileno, nos acerca al Chile profundo y real.
En otro tiempo, este título pudo ser "Sabella y la cultura nortina". Se habría entendido a cabalidad. Hoy, se advierten cambios. ¿Existe una nueva mentalidad? Suponer que en tal hecho subyace un dilema, induce a pensar con Antoine de Saint-Exupéry que "conocer no es desmontar ni explicar. Es acceder a la visión. Mas para ver conviene antes participar. Duro aprendizaje." Amparados en esta especificación, recordamos que durante años, un considerable sector de la ciudadanía estuvo atento a una relación donde el escritor Andrés Sabella Gálvez (Antofagasta, 13 de diciembre, 1912 / Iquique, 26 de agosto, 1989), aparecía flanqueado por la educación y la cultura nortinas.
"Educación - Sabella - Cultura" fue una interesante realidad y un valioso e implícito reconocimiento social. En la actualidad antofagastina, para entender su significación, debe circunscribirse, aproximadamente, al período entre 1930 y 1990. Si representáramos esa relación con la poética imagen de un libro abierto, sería suficiente: aquí, una página para educación; allá, otra para cultura y ambas en dinámica complementación, aportada por Andrés Sabella. Al "conocer" esta representación, el lector empieza a "participar" de su mundo literario.
El libro o la idea de libro de un alumno sanluisino, que promediaba sus estudios de humanidades, debe considerarse en el inicio de la aventura cultural de Sabella. Aunque ya había escrito sus primeros "textos", octubre de 1929 marca un hito en su quehacer cultural. Al salir de misa dominical, los fieles en la Plaza Colón vieron descender desde las alturas los ejemplares de CARCAJ -un folio con dos dobleces e impreso por ambos lados- , con especificación de "13 Poemas de Vanguardia y una Ilustración". Mientras tanto, ese pequeño avión del que se lanzarán aquellos poemas, se dirigía al aeropuerto.
Osvaldo Maya C., Miembro de la Academia Chilena de la Lengua