Vacunas caninas: gremio evalúa expulsar a veterinarios y PDI investigará el caso
SANITARIO. Colegio de Veterinarios además interpondrá acciones legales por ejercicio ilegal de la profesión. Veterinaria rechaza acusaciones y defendió la aplicación de vacunas en humanos.
Sorpresa e incredulidad produjo entre la comunidad científica y sanitaria la noticia publicada por este medio la jornada de ayer, respecto a vacunaciones ilegales realizadas por dos veterinarios de la ciudad de Calama, los que según la Seremi de Salud, inocularon a diversas personas, entre ellos menores de edad, utilizando vacunas para canes.
Junto con condenar los hechos, María José Ubilla, presidenta del Colegio Veterinario de Chile, anunció acciones legales para perseguir penalmente a sus colegas involucrados, Carlos Pardo Conejeros y María Muñoz Bustos, por cuanto, para el gremio, tanto la recomendación de vacunas caninas en humanos, como su aplicación, constituyen graves faltas a la praxis profesional y al código sanitario.
"Ellos cometieron un acto ilegal al prescribir vacunas destinadas exclusivamente para animales a personas, realizar intrusismo profesional, utilizar vacunas no aprobadas para uso en personas y estafar a quienes ofrecieron este "tratamiento" preventivo contra la enfermedad provocada por el virus SARS Cov2. Por esto, hemos determinado realizar acciones en sede penal, además de perseguir el cumplimiento del Artículo 20 de la Ley 20.120, lo que podría determinar la suspensión por tres años del ejercicio profesional o con la prohibición absoluta de ejercicio profesional", indicó la dirigente.
Ubilla afirmó además que, a nivel gremial, se realizará el estudio del caso, lo que podría derivar en la expulsión de los colegiados.
"Nunca tuvimos noción ni antecedentes de esta situación que nos parece extremadamente grave. Son hechos del 2020 que conocimos por las informaciones de prensa. Nos habría gustado que la autoridad sanitaria nos hubiera consultado durante el proceso para tomar medidas, así como también nos parece preocupante, que pese a todo este escándalo, las clínicas aún sigan abiertas", expresó.
Quien también tomó contacto con el Colegio Veterinario, fue el diputado José Miguel Castro, que calificó el hecho como "sumamente grave". Castro ofició a la Seremi de Salud, a fin de conocer las medidas adoptadas por la autoridad sanitaria en contra de un probable ejercicio falso de la profesión.
"He pedido conocer si podemos confirmar que esta persona ha ejercido de forma falsa la profesión como médico cirujano; de ser así, esta persona (o personas) estaría arriesgando multas importantes y hasta penas, por haber puesto en riesgo la vida de seres humanos y de niños, sin contar con la expulsión del Colegio de Veterinarios y la prohibición del ejercicio de la profesión", manifestó Castro.
Fiscalía
Luego de la denuncia realizada por la autoridad sanitaria, la Fiscalía local de Calama informó que instruyó diligencias investigativas que estarán a cargo de la Brigada de Medio Ambiente (Bridema) de la PDI.
Desde el Ministerio Público sostuvieron que el caso fue recepcionado el 13 de abril pasado.
Efectos adversos
Aunque desde la Seremi de Salud sostuvieron que a la fecha no se registran antecedentes en torno a la presentación de efectos adversos entre quienes participaron, durante la jornada de ayer diversas autoridades de Salud advirtieron que si bien no existen estudios que indaguen en efectos en humanos en vacunas desarrolladas para animales, la inoculación de la vacuna "óctuple" podría generar consecuencias en el corto y mediano plazo para los involucrados.
Para el doctor Leonardo Sáenz, médico veterinario y académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, la situación denunciada en Calama resultó una "barbaridad".
"Las pruebas de seguridad de las vacunas son hechas en la especie indicada: si son vacunas para caninos, todos los estudios de seguridad y efectos de esa vacuna son hechos en perros. Es una preparación especialmente fabricada para un animal, la dosificación es diferente, el adyuvante que tiene es diferente; varios de los componentes que están ahí son peligrosos de usar en personas", subrayó.
Por ello, Sáenz indicó que "es muy probable que alguno de esos componentes pueda generar un efecto secundario grave en alguna persona, como por ejemplo, un evento de alergia fuerte, alguna reacción anafiláctica. Podría haberle pasado a esos veterinarios que se les podría haber muerto alguna persona con una reacción anafiláctica; fue muy peligroso lo que hicieron", señaló.
Veterinarios
En tanto, una de las veterinarias sancionadas, María Fernanda Muñoz, rechazó las acusaciones formuladas por la autoridad sanitaria y defendió los procedimientos, que aseguró, aplicó solo a cinco personas.
"Efectivamente viendo las circunstancias de la pandemia. Me llegó un documento y lo encontré sumamente lógico. Si es tan distinto un animal a una persona, no tendríamos enfermedades muy parecidas. Nosotros somos nuestros propios conejillos de indias. ¿Cuántos de nosotros con esas vacunas se han enfermado?, ¿cuántos han estado cursando la enfermedad y se han enfermado más?. A eso voy. Si es tan terrible y tan malo, tómenme exámenes y vean si tengo anticuerpos. Siempre he salido negativo", expresó Muñoz.
Respecto a las vacunaciones ilegales, Muñoz reconoció haberse inoculado recientemente.
"El año pasado estábamos en el peak de la enfermedad y ahí me vacuné. Y este año, lo digo con toda responsabilidad, lo volví a hacer. Si es así, ¿por qué uno no se enferma? Tomen en cuenta lo que puede decir un zootecnista veterinario a un médico veterinario. Somos nosotros los que erradicamos la rabia, los que vemos un predio agrícola cuando tienen una epidemia", agregó la veterinaria que fue sancionada con 200 UTM por la autoridad sanitaria.
Cabe señalar que el caso quedó al descubierto a raíz de denuncias que recibió la autoridad sanitaria en septiembre del 2020, respecto a la clínica "Animals and Dogs", de propiedad de Carlos Pardo Conejeros, donde se habrían ofrecido vacunaciones contra el covid-19.
En su declaración ante la seremi, Pardo reconoció la elaboración de un documento que hablaba de supuestas experiencias exitosas de vacunaciones cruzadas en Argentina. Ese documento dio origen a la serie de vacunaciones ilegales en Calama. Este medio intentó comunicarse con el veterinario Carlos Pardo, pero en su clínica no pudo ser hallado, ni contestó su teléfono.