La profunda reconversión del hospital para enfrentar la emergencia sanitaria
COVID. Las camas críticas se cuadruplicaron y hay enfermos covid en cuatro de los siete pisos.
Durante esta semana, desde el Hospital Regional se informó que mantenían solo dos camas disponibles en UCI. Un escenario que se repite a nivel regional, donde por dos días consecutivos la red asistencial de la zona rompió récord de pacientes internados en unidades críticas y que requerían un respirador mecánico, en un segundo peak que no da tregua y tiene a la red asistencial nacional al límite.
A más de un año de que comenzara la crisis sanitaria por la pandemia del covid, todos los recintos hospitalarios han debido modificar sus unidades para responder al escenario.
Los cambios
Antes de la pandemia, en el Hospital Regional habían 27 camas UCI en total y 28 camas UTI, según explica la doctora Yoselin Castillo, subdirectora médica del Servicio de Salud de Antofagasta (SSA).
Actualmente las camas en UCI ascienden a 107. En tanto, solo hay 20 camas UTI. La doctora Castillo explica que han debido bajar los cupos en unidades de tratamientos intensivos para poder reconvertirlas.
En cuanto al personal de salud, la subdirectora estima que el 70% de los funcionarios está enfocado actualmente en atender pacientes por covid, lo que se traduce en que múltiples especialistas han debido trasladarse a otras áreas para cubrir con la alta demanda de enfermos, mayormente críticos y cada vez más jóvenes.
Hay que recordar que durante este segundo peak de contagios por covid, en reiteradas ocasiones se ha informado que muchos funcionarios han estado con licencia por el cansancio que arrastran desde el año pasado (llamado síndrome de Burnout), lo que ha provocado que el resto del personal de salud deba cubrir sus turnos y aumentar sus horarios de trabajo, algo que se repite a nivel nacional.
Y hay más cambios: Castillo explica que varias áreas hospitalarias han debido modificar sus funciones para recibir a los pacientes más críticos.
Por ejemplo, en la UCI coronaria, donde llegan los usuarios afectados por patologías cardiacas, ahora además deben ver otros tipos de emergencias. La unidad crítica de Pediatría se debió dividir, para que una sección pudiera recibir a pacientes adultos. Además, el séptimo piso, donde debían estar las camas básicas, se modificó para albergar camas intermedias y camas críticas.
Sobre este mismo punto, la doctora Pamela Shellman, presidenta del Colegio Médico regional, recuerda que "el año pasado, en algún momento, se implementó una unidad de cuidados intensivos en la sección de recuperación de anestesia, que en condiciones normales es para los pacientes que salen de pabellón".
La representante del gremio médico añade que durante 2020 se vio una paralización de atenciones a pacientes con otras patologías diferentes al covid, algo que se está intentando reactivar actualmente.
"Este año se ha retomado la actividad no covid, para evitar que se vayan acumulando otras patologías. Las personas también están enfermas de otras cosas. En el policlínico hemos tratado de avanzar hacia atenciones telemáticas, para que los pacientes no deban venir", argumenta la doctora Shellman.
El futuro
Desde el mundo académico han reiterado que en el futuro podrían existir crisis sanitarias provocadas por nuevos virus.
"Todo el mundo científico ha reconocido que las patologías infecciosas nuevas nos van a tener permanentemente en un cierto riesgo, y hay que estar preparados para eso", dice la representante del Colmed regional.
Shellman plantea que el ideal sería tener dos hospitales distintos, de los que uno debería estar equipado para enfrentar emergencias infectológicas. Sin embargo, recalca que es un escenario difícil de cumplir.
"La emergencia sanitaria requiere un hospital entero: necesita imagenología, laboratorio. La UCI no funciona sola, requiere una serie de servicios de apoyo. Además, en la región el recurso humano es limitado", argumenta la profesional.
Por esto, la representante del gremio médico comenta: "Hay que organizarse en el hospital, para separar a los pacientes infecciosos de los no infecciosos".
José Carrera, presidente de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros (Asenf) de Antofagasta, enfatiza que uno de los cambios positivos que se produjo por la crisis sanitaria es el ingreso de otros funcionarios de la salud a las unidades críticas, como psicólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, kinesiólogos y nutricionistas.
"Si uno lo mira desde esa perspectiva, hemos mejorado, porque somos equipos más completos, equipos integrales que consideran todas las necesidades del paciente. Dentro de lo malo, eso es bueno".
En tanto, la doctora Yoselin Castillo recalca que "nadie esperaba este escenario. La última pandemia fue a medias, que fue la del H1N1, y antes fue la gripe española, y eso fue a inicios del 1900. Por eso no estaban diseñados los hospitales para atender este tipo de contingencia".
Por lo anterior, la subdirectora del SSA comenta que existe el proyecto de mantener camas críticas y su personal para poder hacerlas funcionar, tanto en el Hospital Regional, como en el Carlos Cisternas de Calama, y así aumentar la dotación a un mejor estándar.
"Ya se discutió con el Ministerio de Salud. Esto significará que, en vez de ser 6 camas UCI por 100 mil habitantes, van a ser 12 camas UCI por 100 mil habitantes", explicó.
La doctora Castillo explica que este cambio se dará "después de que terminemos esto (la crisis sanitaria). Vamos a tener que cambiar la dotación y será beneficioso la región, con o sin pandemia".